El miércoles 5 de marzo entre la 1,30 hs y la 1,45 hs de la madrugada, nuestro compañero Alejandro Scampini, trabajador del sector de Amasadora del turno noche, de 41 años y con dos hijos, sacó la batea llena y puso una vacía para volver a amasar, y cuando se da vuelta cae desmayado. Alejandro había entrado a trabajar a las 18 hs para hacer 4 horas extras y poder llegar a fin de mes. El compañero que estaba con él, pensó que había tropezado, pero cuando ve que no se levanta, lo agarra y llama a otros compañeros y entre todos lo llevan al Departamento Médico. En el trayecto Alejandro sufre una convulsión y llega ya sin vida. Los compañeros desesperados, le piden al médico que le haga tareas de reanimación, a lo que el médico se niega. La única ambulancia que había en nuestra fábrica, de 2800 obreros en tres turnos y con más de 50 madres con sus hijos en el jardín y la guardería, no funciona desde años. Se llama a una ambulancia de afuera que tarda en llegar.
La bronca de los trabajadores no se hizo esperar. Ni bien nos enteramos, exigimos a los delegados del turno noche y a los congresales del sindicato, que se convoque una asamblea urgente, para parar la planta. Y unas horas después, la fábrica Mondelez (ex Kraft) estaba totalmente parada. La patronal asustada, da asueto al turno mañana y al turno tarde del día jueves 6/3.
Una historia de explotación y muertes
Alejandro no es el primer compañero que se muere trabajando en nuestra fábrica. El los últimos 4 años, fallecieron también una compañera de HQ (oficina) de 36 años con 3 hijos, y un compañero de Amasado del turno noche de 54 años.
Esto sucede por la completa negligencia de la empresa, que trata a los trabajadores como máquinas, con ritmos de explotación, que fueron aumentando en los últimos años. Los 7 robots que pusieron en las líneas, no solo quitaron puestos de trabajo, sino que llevaron la explotación al límite. El servicio médico está más preocupado por cuidar los bolsillos de la empresa que la salud de los trabajadores. No se respetan los certificados médicos y siempre encuentran a los compañeros aptos para volver a la línea de producción. Y siempre te dan una pastilla milagrosa, para que podamos volver rápido a producir. La ambulancia no anda, el desfibrilador no funciona y no hay pediatras para los chicos. Esta es la triste historia que viene de años, aunque la fábrica se cambie de nombre.
La unidad y la bronca pararon 4 días la fábrica
Estuvimos de paro durante cuatro días. Todos en nuestros puestos de trabajo, sin producir nada. Se hacían asambleas masivas en los cambios de turno. La bronca de la gente por la negligencia de la empresa, impuso el paro a los delegados.
Exigimos 4 puntos: cambio total del departamento médico, una ambulancia que funcione las 24 hs y un médico permanente en todos los turnos, el pago de todos los días caídos por el paro, y que se respeten los certificados de los médicos de los compañeros. Y en la asamblea del turno tarde del 8/3 se incluyó un pediatra para los chicos de jardín y guardería.
Ante la fuerza de la medida, el ministerio de trabajo citó a delegados, al sindicato y la patronal para el lunes 10. En la tarde del martes 11, una asamblea votó levantar el paro, después de 4 días de lucha, donde conseguimos cambiar todo el servicio médico, la ambulancia equipada y el médico permanente y cobrar todos los días de paro. Los otros dos puntos se siguen discutiendo estos días.
Si bien la tristeza por la muerte de Alejandro nos conmovió a todos, la lucha sirvió para torcerle el brazo a esta patronal negrera. Estamos haciendo colectas para ayudar a los familiares y a sus hijos, a quienes hacemos llegar nuestras condolencias.
La unidad y la fuerza que tuvimos para parar cuatro días toda la producción, la tenemos que mantener, para impedir que nos exploten y no seguir dejando la vida en las líneas de producción.
Corresponsal