Días atrás transcurrió el XXII Congreso del Partido Obrero. El mismo se desarrolló en medio de fuertes debates al interior del Frente de Izquierda entre el PO y el PTS, sus dos principales fuerzas. Quienes vienen teniendo políticas diferentes en los principales hechos de la realidad. En su Congreso el PO criticó duramente a sus socios del FIT y definió que el frente tiene “crisis creciente en su interior, que se manifiesta de diversas maneras, pero por sobre todo en el intento de crear alternativas políticas antagónicas disimuladas como sindicales”. Y además atacó a sus aliados acusándolos porque “la lucha faccional y la intriga crean situaciones insuperables y son liquidacionistas”. (Prensa Obrera Nº 1311). Muestras más que claras de que no los une un proyecto común.
Frente a este cuadro de crisis del FIT y ante un país que necesita de una gran alternativa de izquierda que le dispute fuerte a los viejos partidos, por ser el PO la principal fuerza del FIT su Congreso podría haber debatido y votado nuevas propuestas de unidad, de buscar superar la crisis del FIT a través de ampliar ese frente o de abrir más posibilidades de confluencia con otros sectores. Nada de esto ocurrió.
Sectarismo y oportunismo; el resultado de un Congreso de equivocadas conclusiones
El centro de las conclusiones políticas expresadas a través de un artículo de Altamira y Solano va de la autoproclamación al sectarismo y de allí al oportunismo. Por un lado se auto-felicitan por su “avance significativo” y porque “El Frente de Izquierda se ha convertido en un polo imantado”. Para así justificar su negativa a un acuerdo más amplio y a la unidad que de verdad hace falta. Esto lo expresan claramente cuando en referencia a la propuesta que desde el MST venimos levantando de hacer los máximos esfuerzos para que haya unidad, incluyendo el hacer internas para garantizarla, PO despectivamente dice: “unas internas sin contenido ni principios -lo más parecido a un bingo”, sin explicar el porqué de tan ridícula afirmación. Desnudando que PO no comprende ni le interesa buscar caminos necesarios para la unidad. Por eso intenta sin éxito, evitar la discusión central: la necesaria unidad de la izquierda y los mecanismos democráticos para lograrla. El protagonismo de millones en una interna sería una palanca unitaria y poderosa que garantizaría la unidad, si hay voluntad de los dirigentes de llevarla adelante y respetar los resultados. Los dirigentes de PO no tienen esa voluntad. Confirmando que detrás del sectarismo, siempre viene el oportunismo de negarse a construir unidad frente a los partidos del sistema.
Luego de estas sectarias conclusiones de Altamira y Solano, un lector simpatizante o votante de izquierda podía esperar que al menos hicieran otra propuesta que garantice una mayor unidad. Lamentablemente no la encontrará. La unidad de toda la izquierda política y social no existe entre las tareas y conclusiones del Congreso de PO, quien cree que el FIT está en crisis avanzada pero no se plantea nada que lo supere. De ahí que la única conclusión seria que se puede sacar del Congreso, es que le dio la espalda a la principal necesidad política de millones de trabajadores.
Una vez más, la unidad que hace falta
Desde el MST seguiremos insistiendo en nuestra propuesta, tanto al PO como a todas las fuerzas de la izquierda política y social. Convencidos que quienes queremos transformar el país en sentido anticapitalista y derrotar a los partidos del régimen, tenemos que hacer los mayores esfuerzos unitarios, para construir un gran frente o movimiento político común. Si el PO y el FIT creen que en si mismos pueden representar a millones, están equivocados. Al final, la realidad es más fuerte y quienes no se abren a caminos de unidad, más temprano que tarde terminan retrocediendo.
Esto vale para el FIT y para cualquier sector popular o de izquierda que pretenda por su propia cuenta ocupar un espacio político que solo puede ocuparse mediante una gran confluencia, si de verdad queremos ser opción de poder y no un mero acuerdo electoral.
Por eso vamos a continuar dialogando con todas las organizaciones, dirigentes, intelectuales y personalidades de izquierda y populares, que estén dispuestos a buscar caminos democráticos para construir una unidad verdadera, duradera y sin falsos hegemonismos. Tarea que invitamos a dar en común a los activistas, luchadores, simpatizantes y militantes de izquierda que lo crean necesario.
Sergio García