Los días 6 y 7 de junio se realizó en la combativa ciudad de los Andes peruanos este importante evento organizado por el gobierno regional, el diputado nacional Jorge Rimarachín y el Movimiento por la Gran Transformación de Perú. Con la participación de investigadores, técnicos, especialistas, dirigentes sociales y políticos se debatieron los aspectos centrales del modelo extractivo capitalista enclavado también en este país. Cajamarca concentra hoy todas las contradicciones de la disputa nacional entre los pueblos que defienden el agua frente al meganegocio capitalista de la actividad minera en su modalidad a cielo abierto. El proyecto Conga que ya costó cinco vidas y una crisis política de magnitud al gobierno de Ollanta Humala es el eje de la tensión en un año electoral significativo
Es la ciudad más importante de la sierra norte del Perú, capital del departamento y de la provincia de Cajamarca. Situada a casi 3000 metros sobre el nivel del mar se erige en la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes, en el valle interandino que forman los ríos Mashcon y Chonta. Es una región con 72 % de base campesina y por tanto, con altísima dependencia del agua como recurso fundamental. Por eso, la experiencia ya realizada por el pueblo peruano en otras regiones con la minería a “tajo abierto” indica que son puras falsedades las promesas de “desarrollo, trabajo genuino e intensa actividad comercial”. Lo que se sabe es que a su paso dejan subdesarrollo económico y desde el punto de vista socioambiental una fractura completa del equilibrio regional. El envenamiento del agua –por las cantidades consumidas por esta modalidad de producción- es el límite que los pobladores de Cajamarca no están dispuestos a dejar pasar. Yanacocha, minera de capitales estadounidenses y el gobierno nacional de Ollanta, tenían previsto avanzar con el emprendimiento en la región. Pueblada, muertos, militarización y un nuevo mapa político que se empieza a configurar. Esta región sintetiza un modelo que es de naturaleza continental.
Humala: giro a derecha para gerenciar los intereses megamineros
Ollanta Humala concitó una enorme expectativa popular y ganó las elecciones en 2011. Militar nacionalista enfatizó ese perfil con propuestas de corte progresista, incluso en materia de minería. En Cajamarca se comprometió a “defender al agua frente al lucro”. Sin embargo, a poco de asumir inicia un giro estratégico a derecha y sobre todo toma una decisión crucial: enfrentar al pueblo cajamarquino para imponer el proyecto Conga en esta región que concentra el 90 % del potencial de oro de todo el Perú. La pulseada ganada en 2012 por el pueblo cajamarquino con 40 días de huelga, enfrentamientos con la policía y el ejército, impuso la paralización del proyecto. Sin embargo, en octubre de este año hay elecciones para el cargo de presidente regional en todo el país. En Cajamarca el presidente local –que se jugó por sus pobladores contra la corporación Yanacocha- se juega su reelección. Está sufriendo una ofensiva mediática enorme de todo el poder minero: el capital del sector se juega a derrotar a Gregorio Santos –tal el nombre del presidente- para imponer un “gerente” dócil en su lugar. Toda la inversión minera está expectante de esta elección. Por eso, una tarea importante es internacionalizar el apoyo a la defensa del agua del gobierno regional y todo el pueblo de esta parte de Perú.
Conferencia de la ONU sobre cambio climático y Cumbre de los Pueblos
El gobierno de Ollanta y el capital transnacional volcado a la megaminería sobre el corredor andino tienen una estrategia. Primero, triunfar electoralmente en Cajamarca. Así poder avanzar ahí con Conga y a escala nacional con otros emprendimientos. Pero semejante giro como el de Humala requiere alguna atenuación aunque sea cosmética de semejante cambio. En contraprestación entonces, el imperialismo le concede a Ollanta ser anfitrión en Lima del 1 al 12 de diciembre de la Conferencia de la ONU sobre cambio climático. Los principales jefes de estado del mundo se van a dar cita en Lima. Frente a este montaje farsesco destinado a compromisos formales y estériles en materia climática, organizaciones sindicales, políticas y sociales ya preparan la Cumbre de los Pueblos en la misma fecha en Lima. Desde la Red Ecosocialista nos jugamos a participar en esa Cumbre para explicar que “lo que hace falta cambiar es el sistema, no el clima”.
Mariano Rosa, enviado especial a Cajamarca