MST - Movimiento Socialista de los Trabajadores Lunes 27 de Agosto, actualizado hace 4 hs.

Francia: elecciones municipales del 23 y 30/3

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Primeras lecciones de un “domingo negro” 

Abstención histórica: naturaleza y consecuencias

En la 1ª y 2ª vuelta la abstención alcanzó récords históricos: más de 38%. Ese fenómeno empezó en 1982, cuando el gobierno de Mitterrand (PS, PC y socios) tomó un rumbo más y más antiobrero. En las municipales de 1983, la abstención alcanzaba a una parte de la base del PC y PS. Ahora llega a la gran mayoría de la antigua base de ambos partidos. Al dejar espacio al electorado de derecha, la abstención obrera y popular provoca la aplastante derrota del gobierno. Nadie puede negar que esa abstención incluye un claro rechazo a las medidas de austeridad, al pacto de responsabilidad y las reformas1.

La abstención tiene la magnitud de una verdadera huelga general del voto y aparece como un boicot a los partidos ligados directa o indirectamente a los gobiernos pro-capitalistas desde hace 30 años. Expresa una voluntad de ruptura con el gobierno, el régimen y la Unión Europea. La abstención de los obreros y empleados, jóvenes, desocupados y jubilados pobres es un movimiento consciente de que nada se puede resolver en el plano electoral y de que no hay salida alternativa en el marco institucional. Son conscientes de que ninguna fuerza política los representa. Esta abstención apunta, aunque no automáticamente, a una situación de crisis revolucionaria. Los diques que aún protegen al gobierno contra la ola que se levanta terminarán cediendo. Esos diques los levantan la burocracia sindical y los jefes del Frente de Izquierda buscando evitar el frente único por el retiro total del pacto de responsabilidad, la derogación de las reformas, el fin de los despidos y el aumento general de los salarios y el empleo.

Ayer el movimiento de los boinas rojas2 y hoy la marea de abstención anuncian el fin de la relativa paz social de la que goza Hollande gracias a los dirigentes gremiales y del Frente de Izquierda. Los que creen -incluso en el NPA- que la abstención equivale a desmoralización o pasividad, se privan de entender la real situación actual. Y su despertar será brutal. La abstención expresa una profunda bronca de los oprimidos y los explotados. Además de expresar bronca y rechazo, la abstención obrera y popular va contra los propios cimientos de un sistema agotado y desacreditado. Busca y sin duda encontrará las formas de la lucha de clases directa. No querer entenderlo es ser ciego a la situación; es mirar demasiado hacia los aparatos y muy poco hacia nuestra clase.

¿Hay una «oleada azul»? 

La derecha “republicana” le ganó muchas ciudades a la izquierda institucional, más de 150. Como dijo Cambadélis, el PS sufrió un domingo negro. Poignant, mano derecha de Hollande, que se había enfrentado a los boinas rojas, fue barrido en Quimper. Place, líder “verde”, habla de un Waterloo. El PC, que en la mayoría de los distritos se alió al PS, también paga los costos: Saint-Ouen, Bobigny, Villejuif, Le Blanc-Mesnil, Bagnolet (del PC desde 1928) están entre las comunas que manejaba desde hace décadas. El PS perdió bastiones históricos como Limoges, que gobernaban desde 1912, y en Marsella fue aplastado. Pero si se analizan los resultados como porcentaje sobre los votantes inscriptos, de la supuesta “oleada” azul sólo queda la espuma. En Saint-Ouen la derecha “gana” con el 28% de los votantes inscriptos y 45% de abstención. En Bobigny gana con 26.4% y casi 50% e abstención. En Burdeos el actual intendete Juppé (PS) es reelecto con el 33% y abstención del 45%. Y un caso preocupante es Henin-Beaumont, donde el FN ganó la primera vuelta con el 35% de los inscriptos. En este punto coincidimos con Juppé, que tras la 2ª ronda dijo: “No hay oleada azul marino”. La mayoría de las ciudades que se pasaron al FN (11) fue por 1/3 o 1/4 de los votos.

A diferencia de elecciones anteriores, no hubo un “frente republicano izquierda-derecha” anti-FN cuando éste gana la 1ª ronda. En algunos casos, incluso hay varias listas de derecha en la 2ª vuelta “contra” el FN. A su vez, el FN no podía lograr sus objetivos en Forbach o St Gilles-du-Gard, donde Philippot y Collard se disputaban la intendencia. Las espadas del FN, como Aliot, esposo de Marine Le Pen, mordieron el polvo. El miedo a que el FN gane movilizó a varios de los que se abstuvieron en la 1ª ronda. De 50%, la abstención en la 2ª vuelta bajó al 40% (que igual es enorme). Esos votos fueron a la lista dirigida por el PC para bloquear al FN, al que le faltó un puñado de votos. No hay entonces un maremoto FN como anunciaban los medios y los partidos que tenían interés en agitar ese fantasma para ocultar su política antiobrera y, en la 2ª ronda, jugarse al «frente republicano». Tampoco hay que minimizarlo: 11 ciudades y 1.200 concejales del FN es demasiado. Este anclaje del FN es desde ya preocupante, pero estamos lejos de decir ¡todos a los refugios!

¿Y la «izquierda radical»? 

El Frente de Izquierda fracasó. En la mayoría de los casos, el PC prefirió aliarse en la 1ª vuelta con el PS. Incluso logró atraer a esa alianza a la GU (Izquierda Unitaria, surgida de la LCR). El Partido de Izquierda (PG), donde no pudo aliarse al PC, presentó listas propias. Éstas criticaron formalmente la política del gobierno, proclamándose “oposición de izquierda”. Eso no les impidió aliarse aquí o allá con EELV (los verdes). En Grenoble, esa alianza Verdes-PG “ganó” con el 40% de los votos y 23.2% de los votantes inscriptos, con 41% de abstención.

En general, los scores del PG donde se presentó fueron menores al 10%. En Alfortville, ciudad obrera y popular, la lista del PG (con el NPA) sacó el 4.12% de los votantes inscriptos y hubo 43% de abstención.

En el distrito 12º de París, el vice intendente saliente Corbière -segunda espada de Mélenchon- cae en la 1ª ronda a menos del 6%. Intentó negociar con el PS y el PC para la 2ª vuelta, pero éstos lo ningunearon.

En Montreuil, Mélenchon en persona fue a apoyar al candidato de la alianza PC-PS-Verdes, que «ganó» en base a un 46% de abstención. Ese «ganador» en realidad saca menos del 20% de los votantes inscriptos. Brard, el ex intendente de Montreuil, ex PC derrocado en 2008, fue apoyado por el POI3. ¡Brard, que se destacó por perseguir a los inmigrantes gitanos! El POI ni se inmutó.

Todo indica que el PG, más allá de su discurso opositor, se desespera por obtener un lugar en la mayoría gubernamental. Y coopera con los Verdes, los mismos que ayudaron al PS a ganar en Nantes y que no dudaron en aliarse a la derecha con tal de obtener un concejal en Villejuif. Es ilustrativo mirar las plataformas de sus listas. En Alfortville, el PG (con el NPA) propuso “pasantías para los jóvenes”, o sea empleo precarizado (como Mélenchon, ex ministro de esa área del gobierno de Jospin).

En cuanto a las listas del NPA, o del NPA aliado al PG en casi todos lados caen mucho comparadas con las de la LCR en 2008. Según los últimos datos, el NPA saca 7 concejales. Es un retroceso muy fuerte en relación al 2008, cuando la LCR sacó 19 concejales. Algunas de las plataformas eran para poner nervioso a un anticapitalista promedio. Los resultados de Lutte Ouvrière se parecen a los del POI, históricamente bajos.

 Primeras lecciones 

La alta abstención tiene una primera consecuencia, inédita: tras la aplastante derrota del gobierno, cayó el primer ministro. Las elecciones municipales a menudo cuestionaron a los gobernantes. En 1977 la izquierda ganó contra el gobierno de Giscard, pero el primer ministro se mantuvo. En 1983 la alianza PS-PC en el poder perdió, pero su primer ministro se mantuvo. En 2008 el gobierno de Sarkozy perdió, pero su primer ministro se mantuvo. Esta vez, el Jefe de Estado se vio obligado a echar a su primer ministro.

Valls toma su lugar para, según Hollande, liderar un «gobierno de combate». También se va Duflot, la ministra verde de Vivienda. Valls pasa por estar «más a la derecha» que sus compinches. Pero es un socialdemócrata como los otros, decididos a defender el orden burgués, las reformas y los dictados de la UE a favor del capital financiero. Ante la revuelta latente, Hollande y Valls buscarán establecer un “gobierno de combate»… contra las masas.

Más que nunca, los oprimidos y explotados de Francia necesitan un partido anticapitalista que sepa ganar a los que se abstuvieron (y a los otros). ¿Será ese partido el NPA?

1. Pacto de gobernabilidad y reformas de ajuste.
2. Rebelión masiva de los camioneros y campesinos en Bretaña, el año pasado, contra un impuesto injusto.
3. Partido Obrero Internacionalista, grupo trotskista sectario.

La Commune – NPA, 1º/4/14  Miembro de la corriente Anticapitalismo y Revolución

París, 12/4. “Sea de ‘izquierda’ o de derecha, la austeridad se combate” fue la consigna del NPA en la marcha unitaria anti-gobierno que reunió a casi 100.000 personas. También se movilizaron el Frente de Izquierda y otras organizaciones políticas y sociales.

París, 12/4. “Sea de ‘izquierda’ o de derecha, la austeridad se combate” fue la consigna del NPA en la marcha unitaria anti-gobierno que reunió a casi 100.000 personas. También se movilizaron el Frente de Izquierda y otras organizaciones políticas y sociales.