Ciudadanía Porteña es el principal programa social de la Ciudad y alcanza a 57.000 familias de los sectores más vulnerables. Según la Ley 1.878 que lo creó, este subsidio se actualiza según la canasta alimentaria básica del INDEC.
El PRO ha venido criticando al INDEC. Es más: para que el subsidio no pierda valor frente a la inflación, el año pasado desde el propio ministerio se planteó la necesidad de usar índices más realistas.
Como desde este año la Ciudad elabora sus propios indicadores, ¿no sería coherente utilizarlos para calcular los programas porteños? Esta simple propuesta es la que le hizo Bodart a la ministra Carolina Stanley, recibiendo una evasiva por toda respuesta. Entonces Bodart presentó el proyecto de ley, acompañado por otros 12 diputados: Fernando Sánchez, Julio Raffo, Adrián Camps, Susana Rinaldi, Virginia González Gass, Jorge Selser, María Rachid, Rubén Campos, Rafael Gentili, Rocío Sánchez Andía, Pablo Bergel y Laura García Tuñón. Del resto del interbloque K, ni uno más. Del PRO, ni hablar.
Si la Ciudadanía es Porteña, que se ajuste por su índice. El que se niega, desnuda su doble discurso.
O mejor dicho, como estamos hablando de un magro subsidio para hogares carenciados que ronda los mil pesos para una familia tipo, el que se niega más bien da vergüenza ajena.