El escándalo amoroso del presidente “socialista” François Hollande y una actriz ocupa las primeras planas y largas notas en radio y televisión. Pero lo que realmente importa en Francia es la situación social y política. Al respecto, resumimos una nota del periódico de nuestro grupo hermano francés, La Comuna, que integra la corriente Anticapitalismo y Revolución del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA).
Se rompió la relativa paz social de la que gozaba el gobierno desde hace mucho tiempo. Las conducciones sindicales y del Frente de Izquierda1 no ahorraron esfuerzos en aras de mantener ese equilibrio precario. Así, gracias a ellos, pasó fácilmente la contra-reforma de las jubilaciones. Hasta que los estudiantes secundarios y los trabajadores de Bretaña salieron a escena, sin direcciones y por su propia iniciativa. El gobierno y las instituciones han salido más debilitados.
Un rechazo general
Jamás un gobierno fue a tal punto rechazado por el pueblo. Los últimos sondeos indican que el rechazo a este gobierno ganó a la base electoral del Partido Socialista. También indican que ese rechazo no beneficia a la derecha institucional, acosada por el Frente Nacional2. Las últimas elecciones parciales fueron marcadas por el sello de una abstención obrera y popular que supera todos los récords.
La descomposición del PS tampoco favorece al Frente de Izquierda, que se ubicó en primera línea buscando frenar la movilización obrera y popular que surgió espontáneamente en Bretaña, ante el ajuste devastador de los planes sociales, las “reestructuraciones” y el empobrecimiento de la pequeña burguesía urbana y rural.
Dispositivo de bloqueo
Hasta ahora, el gobierno y el MEDEF3 pudieron encontrar refugio detrás del dispositivo de bloqueo de las direcciones sindicales, que permitió hacer pasar, sin conflictos o casi, la contra-reforma de las jubilaciones y prevenir todo desborde de las falsas acciones iniciadas por la CGT y Fuerza Obrera, con respaldo de Solidarios y la federación docente FSU4.
Ante ese dispositivo el NPA lamentablemente no pesó, porque había firmado el petitorio nacional en apoyo a las anteriores y regresivas reformas jubilatorias, atándose así las manos… Inclusive, el confederal nacional de FO ni siquiera planteó la derogación de la ley de contra-reforma.
Frente a esta ofensiva contra sus jubilaciones, los trabajadores se vieron impedidos de apelar a sus organizaciones por responsabilidad de las cúpulas sindicales y en especial del aparato de la CGT, íntimamente atado al Frente de Izquierda.
El panorama de la verdadera relación de fuerzas
Podríamos decir que estos hechos constatan una relación de fuerzas desfavorable a los trabajadores, que por cierto sufrieron varios retrocesos en el último período. Pero esa no es nuestra posición. Al contrario: todo indica que las cúpulas sindicales no toman ninguna iniciativa consistente por miedo a ser rebasadas, temiendo incluso que la vieja estrategia de las “acciones fuertes” no logre impedir un desborde que ponga al orden del día la huelga general, en una situación donde el gobierno es notoriamente débil y vulnerable.
La sumisión de las direcciones obreras al gobierno y al empresariado se vuelve cada vez más evidente. No comprenderlo o minimizarlo indica una ceguera irresponsable. Es justamente lo que revela, a su manera, la lucha de los trabajadores en Bretaña. Esos compañeros se movilizaron por decisión propia y buscaron el apoyo popular, mientras las conducciones sindicales y el Frente de Izquierda se opusieron frontalmente -¡y cómo!- a ese primer movimiento de ruptura con el gobierno y su política dictada por la Unión Europea y el MEDEF.
Desde ya, nos dirán que la idea de que las masas ven la salida en la acción mientras que las direcciones sindicales buscan integrarse cada vez más en el aparato del Estado y de las empresas es una visión grosera, esquemática y sin matices… Es cierto: tenemos la debilidad de creer en esa ley de la historia que nuestros maestros describieron, según la cual cuanto más las masas van a la izquierda, más los aparatos burocráticos van a la derecha. Será menos matizado pero es más real que aquellos que creen que estamos en el peor retroceso o casi, que los trabajadores están desorientados y que, hagan lo que hagan las direcciones sindicales, en este período la relación de fuerzas es “desfavorable”.
¿Cuál es la orientación de las masas?
En Bretaña, los trabajadores se movilizaron, sin direcciones, sumando en su camino a los campesinos y los sectores medios perjudicados por los ajustes permanentes y los impuestos dignos de la época monárquica, en ruptura con gobierno y su política, o sea en ruptura con la burguesía.
Es contra ese movimiento profundamente genuino que se monta Mélenchon5, en favor del gobierno y del MEDEF, para que no se extienda a todo el país. El ridículo de los supuestos “100.000” manifestantes el 1º de diciembre fue su continuidad6. Lo que traza la perspectiva de las próximas luchas es el movimiento independiente de las propias masas y no los actos del Frente de Izquierda en apoyo a la reforma fiscal oficial.
Como lo señalaba León Trotsky en el Programa de Transición: “La orientación de las masas está determinada, por un lado, por las condiciones objetivas del capitalismo que se pudre; por otro lado, por la política de traición de las viejas organizaciones obreras. De estos dos factores, el decisivo es, desde luego, el primero: las leyes de la historia son más poderosas que los aparatos burocráticos.”
Paris, 13 de diciembre de 2013
Daniel Petri, La Comuna-NPA
1. Alianza de centroizquierda (Partido de Izquierda, Partido Comunista y otros grupos).
2. Partido de ultraderecha, cuya líder es Marine Le Pen.
3 Principal federación patronal.
4. La CGT es la principal central sindical, dirigida burocráticamente por el PC. La central FO es funcional a la CGT. Solidarios es una federación combativa. La FSU la dirigen el PS, el PC y el Frente de Izquierda.
5. Líder del Frente de Izquierda.
6. Hubo unas 10.000 personas.