El 16 de mayo se realizó el 24º Congreso de ATE Provincia. Pese a disponer de un día, no primó el debate político fraternal. Al contrario, terminó en un escándalo y división que inquietó a una mayoría de compañeros que fuimos a debatir cómo organizar la pelea contra el ajuste. Y ver esas aspiraciones cruzadas por el emergente de una feroz interna en la Verde. Disputa que parece apuntar más al control de la estructura gremial ante la elección de 2015 que a producir los cambios que se necesitan para responder correctamente a los reclamos y avanzar a una mayor democratización del sindicato.
Aunque hubo incidentes serios, denuncias cruzadas y una parte significativa de los congresales se retiraron intempestivamente, la conducción informa en la web que nada habría pasado. Que aprobaron la Memoria y Balance y hubo un “fuerte respaldo al documento político”.
En honor a la verdad, casi el 40% de los congresales no concurrió (como Matanza y parte de Norte) y se retiró entre un 25% y 40%, según la cifra de presentes que se tome. Lo cual es un dato del mal humor de amplios sectores y de la gravedad de una crisis que va más allá del congreso.
Por eso es equivocado que en vez de reflexionar, se oculte el problema, negando la realidad. Se necesita abrir el debate a fondo para atacar problemas que vienen de arrastre y son de orden político y metodológico. Necesitamos un ATE fuerte, plenamente democrático y con centro en las luchas contra el gobierno y su ajuste.
El fracaso del intento de un proyecto político común es una vertiente de la crisis ante la necesidad de un sindicato que se ubique claramente contra los gobiernos y donde puedan convivir diferentes corrientes de opinión alrededor del programa de lucha. También sobre cómo se elaboran y conducen los conflictos.
Es necesario un cambio en el modelo sindical y del Estatuto anacrónico de lista única. Ratificar la autonomía, pero garantizando la pluralidad al integrar todas las posiciones en los congresos y directivas, de manera proporcional. Única forma de pegar unidos y evitar fracturas.
Para corregir el rumbo, es necesario apoyarse en los delegados y la base. ATE debe retomar el protagonismo en la calle, respondiendo a la multitud de conflictos en educación, salud, los ministerios, IOMA, los tercerizados de limpieza y municipales.
Es lo que debía debatir ese Congreso. Para eso fuimos. Hacemos fraternalmente este debate para aportar al nuevo rumbo que necesitamos los estatales.
Alternativa Estatal Provincia de Bs. As.