Ganancias a perpetuidad para la multinacional
En un reciente artículo publicado por el periódico estadounidense The New York Times se revela la clausula secreta protegida bajo siete llaves por el CEO de YPF Miguel Galuccio y la multinacional Chevron.
Clausula secreta que dice no conocer ninguno de los legisladores neuquinos que aprobaron el acuerdo, ni el mismísimo gobernador de la provincia Jorge Sapag. Y que Galuccio viene negándose a entregar a la Justicia, que le ha solicitado se le entreguen todas las clausulas del contrato, bajo las excusas que se trata de un tema privado que puede afectar los intereses de Chevron en la bolsa de Nueva York o que YPF es una Sociedad Anónima que no está obligada a dar esa información.
Lo cierto es que según relata el New York Times “Funcionarios petroleros argentinos dijeron que el acuerdo Chevron-YPF protegerá la empresa estadounidense por pérdidas ligadas a un cambio de los vientos políticos. Después que la compañía invierta U$S 1200 millones, 18 meses más tarde puede retirarse de las operaciones sin penalización alguna y continuar recibiendo los beneficios netos del 50 por ciento de la producción de los pozos iniciales a perpetuidad”.
Para responder a esta denuncia del periódico yanqui, YPF realizó una conferencia de prensa para desmentir el tema, ya que según YPF si Chevron se retirará luego de 18 meses de realizada la inversión pactada para poner en funcionamiento los primeros 100 pozos, no recibiría ganancias “a perpetuidad” sino hasta que venza la primera parte de la concesión: ¡que vence en Noviembre del 2048! Galuccio y los funcionarios argentinos no tienen cara…
El fin del verso K de la soberanía energética
Como el gobierno de Cristina necesita dólares para pagar la deuda y la importación anual de energía sigue subiendo (en el 2012 trepó a 9.300 millones de dólares), ha decidido celebrar uno de los acuerdos más entreguistas y leoninos de la historia argentina.
Pasando por encima de lo que opinan millones de argentinos y cientos de miles de neuquinos que van a ver contaminadas sus napas de agua con el método de la fractura hidráulica (por el cual se ingresan a presión y a miles de metros de profundidad millones de litros de agua con sustancias tóxicas y además, se libera metano, que también va a contaminar con su liberación los cursos acuíferos).
Como acaba de señalar el economista Horacio Lazarte para ¡Profesional “Chevron goza de oportunidades que el resto de los actores del sector no posee. Puede exportar sin tributar retenciones. Y además tiene libertad para acceder a divisas. Los puntos desconocidos se amparan en que lo firmado es de carácter privado, aunque eso pueda chocar de frente con la ley de soberanía hidrocarburífera”
Si a esto le sumamos que la ley que rige el convenio es la de Nueva York, que en caso de litigio judicial los tribunales intervinientes son los de la Corte Intencional de Arbitraje con sede en Francia y que aunque Galuccio lo desmiente, formaría parte del acuerdo el futuro depósito de YPF 100 millones de dólares en un banco yanqui, en concepto de garantía y a cuenta de futuras utilidades de la multinacional, la entrega no podría ser mayor.
Un acuerdo que se firma sobre la base de la traición del kirchnerismo al reclamo ecuatoriano de indemnización por 19.000 millones de dólares por el desastre ambiental que Chevron realizó en el Amazonas y por el cual dos tribunales argentinos amenazaban con embargar los bienes de la compañía en el país. Reclamo que fue convenientemente congelado por la Suprema Corte de Justicia ante un recurso interpuesto por el fiscal general kirchnerista.
Recuperar nuestra soberanía energética
El kirchnerismo en el poder desde hace más de 10 años es el máximo responsable de la pérdida del autoabastecimiento energético del país y de la continuidad y profundización de la política de entrega a las multinacionales que desarrollo el menemismo.
Para recuperar el autoabastecimiento el camino debe ser el inverso al elegido por Cristina. Hay que anular de inmediato el acuerdo con Chevron y todas las multinacionales petroleras. Relanzar una YPF monopólica y estatal, gestionada por sus trabajadores y usuarios, que en colaboración con los países latinoamericanos y sus petroleras como PDVSA, relance la exploración de nuevos pozos convencionales desechando el método de frackinig y le dé un fuerte empuje al desarrollo de recursos energéticos alternativos que respeten el medio ambiente, como el desarrollo de la energía eólica, para el cual nuestro territorio patagónico presenta uno de los mejores escenarios naturales del mundo.
G. G.
