El gobierno de Mauricio Macri, a través de su Policía Metropolitana, instaló hace poco cuatro videocámaras “de seguridad” en lo alto del Obelisco.
Siendo éste un monumento histórico, Macri lo hizo sin autorización previa de la Comisión de Patrimonio ni norma alguna que se haya publicado. Además en esa zona ya funcionan varias otras cámaras del gobierno porteño y también del gobierno nacional, con lo cual las del Obelisco son absolutamente innecesarias.
Los diputados porteños Alejandro Bodart (MST-Nueva Izquierda), Gabriela González Gass (PSA) y Edgardo Form (Nuevo Encuentro), en base a una iniciativa del licenciado Andrés Pérez Esquivel, presentaron en la Legislatura un proyecto de declaración en rechazo a tales cámaras.
Bodart denunció: “Todas esas videocámaras, que al estar muchas mal señalizadas implican más espionaje a la población que disuasión o prevención del delito, cuestan cada una 4.000 pesos por mes sólo de mantenimiento. Tampoco está disponible al público su ubicación, como lo exige la ley.”