Representantes de ocho países se reunieron en el Hotel BAUEN
La Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro realizó el II Encuentro Internacional de Trabajadores del Metro, los días 18 y 19 de octubre en el Hotel Bauen.
El evento denominado «100 años del Subte en Buenos Aires. Perspectivas del transporte público en la región y el rol de los trabajadores» discutió varios ejes: el centenario del subte en Buenos Aires, las condiciones de trabajo en el sector, discriminación, género, sindicalismo y las políticas de transporte público de pasajeros: subtes, trolebuses, metrobuses y similares.
Además de la AGTSYP-CTA, formaron parte de la organización la Federación Unitaria de Trabajadores del Transporte de América Latina y el Caribe (FUTAC), la Unión Internacional de Sindicatos del Trasporte (UIS Transporte) de la Federación Sindical Mundial (FSM) y el Taller de Estudios Laborales (TEL).
Al cierre las organizaciones participantes firmaron una declaración destacando la necesidad de coordinar acciones entre los trabajadores de subte de América Latina y los Estados Unidos, realizar un próximo encuentro el primer semestre de 2014 y elaborar la redacción de estatutos del conductor del transporte público, tareas para mejorar la higiene y la seguridad y luchar contra la tercerización.
Dialogamos con Jorge Morinigo, delegado del subte en la línea C:
¿Cuáles son tus impresiones sobre el encuentro?
Es el segundo encuentro, este coincide con los 100 años del subte de Buenos Aires. Estuvieron presentes delegaciones de ocho ciudades de Brasil, dos de Chile y del metro de Nueva York, y de los Estados Unidos. También trabajadores del transporte de Perú, Uruguay, Colombia y Ecuador mandaron sus representantes. Con esos compañeros tuvimos, durante dos días, un rico debate sobre las condiciones de trabajo en nuestras ciudades.
En Brasil hay metro en ocho ciudades y varios sindicatos de trabajadores. En Santiago de Chile, el metro es bastante nuevo, la primera línea subterránea fue inaugurada en 1975 y su extensión es mucho mayor que la del subte de Buenos Aires. Parece que nosotros nos quedamos en el tiempo, sólo hay promesas de los gobiernos de turno, de la ciudad o de la nación, que nunca llevaron a cabo una verdadera extensión del subterráneo.
Lo que más me sorprendió es que en Santiago de Chile trabajan diez mil personas en el metro, pero sólo tres mil están en relación de dependencia. Hay siete mil compañeros tercerizados. El próximo encuentro será en Santiago, y allí tendremos posibilidades de ver a qué se debe eso, por qué los sindicatos no dan la pelea como lo hacemos nosotros.
¿Cuáles fueron las principales conclusiones del encuentro?
El patrón es el mismo en Chile, en Brasil, en Estados Unidos… Los trabajadores tenemos que unirnos y aprender unos de los otros. Nosotros, los metrodele-gados, hemos enfrentado a la burocracia y a los gobiernos. Los compañeros quedaron muy asombrados al ver que en Argentina se ha conseguido un sindicato como el nuestro. A través de este intercambio podemos profundizar la lucha para que no haya despidos, que no haya tercerizados y que la jornada laboral, en todos los países, sea de seis horas, como en la argentina.