El proceso electoral nacional que mostró signos de final del ciclo K, no fue menos categórico en este cuarto y último round electoral de nuestra provincia. Los viejos y tradicionales partidos de oposición han quedado reducidos a la marginalidad, mientras que otros tantos se encuentran en vías de extinción. El PJ gobernante, que luego de romper lanzas con su antiguo socio derechista del PRS, pensó en frotarse las manos, ya sin ninguna necesidad de compartir el poder aunque sea en una mínima parte, también fue magullado por la batalla del domingo 10. Es que el final de ciclo K, parece tener buena memoria, castigando también a los reacomodados frente al mismo. Una impresionante crisis del régimen. Pero sin lugar a dudas el fenómeno fundamental fue la histórica elección de la izquierda que capitalizó la debacle del oficialismo y el derrumbe de los partidos de “oposición”.
A Urtubey, que quieren presentarlo como uno de los posibles presidenciables del FpV, le cuesta horrores explicar que ganó 20 de los 23 departamentos de la provincia, obviando que perdió por paliza nada menos que la Capital. Son decenas de miles los que ya no están dispuestos a seguir votándolos, y se vuelcan hacia la izquierda, al mismo tiempo, franjas cada vez más importantes salen a enfrentarlo.
Giro a la izquierda
A caballo de esta crisis hubo un crecimiento electoral inédito del PO y también del resto de la izquierda.
Se trata de una combinación de voto bronca por la situación de penurias que se vive en el país y la provincia, de ruptura con los viejos partidos y de búsqueda por izquierda, en un panorama donde hubo ausencia de opciones de centroizquierda. El principal beneficiario ha sido el PO que hace mucho tiempo que está implantado en la provincia y tiene diputados desde hace 10 años. El PO hizo una excelente elección en la provincia, ganando la Capital, quedando como primera minoría en el Concejo y logrando aumentar su representación en la Legislatura.
Una actuación positiva de nuestra lista
Nuestra lista del MST, aunque en mucha menor medida al tener una presencia y organización más reciente en la provincia, también es parte de este giro a izquierda y sale fortalecida de esta elección.
El espacio que articulamos entre nuestro partido, la UP, el PTP y el PSA, ha tenido la difícil tarea de enfrentar al partido gobernante y a los viejos partidos, y disputar un mismo espacio con el PO que tiene una implantación de décadas en la provincia. Hemos superado el desafío de afrontar 4 elecciones en 3 meses, superando las exigencias de la ley electoral, mejorando las votaciones y ganando en presencia territorial. Lo cual configura una actuación positiva.
Nos presentamos en cuatro municipios con muy buenas votaciones en Capital, superando el 2%, en Senadores, Diputados y Concejales, en Rosario de Lerma 3.26% en Concejales y en Guemes también a Concejales con el 3.20% de los votos, destacándose el municipio de Urundel con el 23% de los votos y un concejal electo.
Estos cambios profundos abren una situación de grandes oportunidades y desafíos.
La principal responsabilidad la tiene por su ubicación el PO. Hay condiciones para la construcción de una alternativa amplia para organizar a miles, no solamente para avanzar en las elecciones sino para plantearse disputar el poder en los procesos políticos y de lucha del movimiento obrero y popular.
Para ello se necesita una amplia confluencia anticapitalista y democrática de todas las fuerzas de izquierda, populares y de los movimientos sociales, capaz de articular en unidad con nuevos actores. Si el PO, que tiene la mayor responsabilidad para hacer esta convocatoria por su ubicación se autoproclama como todo parece indicar, la oportunidad se retrasará y puede perderse.
Sergio Ballestero