Desde comienzo del 2014 el gobierno no tiene respiro por el descalabro de la economía. Dejando por un momento de lado la inflación que es el principal problema que tenemos todos los argentinos, que golpea día a día el bolsillo de millones, centrémonos en el problema de la Deuda Externa y la caída de las reservas del BCRA, aunque obviamente ambos están estrechamente relacionados con la inflación.
Caída en las reservas
La caída por debajo de los U$S 30.000 millones de la semana pasada (cuando en su momento superaron los U$S 50.000 millones) prendió las luces rojas en todo el gabinete económico. Capitanich quiso justificarse diciendo que si no hubieran pagado los U$S 43.000 millones que pagó el gobierno, tendrían ahora 73.000 en una simplificación matemática patética.
Usando sus propias cifras, se hace evidente lo que siempre sostuvimos desde el MST: que este gobierno (a pesar de su falso discurso) fue el mejor pagador en la historia de la Deuda Externa y también nuestra segunda afirmación de que la Deuda Externa no sólo es fraudulenta, ilegal, etc., sino realmente impagable, como veremos luego, siendo los pagos de la misma una de las causas más importantes de la pérdida de reservas.
Desde hace más de dos años que las reservas del BCRA vienen en caída libre, fue entonces que se aplicaron o intensificaron las medidas sobre el dólar conocidas como «cepo cambiario» (restricción a las importaciones, prohibición de comprar dólares en el mercado libre para ahorro, restricción a la venta de divisas para viajes al exterior, etc.). La combinación de pésimas medidas del gobierno, la desconfianza de los capitalistas en ellas, la especulación de los grandes grupos económicos que tanto seguían fugando dólares al exterior o bien compraban bonos dolarizados para cambiarlos luego por dólares que constituían reservas, fueron algunas de las causas de la acelerada pérdida de divisas.
Hoy las reservas declaradas estarían en U$S 29.758 millones, es decir 13 mil millones menos que hace un año, lo que constituye un grave problema en sí mismo porque no sólo no alcanzan para cubrir el circulante en pesos, sino que a su vez genera más desconfianza de los grande grupos en la solidez de la macroeconomía. Pero lo peor es que la tendencia clara es a que el problema se agudice a corto plazo. Las razones de esto son muchas, por un lado el gasto del estado sigue siendo mayor que los ingresos (aumenta un 30% anual mientras que los ingresos un 21%), este déficit lo cubren con mayor emisión de pesos, lo que lleva a una devaluación frente al dólar (del oficial que el gobierno ya lo aumentó a un ritmo del 40%, pero sobre todo del dólar paralelo que superó los $12, porque además está el componente especulativo que lo lleva a aumentar como estas últimas semanas a niveles altísimos). El gobierno tiene que salir a sostener el precio del dólar vendiendo, lo que baja aún más las reservas. Por otro lado el vencimiento de los pagos de la Deuda Externa en dólares se lleva año a año miles de millones de las mismas.
El eterno problema de la Deuda
Las falacias discursivas del gobierno en el tema Deuda son incontables, desde que dijeron que no representaba un problema serio, luego que con el megacanje se arreglaba todo, luego querían vendernos que en relación al PBI era manejable, posteriormente que con el pago en efectivo al FMI ya estábamos desendeudados, libres y soberanos, posteriormente instalaron que ellos eran los que a través de pagar la Deuda iban a librarnos del yugo y presión imperialista, y una sarta de estupideces del estilo. La gran burguesía y los partidos de oposición tradicionales, dejaron correr la mayoría de ellas porque en el fondo coincidían en pagar, a condición de conservar sus negocios.
Pero U$S 43.000 millones pagados (tirados al basurero de la usura internacional) son mucho dinero y hoy vemos que todo el falso doble discurso se hunde, Kicillof, Lorenzino y compañía salen corriendo a tratar de conseguir un acuerdo con el Club de París (al que ahora le debemos más de 9.500 millones, de los 7.000 iniciales), para ver si pueden lograr reinsertarse en los mercados internacionales: esto es, conseguir créditos en dólares, a una tasa menos demencial que la que actualmente le cobran al país por no haber arreglado con los especuladores mundiales. La ilusión de ellos es que esos dólares permitan hacer inversiones, reactivar la economía, etc. Pero la película que todos conocemos es que esa plata en dólares vendrá a cubrir los agujeros de una economía que precisamente se pinchó por la sangría de pagar, y que a la vuelta de la esquina estaremos cada vez más endeudados… y todavía falta el acuerdo con los fondo buitres que siguen insistiendo en cobrar el 100% de la deuda.
Hay que tomar medidas de fondo anticapitalistas
Por más que intenten zafar con discursos, la realidad es que no tienen salida aplicando este plan que ajusta a través de la inflación potenciada por la escalada del dólar y la pérdida de reservas. Ni tampoco por el ajuste clásico que proponen la inmensa mayoría de la oposición tradicional de bajar el gasto, ajustar o congelar los salarios, enfriar la economía (despidos, suspensiones, etc.). Desde el MST venimos sosteniendo que hay que ajustar a los ricos y poderosos, para que esta vez la crisis la paguen ellos, empezando por dejar de pagar la Deuda, con impuestos progresivos a las grandes ganancias y riquezas y atacando la especulación la fuga de capitales de los grandes grupos económicos que son los principales responsables de la inflación y la escalada del dólar, entre otras medidas para enfrentar la inflación y conseguir salarios acordes al costo de la canasta familiar, para comenzar a poner en marcha un plan económico alternativo al servicio de las necesidades de los trabajadores y el pueblo y no en beneficio de los amigos del gobierno actual o de los que representan la oposición.
Gerardo Uceda