A principios de febrero, surgió una autoconvocatoria docente, contra las traiciones del Frente Gremial Docente FGD (ATEP, AMET, APEM), sindicatos que vienen pactando con el gobierno de Alperovich, sin consulta a las bases.
Hubo 6 movilizaciones importantes que fueron fortaleciendo la exigencia de no iniciar las clases. El 7 de febrero los autoconvocados junto a SADOP y UDA/UDT, hicieron una multitudinaria movilización con 4.000 docentes. El 19 de febrero, otra marcha de similar cantidad de docentes, junto al SITAS (Fesprosa). Estas marchas se fueron dando en una provincia convulsionada por paros de municipales de Capital y el interior, de estatales y de un nuevo aniversario del asesinato de Paulina Lebbos, crimen impune, relacionado con los hijos del poder, actividades que contaron con la presencia de Pablo Micheli para impulsar el paro de la CTA del 12 de marzo.
Para avanzar en la organización autoconvocada, se llamó a asambleas abiertas con delegados con mandato, que votaron un programa de 20 puntos, exigiendo $ 6.000 de básico y $ 9.000 de bolsillo para el docente inicial, condiciones laborales y defensa de la educación pública, así como medidas de organización interna, dónde se rote la mesa de conducción de cada plenario y los oradores, comisiones de prensa, organización, etc., ante los intentos de copar por parte de Tribuna Docente.
En las diferentes asambleas se fue avanzando en el planteo de no iniciar las clases y asistir a las asambleas en todos los gremios tucumanos, exigiendo plan de lucha. Así se votó parar el 5 de marzo, adhiriendo a la medida del Encuentro del Nacional de sindicatos, seccionales y agrupaciones docentes de todo el país.
Por otro lado, fueron fracasando las distintas reuniones que tuvo el FGD con el gobierno al ofrecer un 23%, con toda propuesta atada a lo que se resuelva nacionalmente. El gobernador Alperovich amenazó con descontar el día de paro y tuvo que posponer el inicio de clases del 26 de febrero al 5 de marzo, ante la amenaza de parar el primer día. Fracasaron las negociaciones y el FGD terminan convocando al paro de 48hs, adhiriendo a la medida de la CTERA.
Un parazo el 5 y 6 de marzo demostró que las amenazas de descuentos y la conciliación obligatoria, no pudieron frenar la decisión de luchar de las bases y a este histórico movimiento auto-convocado.
Lita Alberstein. Secretaria Derechos Humanos CTA