Constatando que sus pilotos de tormenta -Capitanich y Kicillof- se desgastaron a la velocidad de la luz, la presidenta salió nuevamente a retomar el protagonismo político. Así anunció el plan «Progresar» y hace pocos días volvió a utilizar la cadena nacional para hablar de la pos devaluación.
Fiel a su estilo repartió críticas a los pulpos económicos, grandes supermercados, jueces, Cavallo y los «mercados» financieros. Desempolvó la teoría del golpe de los mercados. Puro verso, ya que son los mismos sectores a los que este gobierno benefició y sigue beneficiando en la actualidad.
La especulación y la inflación no se combaten con anuncios
Salvo los militantes de la Cámpora y los aplaudidores de costumbre, ya son cada vez menos los que creen en los discursos presidenciales. Es que por más que Cristina ataque a Carrefour o Coto porque no respetan los «precios cuidados» y siguen remarcando sin parar, la realidad indica que el gobierno hizo todo lo necesario para beneficiarlos y hundirnos a nosotros. Primero la devaluación brusca les dio piedra libre para remarcar, a un nivel y ritmo que ya no pueden controlar; ése y no otro fue el punto de partida para la aceleración en la escalada inflacionaria. En segundo lugar los beneficia porque ellos nos aumentan hoy, cobran al contado y pagan a plazos a sus proveedores, mientras que los trabajadores tenemos que esperar a fin de mes para cobrar un salario cada vez más devaluado y a las paritarias que serán en marzo-abril… ¡y hasta julio! En tercer lugar porque el acuerdo de precios cuidados es una burla, apenas son unas decenas de productos, mientras que solamente en medicamentos el gobierno reconoció que desde diciembre del 2013 a hoy 180.000 remedios habían aumentado entre un 20-35%. En cuarto lugar los controles y multas que le aplican y que ciertamente casi nunca pagan porque la justicia es cómplice del gobierno y de los grandes capitalistas, son ridículos y extemporáneos. Hay que aplicar sin más trámite la Ley de Abastecimiento que permitiría actuar sobre especu-ladores y acaparadores, cerrando sus locales, expropiándoselos y multándolos. Nada de esto hace este gobierno. Sólo habla por TV.
También atacó a la justicia y a los jueces, de nuevo una verdad a medias que termina siendo una gran mentira. Es totalmente cierto, ya lo dijimos que los jueces defienden siempre a los ricos y poderosos en desmedro de los trabajadores y el pueblo. Pero no menos cierto es que también defienden los intereses de este gobierno, ¿qué es sino que Jaime siga libre, que Boudou todavía siga en el cargo de vicepresidente, que traben la investigación sobre la Madres, Shocklender y «sueños compartidos», por no hablar de Cristóbal Lopez o Lázaro Báez?
Las medidas del gobierno favorecen a los supuestos «golpistas»
Criticar a Cavallo (uno de los seres más odiados por el pueblo) y a los mercados financieros, tampoco convence a nadie. Es que en realidad los beneficiarios de la década kirchnerista, son los mismos de la década menemista a la que representa Cavallo. Es decir, los grandes grupos económicos, entre ellos bancos y sector financiero. Eso es lo que explica que luego de diez años de «crecimiento», siga habiendo 4 millones de pobres, que más de la mitad de los trabajadores ganan menos que la canasta familiar y casi la mitad sigue en negro; o que el 70% de los jubilados cobran la mínima de $ 2.700, que el 90% de los subsidios del estado van a parar a manos de las grandes empresas como las privatizadas y el transporte y sólo el 10% va a subsidios a trabajadores y sectores humildes.
Y ni qué hablar del sistema financiero, los bancos y todos los grandes especuladores. Fue la propia Cristina que hace meses reconoció que ellos tuvieron ganancias superiores al 23% cuando en cualquier país capitalista la cifra no supera el 8% y fue el propio gobierno el que con la devaluación del peso de un 20% dio rienda suelta a la especulación con el dólar, los bonos dolarizados, etc.
Necesitamos medidas al servicio de los trabajadores y el pueblo: Para combatir la especulación, los mercados y la inflación y el estancamiento que se vienen por la crisis, lo que necesitamos no son anuncios sino medidas concretas. Nosotros proponemos entre otras medidas un aumento inmediato de salarios que cubra lo perdido por la devaluación, la actualización automática trimestral de acuerdo a la inflación real, la eliminación del IVA a los productos de primera necesidad y la aplicación de la Ley de Abastecimiento controlada por organizaciones populares para luchar contra la especulación y el desabas-tecimiento, la eliminación de todo pago de la fraudulenta deuda externa que se lleva las reservas y los dólares que deben ser usados para pagar la deuda con el pueblo, entre otras medidas para cambiar de fondo este plan, y así lograr que la crisis la paguen los que la generaron y no nosotros.
Gerardo Uceda