Ante la inflación, la devaluación y los tarifazos, los trabajadores necesitamos recuperar el poder adquisitivo de nuestro salario. Por eso las paritarias que vencían recién el 30 de junio, a fuerza de reclamos, asambleas y paros en la fábrica, y pese a la inacción del resto del gremio, logramos adelantarlas y en abril se abrió la discusión salarial.
Como otros años, las empresas maniobraron junto al Ministerio de Trabajo e intentaron imponer un aumento del 25%, y debido al impulso que traía el rechazo del año anterior, más la participación en el paro nacional del 10 de abril, se logró romper ese techo.
Llegamos a junio con la C.D. del SUTNA apurada por cerrar un acuerdo que recién iría al básico en enero de 2015. Para llegar al 40% era preferible acordar porcentajes a cuenta pero a plazos más cortos. No sabemos como será la inflación en 2015, pero sí sabemos que en estos meses de 2014 ya fue brutal y va a seguir subiendo. Por eso podemos usar el derecho a adelantar las paritarias de nuevo, por la insuficiencia del porcentaje, empezar desde ahora a organizar el reclamo y tenerlo entre las prioridades de este fin de año. La propuesta del SUTNA central fue rechazada por los trabajadores de Fate porque es un acuerdo a la baja que empieza en julio. El aumento empieza con una cifra no remunerativa del 21.06% y recién en enero del 2015 un 30% al básico, que llegará totalmente comido por la inflación. Más una cifra fija de $ 4.000, en cuotas de $ 3000 a la firma y $ 1000 en enero de 2015, que en FATE como existía la cifra no remunerativa de $ 1500 por mes pasará inadvertida (ya que la descuentan por haber sido adelanto y no a cuenta de aumento). Además tendrá rebaja por el maldito impuesto a las ganancias, que se llevará gran parte del aumento. Pese al rechazo contundente, Waseijko logró el voto a favor en el resto del gremio y firmó otra vez a la baja nuestro salario. Además de votar NO, dejamos abierta la posibilidad de reabrir la negociación. Los trabajadores de Fate ratificamos en el plebiscito lo que habíamos votado en asamblea. Y nos preparamos para defenderlo.
Claudio Mora, electricista del turno rojo