Eric Toussaint Portavoz del CADTM (Comité para la Anulación de la deuda del tercer mundo)
La presidenta del Parlamento griego, Zoé Konstantopoulou, que decidió crear una comisión de auditoría de la deuda griega, me solicitó que colabore activamente en ella. Acepté asumir la coordinación científica de la comisión. La corresponsal de Le Monde en Atenas, escribió recientemente: «La presidente prometió sobre todo la creación en las próximas semanas de un comité de auditoría de la deuda griega. “Su objetivo es determinar su eventual carácter odioso, ilegal o ilegítimo de las deudas públicas contraídas por el gobierno griego”.(,,,)
(…) Algunos elementos clave que la realización de la auditoría podría sacar a la luz:
La deuda griega, que representaba el 113 % del PBI en 2009 antes del estallido de la crisis en el país y la intervención de la Troika, que posee las 4/5 partes de esa deuda, pasó al 185 % del PIB en diciembre 2014. Por lo tanto, después de la intervención de la Troika se produjo un aumento muy fuerte de la deuda.
A partir de 2010 y hasta 2012, los créditos concedidos por la Troika a Grecia sirvieron ,en gran parte, para reembolsar a los acreedores durante ese período, a saber, los bancos comerciales de las principales economías de la UE, comenzando por las entidades alemanas y francesas. Cerca del 80 % de la deuda griega en 2009 estaba en manos de bancos comerciales de países de la UE. Entre estos, sólo los bancos alemanes y franceses mantenían en torno al 50 % del total de los títulos públicos griegos.
Una auditoría de la deuda griega mostrará que los bancos privados europeos aumentaron con intensidad sus créditos a Grecia entre finales de 2005 y 2009 (los créditos se incrementaron en más de 60.000 millones de euros, pasando de 80.000 millones a 140.000 millones), sin considerar la capacidad de Grecia para devolverlos. Los bancos actuaron de manera temeraria, convencidos de que las autoridades europeas vendrían en su auxilio en caso de problemas (…) (…) En un documental difundido recientemente por Arte, M. Batista afirma que todos los administradores del FMI sabían antes de votar la concesión del préstamo, que éste servía en realidad para «salvar a los bancos franceses y alemanes, no a Grecia»(…)
(…) Los bancos comerciales fueron así reemplazados por la Troika, quien pasó a ser el principal acreedor de Grecia desde finales de 2010.
La auditoría analizará la legalidad del plan de rescate. Esos prestamistas, ¿impusieron condiciones leoninas, sobre todo al exigir, para su devolución, tipos de interés exagerados?
Se trata así mismo de auditar la acción del FMI. Sabemos que, en el seno de la dirección del Fondo, varios directores ejecutivos (los de Brasil, Suiza, Argentina, La India, Irán, China y Egipto) mostraron sus grandes reservas con respecto al préstamo acordado por el FMI, afirmando sobre todo que Grecia no sería capaz de devolverlo dadas las políticas que se le imponían.
En marzo de 2012, la Troika organizó una reestructuración de la deuda griega que fue presentada en su momento como un éxito. Recordemos que el entonces primer ministro, Yorgos Papandréu, anunció a principios de noviembre de 2011, en la víspera de una reunión del G-20, su intención de convocar un referéndum para febrero de 2012 sobre esa reestructuración de la deuda preparada por la Troika. Debido a la presión de ésta, aquel referéndum jamás tuvo lugar y se le retiró el derecho al pueblo griego a pronunciarse sobre las nuevas deudas (…)
(…) La auditoría deberá evaluar si las estrictas condiciones impuestas por la Troika a Grecia, en contraprestación a los créditos, constituyen una violación de una serie de tratados y convenciones que han de ser respetados tanto por los acreedores como por el prestatario, Grecia. El profesor de Derecho, Andreas Fischer-Lescano, comisionado por la Cámara de Trabajo de Viena, demostró de manera irrefutable que los programas de la Troika son ilegales en virtud del derecho europeo y del derecho internacional. Las medidas definidas en los programas de ajuste a los que Grecia fue sometida y las políticas concretas que son la consecuencia directa de ello violan una serie de derechos fundamentales, tales como el derecho a la sanidad, a la educación, a la vivienda, a la seguridad social, a un salario justo, pero también a la libertad de asociación y a la negociación colectiva (…)
(…) Contrariamente a las declaraciones del FMI, según las cuales los Estados deciden ellos mismos sus políticas, Grecia estaba bajo la tutela de sus acreedores y sin ningún margen de maniobra.. Esas ilegalidades, que la Comisión de auditoría ha de establecer, implican la nulidad de los compromisos del gobierno precedente con la Troika, convertida en «instituciones», incluidos los préstamos otorgado sa Grecia en contrapartida de la aplicación de esos acuerdos ilegales.
En consecuencia, la comisión encargada de la auditoría podrá emitir una opinión argumentada acerca de la legalidad, la ilegitimidad e incluso la nulidad de la deuda contraída por Grecia con la Troika.
Con respecto a las deudas anteriores a la intervención de la Troika, a partir de mayo de 2010: en primer lugar, está la deuda contraída por la dictadura de los coroneles, que se cuadriplicó entre 1967 y 1974. Evidentemente, esa deuda responde al calificativo de odiosa.
A continuación, nos encontramos con el escándalo de los Juegos Olímpicos de 2004. Según Dave Zirin, cuando, en 1997, el gobierno anunció con orgullo a los ciudadanos griegos que Grecia tendría el honor de acoger siete años más tarde los Juegos Olímpicos, las autoridades de Atenas y el Comité Olímpico Internacional previeron un presupuesto de 1.300 millones de dólares.
(…) Actualmente, según diferentes fuentes, el coste real sobrepasaría los 20.000 millones de dólares.
Numerosos contratos firmados entre las autoridades griegas y las grandes empresas privadas extranjeras continúan provocando el escándalo desde hace varios años en Grecia. Esos contratos implicaron un aumento de la deuda. Podemos citar varios ejemplos que saltaron a los titulares de la prensa en Grecia:
— El escándalo de los submarinos alemanes (producidos por HDW, que fue absorbida por Thyssen) por un valor global de 5.000 millones de euros —submarinos que desde el comienzo presentaban el defecto de escorarse enormemente hacia…la izquierda—, y de tener un equipamiento electrónico defectuoso. (…)
(…)— Varios contratos firmados con la transnacional Siemens, acusada —tanto por la justicia alemana como por la griega— de haber pagado comisiones y otros sobornos al personal político, militar y administrativo griego por un monto de cerca de 1.000 millones de euros. El principal dirigente de la firma Siemens-Hellas, que reconoció haber «financiado» a los dos grandes partidos griegos, huyó en 2010 a Alemania, y la justicia alemana rechazó el pedido de extradición realizado por la justicia griega.(…)
(…) Con respecto al período anterior a la crisis de 2010, la auditoría también tendrá que investigar la intervención activa de Goldman Sachs en el maquillaje de las cuentas de Grecia y el impacto que eso tuvo sobre la deuda. Así mismo, habrá que demostrar el efecto de los regalos brindados por las autoridades griegas a los bancos griegos (…)
(…) Conclusión. La auditoría demostrará que una parte muy grande de la deuda griega contraída tanto en el período precedente a la intervención de la Troika, como en el posterior, es ilegitima, ilegal, odiosa e insostenible. La auditoría revelará así mismo, la responsabilidad de los que se beneficiaron de ésta, tanto en Grecia como en el ámbito internacional: en los medios financieros, en el de las grandes empresas industriales, así como en el corazón de las instituciones europeas. (…)
(…) Como Zoe Konstantopoulou declaró el 7 de marzo de 2015 a Le Monde, «El pueblo tiene el derecho de pedir que la parte ilegal de la deuda, si la comisión la verifica, sea eliminada.»
Reproducimos los principales pasajes de este reciente artículo que Eric Toussaint publicó en http://cadtm.org/