El gobierno aceptó el plan de Clarín
El lunes 17 se conoció la noticia. El directorio de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) aprobó por unanimidad el plan de adecuación presentado por el Grupo Clarín. A partir de esta resolución el multimedios tiene 180 días para completar el proceso de transferencia. La resolución se tomó luego de que el 4 de noviembre, el Grupo Clarín presentara su plan de »adecuación voluntaria» (sic) a la Ley de Medios, en el que plantea la creación de seis compañías audiovisuales.
Ese día también se aprobaron los planes presentados por el Grupo Uno-Supercanal -más conocido como Vila-Manzano- cercano al oficialismo.
Si agregamos la modificación en la grilla de canales de cable, realizada desde el 1º de febrero sin problemas, queda claro (aunque puedan existir pleitos en los pasos siguientes) que hay una definición gubernamental de avanzar en un acuerdo con Magnetto.
Durante todo el proceso previo y tras su aprobación en 2009, el kirchnerismo dijo que con la Ley de Medios se iban a terminar los monopolios y se iba a democratizar la comunicación. A pesar de que la ley no tocaba la estructura del modelo comunicacional, controlado por los multimedios, el gobierno desarrolló una fortísima campaña mediática diciendo que iban a barrer a Clarín y demás corporaciones del país.
Ilusionados con ese discurso, honestos luchadores y militantes sociales dieron su apoyo a la iniciativa, esperando un cambio profundo en el acceso a los medios de comunicación audiovisual. Incluso en los inicios del debate un sector de medios alternativos participó de las elaboraciones. Lamentablemente sectores de la izquierda y organizaciones populares cayeron en la trampa y se sumaron a las movilizaciones y actos para defender la aprobación de la Ley. Esto continuó cuando se debatía en los tribunales y en la Corte Suprema la validez de algunos artículos.
A finales de 2012 el gobierno amagó con intervenir Clarín, pero sólo convocó un festival -el 7D- donde criticó a los jueces por no fallar a favor de la aplicación.
La ley se aprobó, la Corte también falló a favor. Así llegamos hasta hoy…
La denuncia contra Clarín, comen zada en 2008 durante el conflicto por la resolución 125, fue una de las piezas centrales del discurso kirchnerista. Antes de eso, el propio Néstor le había extendido las licencias al multimedio.
Ahora, con la Ley de Medios en plena vigencia, queda claro que no hay intenciones de cambiar profundamente el acceso a la comunicación y los medios audiovisuales. Ya no hay trabas de la Corte ni nada para excusarse. Lejos del fin de los monopolios y «la democratización de la palabra», se han beneficiado capitalistas amigos del gobierno y también se le aprueban los planes a Clarín.
Hoy más que nunca, para democratizar hay que tomar medidas de fondo. Garantizando el acceso a frecuencias (incluidos los equipos y recursos) para los medios alternativos, sindicatos, partidos políticos, movimientos de desocupados, pueblos originarios. También debe ser obligatorio que haya espacios en los canales estatales para todas las corrientes políticas y para los reclamos sociales. Además estatizando Papel Prensa bajo control social, para garantizar la publicación de periódicos y revistas de las organizaciones sociales, obreras, de género, culturales, etc. Pero nada de esto va a venir con la Ley de medios del kirchnerismo. Lo vamos a conseguir peleando por otro modelo de comunicación audiovisual, como parte de la pelea por un cambio en el modelo de país.