La situación de CALSA, planta Lanús, expone la vulnerabilidad a las que los obreros estamos lamentablemente acostumbrados, profundizada en este último tiempo. 60 nuevos despidos, y una fábrica paralizada. Los trabajadores están de acampe con la consigna: NINGUNO AFUERA.. Esto nos decía el delegado Albino Rivas:
El día 22 de Mayo hubo una audiencia con el Ministerio de Trabajo y la empresa, contanos que pasó y ¿cómo les fue?
No quedó nada, la empresa sigue intransigente en su posición, sostiene los despidos, que afecta a 60 familias, y esa actitud no la cambia. Nosotros creímos que el corte en el puente podía generar en la empresa otra reacción, no fue así. La empresa manifestó que hay un grupo de esos 60 que la empresa quiere dejar afuera sea como sea, y habría algunas reincorporaciones, pero por ahora son 60 despedidos.
¿Están planificando alguna nueva acción para estos días?
El corte fue revitalizante , se pueden hacer cosas, en este fin de semana la asamblea decidirá cuales son los próximos pasos a seguir, y posiblemente para el lunes o martes después de la audiencia, tomemos alguna otra medida. Pero no esta definido dónde. Es un despido injusto, y aunque sea uno solo no podemos ser cómplices de esa situación. La empresa no tiene problemas económicos, es sustentable, y además es multinacional inglesa que esta recibiendo varios millones de dólares de la casa matriz.
¿Y cuál es el problema de fondo?
El problema, es el mismo en casi todas las fábricas, en este país en estos últimos años, la desinversión sistemática, quedando todo obsoleto, problemas de seguridad e higiene, problemas en las máquinas, que venimos reclamando, esto les frena la producción, y la inversión está atada a la coerción de la gente y el ajuste de empleados. Desde el MST-Nueva Izquierda coordinamos para alcanzar los alimentos, seguir participando de las asambleas y las actividades que se voten.