Se necesita un plan de lucha nacional
Las nuevas medidas del gobierno configuran un claro paquete con fuerte aroma noventista. Otra vez sopa. Para un ajuste más clásico necesitaban un gabinete a medida. Y funcionarios con cierto oficio de piloto de tormentas. Capitanich y su socio Kicillof hicieron una “de manual”: convocaron al “diálogo” a empresarios y sindicalistas amigos de la talla de Caló y Yasky.
Pero saben que, pese al beneplácito del establishment y los aplausos de la oposición cómplice, la división y desprestigio de la burocracia sindical, les impide concretar el ansiado “pacto social” con el que enchalecar las protestas y que los trabajadores aceptemos mansamente el ajuste.
Intentan cerrar filas y lograr un frente común de apoyatura porque el paquete es muy antipático y trae penurias al pueblo trabajador. Devaluación en cuotas, tope salarial del 20% (muy por debajo de la inflación real) a cambio de un supuesto y “breve” acuerdo de precios (viejo verso al estilo Moreno), recorte en los presupuestos sociales y un tarifazo en carpeta, configuran un ajuste más ortodoxo.
Sabemos de la actitud cómplice de la dirigencia vendida. Lamentablemente, la CGT de Moyano que, pese a defender el viejo modelo sindical y ensayar proyectos políticos ajenos a los intereses de la clase trabajadora, en el 2012 se avino a la unidad de acción con la CTA, pudiendo concretar así el parazo nacional del 20N; esta vez miró para otro lado y se bajó de toda posibilidad de confluir en acciones unitarias.
Dicen que no es el momento de luchar, justo cuando se viene el paquetazo y los trabajadores necesitamos articular y fortalecer las luchas parciales vertebrando un paro nacional y un plan de lucha para ponerle coto al ajuste.
La marcha del 20N
Ante el panorama de conflictos y ajuste, el último Confederal de la CTA llamó a una jornada nacional de lucha para el 20N. Frente a la complicidad de las direcciones sindicales oficialistas y la defección de Moyano, la medida era más que necesaria y ameritaba poner todos los esfuerzos y la orientación adecuada en función de lograr una acción de la mayor envergadura posible.
El programa de reclamos fue correcto y respondió a las demandas pendientes. El llamado a acciones en todo el país y la articulación con los movimientos sociales y fuerzas de la Multisectorial también. Sin embargo, a la hora de lograr una acción contundente, pese al esfuerzo de los activistas y sectores de nuestra Central, hubo muchas desigualdades y afloraron las insuficiencias y problemas estructurales que cruzan a la CTA y ameritan ser abordados para estar a la altura de las circunstancias.
Importa tener en cuenta que, más allá de algunas movilizaciones y medidas provinciales de importancia, la marcha central no tuvo la fuerza que podría haber tenido. Los movimientos sociales, con columnas como la que aportó el MST Teresa Vive, tuvieron un peso grande. Notándose la debilidad en las delegaciones sindicales y, en este sentido, el papel de ATE en la marcha central fue deslucido. A diferencia de la CICOP (Profesionales de la Salud), no hizo paro. Los grupos de estatales bonaerenses que asistieron distaban mucho de las columnas que se movilizaron una semana antes en La Plata contra el presupuesto de Scioli. Y la delegación de ATE Capital fue notoriamente reducida.
Abordar los debates
Necesitamos abordar con profundidad los debates que existen y explican la debilidad en este 20N. Hay sectores que rechazan la unidad de acción. Se escudan en figuras como la de Moyano cuando, frente al ajuste en curso, es más que necesario retomar y profundizar el rumbo de lucha desplegado en el 2012.
Si estamos convencidos con que no alcanza con la CTA para lograrlo, es preciso agotar todas las instancias posibles de coordinación, demandarlas y tener iniciativas que apunten en ese sentido. Disputando a su vez por el conjunto de sectores del movimiento obrero.
Otro aspecto hace a la política ante los sectores K que disputan en los gremios de la Central. ¿Cómo combatir sus planteos? ¿Sostener que el problema sería el modelo y no el gobierno? Debemos tener una postura clara frente a los gobiernos, en particular los K, responsables de esta década desaprovechada y del ajuste en ciernes.
¿Insistir en los vaticinios sobre una supuesta derechización en el cierre del ciclo K tras su derrota electoral? O asumir que todas las afirmaciones de que a la izquierda del kirchnerismo estaba la pared fueron desvirtuados. Reconociendo el giro a izquierda de amplios sectores que expresan el fenómeno más dinámico y en avance. Para estar a tono con el viraje y radicalización de amplios sectores de trabajadores y el pueblo. Son debates para avanzar en la necesaria pelea por una nueva dirección combativa y democrática del movimiento obrero.
Cómo seguir
Está claro que desde la Rosada y todas las gobernaciones se avanza en medidas contra los trabajadores. Por lo tanto, la primera definición es que necesitamos un plan de lucha nacional para enfrentarlas y alcanzar nuestros reclamos.
Debemos debatir en todos los lugares de trabajo y resolver nuevas medidas locales y de alcance nacional para enfrentar el ajuste. En primer lugar para apoyar y coordinar las luchas en curso, pero también para construir las condiciones que nos permitan preparar un nuevo paro nacional. Iniciativas como la planteada desde la Federación Docente, FND-CTA para preparar la lucha y el no inicio de clases 2014 con los demás sindicatos y seccionales de la educación del país y los gremios estatales es una muestra.
También es necesario retomar otras iniciativas de postulación de la CTA hacia los demás sectores del movimiento obrero. Encuentros, plenarios y otras instancias de organización e intercambio entre sectores que pelean por un sindicalismo combativo y antiburocrático deben estar a la orden del día en el período que viene.
Por último, aunque no menos importante, es fundamental que, además de enfrentar el ajuste y pelear por nuestros derechos, los trabajadores tengamos la capacidad de proponer soluciones a los problemas que estamos viviendo. Por eso, más que nunca, además de batallar por un plan económico de emergencia con medidas al servicio del pueblo trabajador, hay que retomar los debates hasta la alternativa política unitaria de confluencia todas las expresiones de izquierda y las fuerzas populares.
Guillermo Pacagnini Coordinador Corriente Sindical MST, Mesa Nacional CTA