La semana pasada el diputado de izquierda Alejandro Bodart participó invitado por los trabajadores tercerizados de Aerolíneas de la asamblea y medida de fuerza decidida para reclamar por aumento salarial y el elemental derecho a pasar a planta permanente y terminar con el régimen precario de la tercerización.
El dispositivo policial desplegado en esa oportunidad por la policía federal fue enorme: incluyó perros, camiones hidrantes y personal motorizado. Una postal de la orientación criminalizadora de la protesta social que impulsa el gobierno nacional y que tiene en Berni a su entusiasta ejecutor. La presencia de Bodart fue duramente denunciada a escala mediática por Berni:»estamos asqueados de las minorías que cortan calles y de diputados como Bodart que agitan los cortes. Es una vergüenza», señaló. Además de reaccionario en su afirmación, Berni no entiende que el rol de un diputado de izquierda del MST es en primer lugar estar donde la clase obrera y los sectores populares luchan.
Del “gobierno de los DDHH” al modelo Milani
Además del dispositivo de la semana pasada en Aeroparque pocos días antes frente al reclamo de un movimiento social la saturación policial también fue la respuesta en la Avenida 9 de Julio. Es evidente que la designación de Milani –un cuadro especializado en la inteligencia interna-, la promoción de 50 nuevos generales –de la misma orientación que el nuevo jefe del ejército- y la asignación por decreto de casi 1300 millones de pesos adicionales a las fuerzas represivas a fines del 2013 son expresiones de una política preventiva y anticipatoria: ante el ajuste inflacionario y devaluatorio, el gobierno K con el sostén de toda la burguesía se prepara para enfrentar con represión el ascenso de las luchas obreras y populares. El marco legal ya lo aprobó el congreso: la ley antiterrorista. Por eso, tenemos que desarrollar en cada lucha y a escala nacional una extendida denuncia contra el avance sobre las libertades democráticas que impulsa el kirchnerismo con el silencio cómplice de todo el arco de partidos tradicionales. Desde el MST-Nueva Izquierda tenemos una política y una orientación categórica: desde su último militante hasta sus principales figuras y diputados: siempre con los que luchan contra el gobierno, la patronal y los dirigentes vendidos.