Basta de saqueo y contaminación
A mediados de 2012, Cristina y directivos de Monsanto anunciaban en New York la inversión de 1.500 millones de dólares para construir la planta procesadora de semillas de maíz en Malvinas Argentinas (Córdoba), la segunda más grande del mundo en su tipo. De la Sota hacía lo mismo en Casa de Gobierno, presentándolo como unos de los mayores logros de gestión de los últimos años en la provincia. Y el intendente radical de Malvinas, Daniel Arzani, saludaba la llegada del cientos de puestos de trabajo que pondrían fin al «atraso» de la población malvinense.
Córdoba, la «elegida»
Nuestra provincia ha sido el ejemplo a seguir para los apologistas del modelo económico extractivista que impera en nuestro país, y esto no es una casualidad. Córdoba cuenta con la mayor superficie cultivada de soja transgénica y bate récords en producción de maíz con el 38% de la producción nacional total. El saldo: una deforestación que deja solo el 3 % de bosque nativo, inundaciones, sequías e incendios, decenas de poblaciones fumigadas; en suma una provincia al borde del colapso ambiental.
Comienza la resistencia
Lo que no habían previsto los voceros gubernamentales es que, al igual que en los pueblos de la cordillera, no tardaría en llegar la respuesta popular: nacía la Asamblea «Malvinas Lucha por la Vida». Más de un año de resistencia, decenas de cortes de ruta, movilizaciones, presentaciones judiciales, fueron consolidando la organización que rápidamente tendría eco en el resto de la provincia y el país. El grito «¡No al saqueo y la contaminación! ¡Fuera Monsanto!» llegaba para ser cumplido.
Bloqueo y represión: el tiro por la culata
El 17 de septiembre se inició el bloqueo por tiempo indeterminado a la planta bajo el lema «Por una primavera sin Monsanto». Había pasado un mes desde de que el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba avalara «la construcción de la obra civil de la planta, aunque no la fase operativa», bajo el argumento de «que la construcción no contamina» (sic), en flagrante contradicción con la Ley Nacional de Ambiente que entre otros puntos señala como insoslayables el informe de impacto ambiental y la audiencia pública como requisitos previos a la puesta en marcha de mega emprendimientos, como el de Monsanto.
Pasada la primera semana el impedimento al ingreso de camiones y materiales paralizaba la obra. La respuesta no se hizo esperar: militarización de la zona, y la orden a la UOCRA para liberar los accesos; el fracaso de la patota, dio paso a la represión sin orden judicial que avalara el operativo. Las detenciones y la brutal golpiza a Sofía Gatica (de Madres de Barrio Ituzaingó Anexo) cual nafta echada al fuego reavivaron la solidaridad y la bronca de miles, generando el primer revés para la empresa que anunciaba el cese provisorio de las actividades y exigía mano dura a la justicia. De la Sota desconcertado acusaba al gobierno nacional de incentivar el conflicto, y la CGT del oficialista Pihén -en conjunto con el grupo de las seis (G6), principales entidades empresarias de la provincia- manifestaban su «grave preocupación por la paralización del trabajo en la planta de Monsanto y el impacto en el clima de negocios». El bloqueo continuaba ahora con mayor convicción y apoyo.
Se puede echar a Monsanto
La fuerza de la movilización popular contra Monsanto, ha trascendido ampliamente los límites de Malvinas Argentinas. El día martes 8 de octubre más de 8.000 personas, muchos de ellos del interior provincial, se movilizaban exigiendo la retirada de Monsanto y la declaración de la Emergencia Ambiental. Acorralado por la crisis política en curso y la proximidad de las elecciones, el gobierno provincial y su justicia obsecuente, han acusado el golpe; es notorio el silencio de los despachos oficiales para dar curso al reclamo empresarial y de la CGT: desalojar como sea y a cualquier precio a los «ambientalistas».
Hoy más nunca tenemos que aprovechar este momento para ir hasta el final, porque se puede ganar. Para ello hay que exigir más que nunca la Consulta Popular, fortalecer la movilización y el bloqueo, llevar el conflicto y la propuesta alternativa superadora al saqueo y la contaminación a todo el país como lo estamos haciendo desde el MST.
Mario Manscupio y Luis Linares
Bodart, presente en el bloqueo a Monsanto
El martes 1º de octubre nuestro diputado Alejandro Bodart se hizo presente en el bloqueo a Monsanto.
Además de traer la solidaridad, el apoyo y el compromiso del MST en esta lucha, dio una charla sobre el proyecto de ley de semillas que el gobierno nacional impulsa a pedido de Monsanto.
Asimismo, Bodart presentó en la Legislatura porteña un proyecto de declaración en repudio a la represión policial contra los asambleístas. El PRO y los K se negaron a tratarlo…
Pérez Esquivel en el bloqueo
El lunes 7, luego de algunos momentos de tensión ante el retiro de la policía del lugar y las constantes amenazas de la patota de la UOCRA, llegó al bloqueo el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
«Los pobladores deben ser consultados. Una democracia significa derecho de igualdad para todos, no para algunos, y ustedes tienen el derecho a exigir un plebiscito para determinar si quieren o no esta planta aquí», nos dijo.
Sobre Monsanto señaló: «La empresa ha hecho muchísimo daño en todas partes del mundo, no sólo aquí. No estamos en contra del desarrollo, pero desarrollo no significa explota-ción. Hay diferencia entre lo que es la explotación, donde se privilegia al capital financiero sobre la vida de los pueblos, y lo que es un desarrollo armónico».
Gustavo Gómez, fiscal general de Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero, apoyó el bloqueo
«Lo que están haciendo es luchar por un derecho tan elemental y a la vez superior a cualquier otro: el derecho a salud, a la vida. No hay entonces delito al cortar la ruta o bloquear el ingreso de camiones, pues defender la vida es superior al derecho a circular u otros menores. La justicia debe dejar de considerarlos como victimarios y pasar a considerarlos como víctimas». Esto dijo el fiscal Gómez el domingo 29, junto a los vecinos en el predio, el día antes de la represión.
Denuncia penal a Monsanto
La presentación se realizó en la comisaría de Malvinas Argentinas. La denuncia es por el delito de contaminación en grado de tentativa. También se pide investigar al secretario de Ambiente provincial, Luis Federico Bocco, por dar curso a la primera etapa del proyecto sin estudio de impacto ambiental.