Pasaron las elecciones y como era previsible después de los resultados de las PASO, la izquierda consolidó su votación de agosto e incluso creció un poco más. A lo largo de todo el país las distintas fuerzas y listas ubicadas a la izquierda logramos importantes votaciones. Dentro de esto el FIT es quien mejor ubicado aparece por ser la expresión más visible desde el punto de vista electoral, logrando un importante salto político al obtener tres diputados nacionales y varios provinciales. En un escenario político de retroceso y crisis del kirchnerismo es evidente que una parte de su base social comenzó a inclinarse hacia izquierda. Los cambios que se están produciendo y de los cuales las elecciones son un reflejo, muestran que el proceso abierto en el país con el argentinazo está vigente por falta de respuestas y cambios estructurales y se materializan entre otra cosas, en las ganas de una franja de la población de buscar salidas a la izquierda del FPV.
En el contexto de un país que ingresará al 2014 con una enorme crisis del gobierno nacional, mayor fragilidad económica, con más procesos de luchas sociales, lanzamiento de candidaturas presidenciales de opciones de derecha y centro, y a la vez más apertura política para la izquierda; se vuelve imperioso reflexionar sobre cuáles son las posibilidades y tareas de todas y todos aquellos que militamos y construimos desde la izquierda, más allá de la procedencia ideológica y la forma organizativa que cada uno lleve adelante. Siempre que se da un giro político favorable para la izquierda tenemos que hacer un esfuerzo colectivo por superarlo sin quedarnos en un mero análisis ni contentarnos con lo logrado. Sino que debemos encarar con toda responsabilidad el debate sobre qué hacer hacia delante para aprovechar cabalmente la oportunidad, en función de lograr los cambios de transformación social por los cuales luchamos.
Como un aporte a este debate es que creemos importante partir de un hecho de la realidad: la división de las fuerzas populares y de izquierda sigue siendo un problema central a resolver. Ya que si bien el FIT es la unidad electoral de tres fuerzas, es una construcción insuficiente porque expresa a tan solo una parte de la izquierda trotskista y ni siquiera a todas las fuerzas de esa vertiente (*). Y también es insuficiente porque no alcanza con un frente electoral; se necesita una construcción unitaria que actúe en todos los procesos políticos y de la lucha obrera y popular. Por lo cual es evidente que la necesidad de construir un proyecto común que abarque al conjunto de las fuerzas de izquierda y populares con su enorme diversidad ideológica y cultural, no es un problema ya superado sino una tarea pendiente. Los buenos resultados electorales de la izquierda tienen que aprovecharse para intentar resolver esta situación y no para ocultarla.
Que a lo largo de todo el país, bastante más de un millón y medio de personas hayan votado a alguna de las listas de izquierda y populares es un hecho muy positivo. A su vez si bien se avanzó en nuevos diputados no se lograron todas las ubicaciones legislativas posibles porque todavía prima la división. Veamos sino el ejemplo de Capital. Las distintas fuerzas de izquierda sacamos entre todos alrededor del 13% de los votos. ¿Cuál fue el resultado logrado? Solo un legislador ¿Por qué? Claramente por la división en más de cinco listas. En Provincia de Buenos Aires podría haber sido algo parecido si el FIT y Podemos hubieran confluido en un frente común, así en lugar de un diputado nacional pudieran haberse obtenido varios más y lo mismo en diputados provinciales. O en Córdoba, donde de haber logrado una unidad más amplia no se estaría hoy teniendo que enfrentar un fraude por un resultado ajustado sino que habríamos obtenido claramente nuevos diputados.
Para que se evitara esta dispersión, previo a las PASO desde el MST-Nueva Izquierda propusimos aprovechar las internas e ir todos juntos a las mismas. Lamentablemente esto no fue aceptado. Pero el problema de la división continúa y se volverá a plantear hacia delante. Se trata entonces de encontrar mecanismos que garanticen mayores niveles de unidad política y electoral. Creemos que es clave intentar resolver este problema.
Nuestras propuestas y visiones sobre la unidad que hace falta
Es evidente que la alta votación a la izquierda es un hecho muy positivo que tenemos que seguir alentando, de hecho si ponemos esta carta a debate es con el objetivo de aportar para fortalecer esta perspectiva. Y mientras seguimos ayudando también a que en los sindicatos, universidades, colegios y barrios populares avancemos en mayor peso e inserción, le proponemos a todas las organizaciones de la izquierda política y social que avancemos en la conformación de un gran movimiento político unitario de toda la izquierda, donde en base a un claro programa de propuestas antiim-perialistas y anticapitalistas, podamos construir un proyecto común que dispute el poder del país, sin que nadie tenga que perder su propia identidad. Ese movimiento, para trascender necesita ser muy amplio, conteniendo a las distintas expresiones ideológicas y tradiciones culturales, populares y de izquierda.
En el país hay importantes tradiciones de izquierda trotskista, comunista, maoísta, peronistas de izquierda, autonomista, guevaris-ta, chavista, izquierda social e independiente. Hay izquierda opositora al gobierno y algunos sectores de izquierda que han acompañado al FPV aunque hoy debatan si seguir haciéndolo o no por la crisis de ese proyecto. Por eso es clave para el tiempo que viene que será de mayores oportunidades, abrirse a la construcción de un movimiento donde todos estos sectores puedan ser parte. Esta globalidad de experiencias no hay manera que pueda ser asimilada dentro del FIT. La oportunidad que se viene es la de organizar a decenas de miles de militantes y para eso hace falta amplitud y una forma organizativa flexible que permita que todos puedan ser parte de un proyecto que se juegue a gobernar y disputar el poder político. Un gran movimiento común con libertad de corrientes internas donde cada cual trabaje para un proyecto común sin por eso renunciar a su propia identidad. Un movimiento que además contenga a la izquierda ambiental, al movimiento de mujeres, a los intelectuales de izquierda y a todas y todos los que buscan un cambio emancipador y antica-pitalista.
Sobre este tema creemos que el FIT por la ubicación que logró tiene una gran responsabilidad. Sus integrantes podrían colaborar con este desafío abriendo este debate y haciendo sus propias propuestas, comenzando por definir si están a favor de construir un gran movimiento político amplio de toda la izquierda. Lamentablemente al día de hoy ninguna de las fuerzas del FIT se plantea esta posibilidad. Tras las elecciones han hecho definiciones que parten de la autoproclamación, viendo como algo «ya superado» el problema de la unidad y criticando al resto de la izquierda. Sinceramente esperamos que cambien esta postura que no ayuda a la construcción de una amplia alternativa unitaria de izquierda y avancen hacia una reflexión positiva y una apertura del debate.
Al igual que a este sector, nosotros le proponemos abrir este debate al conjunto de las organizaciones populares y de izquierda que estén dispuestas a pensar en dar pasos unitarios. Veamos en común si hay condiciones de avanzar en un proyecto nacional común que supere el estadio de unidad electoral, ya que la necesidad es forjar una unidad más a largo plazo y estratégica, de la cual lo electoral sea tan solo un aspecto. Frente al país que viene hace falta superar la cultura de poner por delante las diferencias, superar los personalismos y las disputas estériles. Tiene que primar lo que nos une y saber convivir con las diferencias y matices que son lógicos. proponemos comenzar a dar pasos en este sentido desde ahora con todos los que así lo quieran. Si construimos un proyecto político en común esto tiene que reflejarse en las luchas y peleas políticas cotidianas y no puede haber en las próximas elecciones problemas de candidaturas. De nuestra parte volveremos a insistir en que si es necesario hagamos una gran interna de todas las fuerzas, para garantizar la unidad que hoy no hemos alcanzado. Nosotros pondremos nuestros propios candidatos a disposición de este mecanismo, aceptando los resultados que de la realidad. Porque estamos convencidos que hace falta un gran movimiento político que tenga mecanismos democráticos para resolver candidaturas y todos los temas donde haya debates y distintas posturas, que tienen que enriquecer y no entorpecer una construcción común a largo plazo.
Desde el MST les hacemos llegar a todos esta carta con el objetivo de abrir un debate fraternal y profundo, dispuestos a dar pasos unitarios, intercambiar opiniones, organizar reuniones y eventos para abordar estos temas con todas las organizaciones y personalidades que vean posible estas propuestas o tengan otras que apunten al mismo objetivo.
Secretariado del MST
(*) Hay otras corrientes históricas del trotskismo como la nuestra, además de otras fuerzas y grupos menores, que no integramos ese frente.