La derrota del FPV abrió un nuevo escenario provincial. A Scioli se le complicó el tratamiento del presupuesto 2014, debió postergar una suba del 18% en el Inmobiliario Rural y suma dificultades para ser el sucesor de Cristina. La “oposición” legislativa pacta votos a cambio de cargos. Mientras desde la izquierda, los gremios estatales y la CTA enfrentamos ese proyecto.

El presupuesto 2014 de Scioli no difiere del de años anteriores y repite el modelo de ajuste que presentó Cristina. Pese a la monstruosa cifra de $ 180.506 millones para gastos totales, se mantiene una bajísima inversión que no superará el 1,5%; siguen la corrupción y los gastos fastuosos como el millón de pesos diarios en publicidad oficial; los impuestazos y la negativa a reclamarle a Cristina los recursos que pertenecen a los bonaerenses por la coparticipación, el Fondo del Conurbano o por la ruptura de los pactos Fiscales I y II.
Al bajar el presupuesto educativo (ver cuadro), tener al de salud en su nivel más bajo (6,7%), mantener al de Desarrollo Social en el mínimo 3,1% y al de Niñez en el 0,55%; seguirán la falta de insumos, de personal y las obras paralizadas en los hospitales; las carencias en los comedores, el transporte y la infraestructura escolar y la falta de pago a los docentes. También la inseguridad, la crisis en el transporte o del estado de las rutas. La precarización laboral, las suspensiones y los despidos mientras se enriquecen las multinacionales, terratenientes y banqueros. Junto al creciente pago de una fraudulenta “deuda pública” que se duplicó en 5 años (ver cuadro).
El proyecto mantiene el esquema de provincia rica y pueblo pobre. Tratándose del mayor distrito del país, el que concentra el 38,9% de la población; genera el 38% de la recaudación de impuestos nacionales; concentra el 36% del PBI; el 50% de la producción industrial y el 34% de las exportaciones argentinas con cifras impactantes: en 2012 exportó por más 27 mil millones de dólares. Poca de esa riqueza vuelve al pueblo bonaerense, donde se concentra el 40% de los habitantes más pobres del país.

Pactan Scioli y los K con la UCR, el FAP y el massismo 

Scioli encontró dificultades para tratar el Presupuesto y hasta amenazó con prorrogar el vigente. La tramposa legislación lo habilitaría además a usar un endeudamiento de $ 12 a 14 mil millones que la Legislatura le autorizó en años anteriores y no utilizó por las altísimas tasas.
No había inconvenientes en diputados, pero le faltaban votos en senadores para los dos tercios necesarios para votar el nuevo endeudamiento. Pese a las denuncias hechas en campaña, la “Alianza” entre la UCR y el FAP que forman el GEN de Stolbizer y el PS de Binner, son hoy el principal sostén para votarle el presupuesto, la Ley Fiscal 2014 y el nuevo endeudamiento por $ 14.677 millones, en su mayoría para contraer deuda en el mercado internacional para pagar deudas anteriores.
Al igual que en Capital donde negocian votos por cargos, también hay un pacto entre Scioli y los K con la UCR y el GEN-FAP, sumando aquí a De Narváez. Mientras seguían las frenéticas negociaciones para cerrar con el massismo al dejar un pliego vacante en el directorio del Banco Provincia (BAPRO) para que ocupe ese cargo a un representante de Massa, además de ofertas de cargos en la Legislatura. El massismo pretende ser reconocido como el negociador obligado, además de obras y fondos para sus intendentes.
A la UCR le dan un director en el BAPRO, el nuevo Fiscal de Estado y otras prebendas. Al GEN-FAP, como parte de un acuerdo nacional que ubica a Gerardo Milman en el directorio del AFSCA, le aseguran otros cargos y finanzas para sus municipios. A De Narváez lo ubican como diputado en la Asesoría de Gobierno. Y se trata de los acuerdos más públicos…
Por el kirchnerismo, Mariotto dijo confiado: “hay disponibilidad de todos los bloques de llegar a un acuerdo”. Así, más allá de los tironeos mediáticos y pasada la campaña, todos muestran estar dispuestos… a votar un nuevo presupuesto de ajuste.

Que paguen más los que más tienen 

Otro punto de ese pacto responde al lobby de las entidades agrarias junto al FAP, la UCR y el massismo para postergar el aumento del 18% en el impuesto inmobiliario rural, pero manteniendo la suba en el inmobiliario urbano. Esto muestra las dificultades de Scioli para sacar ciertas leyes, pero también evidencia que todos son parte de la vieja política que ajusta.
Esa “oposición” patronal pedía cambiar la suba del inmobiliario rural por aumentos en Ingresos Brutos para la telefonía celular, los cigarrillos, turismo o esparcimiento, los que se trasladan a los precios y pagamos todos…
Cuando se necesita una reforma impositiva progresiva para poner fuertes impuestos a los terratenientes y pooles de siembra, diferenciando al pequeño productor arruinado. Y gravar a las multinacionales, grandes empresas, bancos y privatizadas, las que se llevan la riqueza que produce la provincia. Además de investigar y dejar de pagar la mal llamada “deuda pública” para saldar así la deuda que mantienen con el pueblo.

Francisco Torres, Mesa CTA Bonaerense