Tanto el gobierno como los postulantes de la oposición patronal que se prueban el traje presidencial generan rechazo entre cientos de miles de trabajadores y jóvenes que ya no creen en los viejos partidos y debaten acerca de las posibilidades de lograr otra salida. No es un tema menor para quienes luchamos por cambios de fondo desde la izquierda. Es una oportunidad y a la vez una responsabilidad que asumimos.
Hoy somos parte de los procesos de lucha, se ganan seccio-nales o comisiones internas y centros de estudiantes. En las últimas elecciones más de un millón y medio votaron a alguna de las listas de izquierda. Por eso surgen varias preguntas: ¿Cómo profundizamos este proceso? ¿Cómo lograr la unidad de toda la izquierda? ¿Cómo construir una alternativa que sea opción de gobierno? ¿Qué mecanismos democráticos utilizamos para que haya una verdadera y amplia unidad? Nadie que quiera transformar el país puede escaparle a estas preguntas.
Nosotros venimos impulsando este debate, sin soberbia pero con propuestas claras. Desde ya que es clave ser parte activa e impulsores de los procesos de lucha. Rodear de solidaridad cada pelea y coordinar fuerzas por aumentos salariales, por trabajo y contra toda medida de ajuste. También que elaboremos propuestas programáticas anticapita-listas, claramente de ruptura con el modelo actual.
Se necesita también poner por delante lo que nos une y debatir con paciencia las diferencias. Aprender a convivir entre distintas culturas populares y de izquierda, política y social, una tarea indispensable si se quiere ser opción para millones. El choque de opiniones juega un rol positivo como forma de lograr una superación de propuestas e ideas. Y priorizar las coincidencias facilitan esa mayor unidad que se necesita.
Aprovechar las internas para que haya unidad
Y junto a todo esto están los debates electorales, que muchas veces son mal resueltos y generan dispersión y pérdida de oportunidades. Muchos luchadores dicen «ustedes tienen que unirse». ¿Qué hacemos para responder a ese justo reclamo? De nuestra parte, venimos proponiendo que aprovechemos las internas obligatorias y que eso garantice la unidad. En las pasadas elecciones también lo propusimos y otras organizaciones prefirieron evitarlo en función de sus propios intereses. Así la realidad fue de dispersión y de varias listas de izquierda compitiendo entre sí. Mirando hacia adelante: ¿No hay que evitar ese escenario que nos debilita? Creemos que sí.
La absoluta mayoría de las veces las discusiones de candidaturas se suceden entre debates estériles sin resultados positivos y con más dispersión. En cambio si nos ponemos de acuerdo en utilizar un mecanismo democrático como las internas garantizamos que haya unidad en el terreno electoral, lo cual puede potenciar la unidad más profunda y a largo plazo. Y no solo eso, si toda la izquierda nos comprometemos a ir juntos a las internas le damos un canal de participación a varios millones de trabajadores, jóvenes, sectores populares, ambientales e intelectuales. Podríamos generar un gran movimiento por la unidad que se expresara fuerte en las internas y con el compromiso de todos de respetar los resultados, se ordena la lista común para ir juntos a las elecciones generales. Sería un gran hecho político que nos colocaría a la ofensiva frente al régimen y sus partidos.
Este hecho generaría además mejores condiciones para la incorporación de miles de militantes, sería un impulso de entusiasmo en los simpatizantes y votantes de izquierda, facilitaría un fortalecimiento de las posiciones de izquierda en la base de las organizaciones obreras y populares y una gran muestra de unidad frente a una gran franja de la población. Aprovechar las internas no es un problema meramente electoral; es una vía para garantizar unidad en ese terreno y a partir de ahí que repercuta en la construcción común y en la intervención en las luchas.
El aprovechamiento de las internas no solo es un mecanismo válido, sino que es indispensable para objetivizar debates y garantizar que demos una pelea común contra los partidos del régimen. Por eso invitamos a las fuerzas del FIT, a los luchadores de la CTA y a todas las organizaciones de la izquierda política y social, a las personalidades y dirigentes a que mientras tratamos de pelear en común en todos los ámbitos, también abramos este debate. Esta es nuestra propuesta. Y ponemos nuestra organización y nuestros referentes de todo el país a disposición de esta tarea.
Alejandro Bodart, diputado porteño