Viento, mucho calor y conflictos por todas partes, así terminó el 2013 y comenzó el 2014 en nuestra provincia. El conflicto policial marcó la pauta salarial y el conjunto de los trabajadores estatales salieron a la calle a reclamar por los 10 mil para todos. Mientras tanto el gobierno del MPN, aplica la misma receta que sus socios K: ajuste, represión y entrega.
La inflación y el conflicto policial prenden la mecha
La firma del acuerdo con Chevron para entregar el yacimiento de Vaca Muerta y los anuncios rimbombantes de las ventajas que ello traería duraron poco en los medios. A pocos meses de eso, la realidad afloró con todo en una provincia que sufre el saqueo de sus recursos de manera impúdica y alevosa, mientras que la salud, la educación y la asistencia social no paran de deteriorarse.
El triunfo de los reclamos policiales, que prácticamente lograron duplicar los salarios, fue como una bofetada para los trabajadores de la salud que desde hace meses reclamaban un aumento y eran ignorados por el gobernador Sapag.
La presión inflacionaria, particularmente fuerte en la provincia, es uno de los principales problemas para los trabajadores que día a día ven como se licuan sus sueldos.
Por esta situación y ante la negativa del MPN a dar una respuesta favorable, empezó el conflicto que duró más de cuarenta días y mantuvo paralizado el sistema de salud provincial, sumando a enfermeros, médicos y trabajadores de los hospitales, centros de salud y centros administrativos.
Un acuerdo que costó mucho y sabe a poco
Durante los 40 días de paro, los trabajadores y trabajadoras dieron un ejemplo de organización y lucha, asambleas multitudinarias en los lugares de trabajo, ínter hospitalarias, marchas, piquetes y múltiples medidas. Sectores que hacía tiempo no se sumaban a los reclamos participaron con todo y, sin dudas, una camada importante de jóvenes activistas dio sus primeros pasos en la lucha gremial. Lamentablemente, la conducción de la CTA y ATE de la provincia hicieron más hincapié en atacar a los partidos de izquierda que nos sumamos a apoyar la lucha, que en enfrentar al gobierno. Jamás convocaron al conjunto de los sectores que somos parte de la central e incluso agredieron en medio de una movilización a los trabajadores de ATEN que participaban solidariamente de la misma.
Finalmente, el 35% de aumento (que incluye sumas de un acuerdo anterior), el no descuento de los días de paro y la no sanción para los trabajadores, sumado a la merma importante de trabajadores por las vacaciones, generaron las condiciones para terminar con el paro.
Una muestra de lo que se viene
Si bien la Salud fue el punto más alto, el año recién empieza y ya son muchos los frentes de conflicto que se vislumbran en el horizonte. La inflación no se detiene y el “acuerdo de precios” firmado por el gobierno no existe más que en las notas de los diarios. El boleto de colectivo de las empresas que comunican con Cipolletti y demás localidades que rodean a la capital aumentaron y está anunciado el aumento del transporte urbano y la energía eléctrica, sin mencionar que la situación económica de esta provincia tan rica en recursos naturales es de una fragilidad terrible.
Se agota día a día la experiencia de miles con los viejos partidos, que comienzan a buscar una alternativa para que la crisis no la paguemos los mismos de siempre. Y esto pone de manifiesto la necesidad de construir una fuerza unitaria capaz de terminar de una vez por todas con el monopolio político del MPN y sus socios y recuperar para los neuquinos todos los recursos entregados a las multinacionales, para invertirlos en salud, educación, vivienda y trabajo.
Por eso desde el MST Nueva Izquierda estamos de actividad permanente realizando actividades de apoyo a los trabajadores en lucha, difundiendo nuestras propuestas en las calles, en las que encontramos una gran recepción; siendo parte de la multisectorial contra el aumento del boleto, preparándonos de lleno para este año plagado de desafíos.
Martín Carcione