La semana pasada, el ministro Florencio Randazzo, todo un experto en mentiras sobre el ferrocarril, se vió obligado a anunciar una de las pocas verdades de su gestión al frente de carteras tan diferentes como Interior y Transporte: “que las líneas ferroviarias del ex Mitre, el Belgrano Sur y el Belgrano Cargas, van a ser gestionadas por las empresas del grupo Roggio y el grupo Romero”. Esto significa, reconocer un hecho que todos los ferroviarios y los usuarios constatamos día a día: que las empresas privadas nunca se fueron, que las llamadas “estatizaciones” fueron mentiras, y que el servicio ferroviario, más allá de algunos maquillajes, sigue siendo un verdadero desastre.
Se acabó el cuento de la “revolución ferroviaria”
Si no fuera una verdadera tragedia, que causó decenas de muertes como las de Flores y Once, centenares de heridos, destrucción de la infraestructura y un servicio que pasó de malo a pésimo; el anuncio que el mismo Randazzo hizo hace un año, sobre que el gobierno proyectaba una verdadera “revolución ferroviaria”, tendrían un aspecto cómico. No solo nunca llegó la famosa “revolución”, sino que las mismas empresas que desde la época de Menem se llenaron los bolsillos con los subsidios millonarios del Estado, hoy siguen manejando el ferrocarril, vaciándolo y generando un servicio desastroso.
Como dijimos en su momento, hoy repetimos que la única salida real al colapso de nuestro sistema ferroviario es reactivar integralmente la industria ferroviaria. Reabrir talleres y producir nuestras propias formaciones y locomotoras, estatizar la fábrica EMFER manteniendo todos los puestos de trabajo y pagando a sus obreros por la calidad de su trabajo, activar la industria pesada y producir rieles y material rodante, capacitar técnicos y crear nuevas fuentes de trabajo. Este plan solo puede ser posible si el estado nacional reestatiza todo el sistema ferroviario, controlado junto a los trabajadores y los usuarios, para que el dinero que se destina al ferrocarril sea invertido en el mismo.
Los privados y la burocracia sindical ya fracasaron
Durante 20 años, las empresas privadas administraron los ferrocarriles y los llevaron a su actual colapso. La lista Verde de Pedraza antes y de Sassia ahora, fueron cómplices del vaciamiento y destrucción del ferrocarril. Fundieron el tren de cargas más largo de Argentina. Se embolsaron millones y más millones mientras el servicio se destruía y los usuarios viajaban cada vez peor.
Por eso, nada podemos esperar del regreso de las privatizadas. Son las mismas que se van cambiando de ramal en ramal. Los grupos Roggio y Romero ya gestionaron ramales y nada más que un nuevo fracaso podemos esperar de ellos.
Estatización y control social, la única salida
Los últimos 20 años demuestran que las privatizadas no van más. Hace falta reestatizar la totalidad del sistema ferroviario con control social, para que este servicio esencial, se ponga enteramente al servicio del pueblo que es quien lo utiliza. Las privadas no sólo no tienen que volver, sino que hay que embargarles sus bienes y que paguen todo lo que se robaron. Para tener un servicio eficiente, moderno, seguro y barato, hay que reestatizar el ferrocarril y con control social, hacer un ferrocarril al servicio del pueblo.
Claudio Carreño, dirigente de la lista Violeta del ferrocarril Mitre