El próximo 1º de diciembre se realizarán las elecciones a gobernador y vice en Santiago, que habían sido suspendidas por la Corte Suprema tras la presentación de una medida cautelar. Se iban a desarrollar en forma simultánea con las de senadores y diputados nacionales del 27 de octubre, pero cinco días antes se suspendieron y esto puso muy nervioso al gobierno y a todo su entorno político, que ya daban por hecho la violación a la Constitución Provincial que tuvo como cómplice a la jueza Andrea Suárez quien en la justicia provincial habilitó a Zamora para la re-re-reelección.
Apenas se conoció el fallo, Zamora salió ante los medios televisivos y alardeó con frases altisonantes que hurgaban en un federalismo de cartón que sólo habita en su discurso vacío. Se victimizó buscando la complicidad obsecuente de sus atribulados acompañantes y del “pueblo que espontáneamente auto-convocado bramaba en las calles contra la intervención porteña”. Habló del karma de las intervenciones federales en Santiago. Agitó la bandera de un furibundo descargo de su gobierno que echaría por tierra el irrespetuoso fallo de los supremos…
Así fue que aprovechando que sólo se habían suspendido las elecciones de gobernador y vice por la medida cautelar, ordenó a todos aquellos miembros de otros poderes que dependen de su lapicera, continuar con el proceso electoral aún en la manifiesta irregularidad de concurrir a votar con boletas que contenían la categoría cuya elección había sido postergada. En su ilusión re-reeleccionista, creyó que un triunfo rotundo el 27 de octubre, le serviría para mostrar al país que el pueblo santiagueño quería que se quede para siempre en el poder. Esperaron una semana y como la Corte Suprema nada dijo del tema, dieron a conocer un supuesto operativo clamor, en el cual le solicitaban que la fórmula debía ser conformada por su esposa y el actual Ministro de Gobierno. A partir de ese momento se desencadenaron todos los pasos legales necesarios para efectivizar esta nueva fórmula.
Renace otra monarquía en Santiago del Estero
Antes los Juárez y ahora los Zamora, pareciera que la historia se repite por nuestros pagos. El traspaso del poder a las familias parece ser la forma de busca la continuidad. Con una oposición que es más de lo mismo, compuesta por la UCR de Rached por un lado, Chabay Ruiz (ahora con apoyo de Massa) por otro, y el peronismo también dividido con Iturre por aquí y Mustafá por allá. Ninguno de estos son el cambio que nuestra provincia necesita. Desde el MST- Nueva Izquierda proponemos cambiar la provincia, resolver los problemas salariales de los trabajadores estatales, políticas de inclusión para los jóvenes, boleto estudiantil, insumos, medicamentos y profesionales para los flamantes hospitales inaugurados que hoy son solo estructura edilicia y no resuelven el tema de la salud, al igual que cientos de escuelas que se realizaron a lo largo y ancho de la provincia. Una justicia independiente del poder político con elección popular de jueces y comisarios con mandatos revocables, ley de emergencia contra la violencia de género, entre otras medidas. Estas son algunas de las propuestas de la lista 38 del MST-Nueva Izquierda, que lleva como candidata a gobernadora a Roxana Trejo, docente, dirigente del MST y secretaria de Cultura y Género de la CTA, y a Nicolás Diambra como vice gobernador, un joven abogado del MST. ¡Para acabar con las monarquías familiares!
Roxana Trejo