Las elecciones del fin de semana confirmaron -y profundizaron- las tendencias que se vieron en las primarias de agosto. Aunque insistió en negarlo, el kirchnerismo sufrió un golpe muy duro que certifica que estamos transitando hacia el fin de su proyecto. Hubo enojos y ya se ven movimientos internos. Los resultados se explican por los crecientes problemas del país que carcomieron el relato oficial. La búsqueda de continuidad con Scioli, Capitanich o Uribarri o el drenaje hacia pejotistas más clásicos como Massa terminará de diluir el relato nac&pop y fomentará que nuevos contingentes se alejen y muchos de ellos busquen un cambio por izquierda.

Subidos al escenario en plena 9 de Julio, los principales voceros del gobierno nacional, intentaban mostrarse conformes con los resultados de las elecciones. Antes, el Ministro del Interior leía los resultados de cada provincia y al final hacía la sumatoria de votos en el país, afirmando lo mismo: el FPV es la primera fuerza nacional. Con esa misma línea se vieron las portadas de los diarios afines al kirchnerismo.

Los resultados

Para evaluar los resultados (además de ver las caras de los propios dirigentes kirchneristas esa misma noche), hay que tomar en cuenta lo que estaba en juego.
En este sentido, aunque el kirchnerismo haya subido 2% con relación a la votación de agosto, el dato político sustancial no pasa por ahí.

a) El gobierno perdió holgadamente en la Provincia de Buenos Aires. No sólo a nivel general sino en casi todos los municipios.

b) En la Capital también perdió, pero además perdió el senador que tenía, ya que Filmus salió tercero.

c) Salió tercero en Córdoba y Santa Fe.

d) Perdió, también holgadamente en Mendoza.

e) Fue derrotado en Catamarca, Chubut, Corrientes, Jujuy, Neuquén, Salta, San Luis y Santa Cruz.

Por eso, aunque hoy mantiene su capacidad de lograr quórum en Diputados y en Senadores, el dato político incuestionable es que el proyecto que viene gobernando el país ha recibido una derrota durísima, que confirma el fin del ciclo del kirchnerismo.

Enojos y movimientos

El golpe sufrido comenzó a tener manifestaciones inmediatas en las filas k. Insaurralde se enojó porque no lo dejaron aceptar la derrota y amenazó con no asumir su banca. Ayer, se reunieron en San Juan los gobernadores oficialistas Capitanich (Chaco), Urribarri (E. Ríos), Francisco «Paco» Pérez (Mendoza), Luis Beder Herrera (La Rioja), Lucía Corpacci (Catamarca), Gildo Insfrán (Formosa) y Juan Manuel Urtubey (Salta). Visitaron a Gioja en el hospital y aprovecharon para pedir al PJ «unidad en la adversidad». Buscaban salir del inexplicable festejo oficialista y tender lazos hacia el justicialismo. Ya empezaron los pases de factura entre los intendentes del conurbano y La Cámpora y otras agrupaciones de «Unidos y organizados». También se esperan algunos coletazos en las elecciones internas del PJ bonaerense del 15 de diciembre. Allí, Scioli apoya a Fernando Espinoza, de La Matanza y el massista Jesús Cariglino quiere enfrentarlo.
Estamos recién en la primera semana, seguramente los meses que vienen serán colmados por nuevos realineamientos en el espacio político gobernante, donde no faltarán los que abandonan el barco.

Una vez más, los por qué de la derrota

A modo de esquema, los resultados se explican por tres cuestiones.

1. Los efectos de la crisis económica internacional se sienten más y desnudan problemas estructurales del país (crisis de transporte, inflación, deuda externa, problemas financieros en las provincias, etc.), que el kirchnerismo luego de diez años en el poder no resolvió y en algunos casos profundizó.

2. Ganan peso en el rumbo oficial medidas que se contradicen abiertamente con el relato nac&pop del kirchnerismo (intento de ascenso del represor Milani, acuerdo con Chevrón, represión a los qom, propuesta de bajar la edad de imputabi-lidad, presupuesto con recortes en lo público y mucho para deuda externa, etc.), que alejan a importantes franjas de simpatizantes y votantes progresistas o incluso de izquierda

3. Ante el desgaste del gobierno, gobernadores e intendentes del PJ, sectores de la burocracia sindical y los propios empresarios que venían sosteniendo al gobierno, definieron alejarse o directamente alinearse con otros proyectos políticos.

Lo que se viene

Con el resultado del domingo 27 quedó sepultada la re-re. Si bien todavía conserva un caudal importante y el manejo parlamentario, se empiezan a postular los posibles herederos del kirchnerismo. Están Scioli, Uribarri y hasta Capitanich. Aún falta tiempo para adelantar resultados, pero en cualquiera de las opciones el kirchnerismo propone que su continuidad sea el viejo PJ. Dando pasos en el abandono de un peronismo con perfil centroiz-quierdista para dar paso a un proyecto más clásico, con olor a viejo PJ y a contramano con la dinámica de cambios demandados por los trabajadores y el pueblo. Si se tiene en cuenta que pudo contener parcialmente los procesos surgidos el 19 y 20 de diciembre de 2001, hay que prepararse para que los tiempos que vienen haya más conflictividad social y expresiones de radicalización política en distintos sectores. Las rupturas con el gobierno de sectores honestamente progresistas, o incluso identificados con la izquierda, van a continuar. Habrá mejores condiciones para el desarrollo de una política unitaria para conformar una alternativa amplia y poderosa, que pueda organizar a los que se alejan del kirchnerismo para pelear por las transformaciones que necesita el país para que no nos lleve puestos la crisis capitalista.

Ignacio Tedesco