Pasaron más de 100 años desde aquel reclamo en 1908 en la fábrica Cotton Textile Factory de Nueva York, donde las obreras reclamaban por una jornada laboral de diez horas, descanso dominical e igual salario por igual trabajo. Cuando la patronal respondió brutal y canallescamente con el incendio en la fábrica que terminó con la muerte de 146 obreras.
Dos años después, en 1910 durante la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas en Copenhague, se decidió conmemorar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora a propuesta de la dirigente alemana Clara Zetkin.
Tiempo después, Alejandra Kollontai, quién fue una de las protagonistas de aquella reunión en Copenhague, que participó como delegada de la Unión de Textileros rusos y una de las dirigentes de la revolución rusa señalaba: “El día de la mujer es un eslabón en la larga y sólida cadena de la mujer en el movimiento obrero. El ejército organizado de mujeres trabajadoras crece cada día… El retraso y falta de derechos sufridos por las mujeres, su dependencia e indiferencia no son beneficiosos para la clase trabajadora, y de hecho son un daño directo hacia la lucha obrera… El partido apoya esas demandas y lucha por ellas… Estas necesidades de las mujeres trabajadoras son parte de la causa de los trabajadores como clase… En el día de la mujer las mujeres organizadas se manifiestan contra su falta de derechos.”
El movimiento de mujeres a lo largo de la historia y a nivel internacional ha dado importantes enseñanzas de lucha en la conquista de más derechos sociales, políticos, de género y ambientales como nos demostraron los pueblos de la cordillera contra la megaminería, contra Monsanto en Córdoba y la lucha de las Madres contra la dictadura y por los derechos humanos.
Es el sistema capitalista patriarcal y sus distintos gobiernos los que nos siguen oprimiendo y explotando. Se cumplieron 10 años de la llamada “década ganada” y sin embargo la pobreza estructural en la región y el país aumentó. Por ejemplo, en el año 2002, habían 109 mujeres pobres cada 100 hombres pobres y en el 2010 habían 119 mujeres pobres por cada 100 hombres pobres.
Una vez entradas al mercado laboral somos las mujeres las primeras en ser despedidas, porque somos las que hacemos los trabajos más precarizados, las que más sufrimos el empleo en negro y a las que nos pagan 36% menos de salario promedio en relación a los hombres.
Si bien el gobierno destina millones en planes sociales aunque insuficientes, lo que también hace es reforzar el rol de la mujer como sustento del hogar y la familia, en lugar de crear condiciones y trabajo digno, guarderías maternales, hacer aplicar la ley de salud reproductiva, dejar de negarnos la educación sexual y el derecho al aborto para que no muera una mujer más por aborto clandestino.
Por eso el Día de la Mujer es un día de lucha en el que junto a nuestros compañeros trabajadores salimos a pelear codo a codo por una verdadera liberación que termine con la doble opresión de la mujer y avance en la construcción de una sociedad y país distinto, una sociedad socialista.

Vilma Ripoll