El ingeniero Mauricio Macri abrió las sesiones legislativas de la Ciudad el viernes 28 de febrero, un día antes que Cristina Fernández de Kirchner para no perder cámaras. Aunque habló bastante menos tiempo que ella, hizo lo mismo que le critica. Así como la presidenta llena los palcos del Congreso con gente de La Cámpora, él llenó los palcos de la Legislatura porteña de prolijos jóvenes PRO para que le aplaudan cada frase hecha. Y así como ella describió un “país de las maravillas” inexistente, él habló de una Ciudad de Buenos Aires totalmente irreal.
Al salir de la sesión, nuestro diputado Alejandro Bodart, quien desde su banca levantó un cartel contra la falta de vacantes escolares, señaló: “El jefe político del PRO insistió en postularse a presidente, mientras que en la Ciudad ajusta todo lo público. Su ‘ciudad verde’ es más cemento, su ‘transporte sustentable’ es un subte más caro, su ‘mejor educación y salud’ deja a miles de chicos sin vacante y a cientos de médicos sin trabajo, y sus ‘créditos primera casa’ no cubren ni el uno por ciento del déficit de vivienda, como lo muestra el conflicto de Lugano.”
Pablo Vasco