Así como el CONICET desautorizó en su oportunidad al Dr. Andrés Carrasco por sus investigaciones sobre los efectos teratogénicos del Glifosato, el decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Juan Marcelo Cornero, presentó un pedido de sumario administrativo al Consejo Superior de la UNC contra el Dr. Medardo Ávila Vázquez y su equipo de trabajo que realizó un estudio epidemiológico en la localidad de Monte Maiz.
Se trata del relevamiento llevado adelante en la localidad cordobesa, ubicada a 300 kilómetros al sur de la capital provincial, en octubre de 2014 por este equipo que durante cinco días realizó 4954 encuestas a vecinos, de una población total de 8.000 habitantes.
“Fueron muchas las conclusiones que obtuvimos al estudiar los datos pero, quizá, las dos más impactantes fueron que la cantidad de casos de cáncer triplicaba la media nacional y que los abortos espontáneos eran tres veces más frecuentes que lo habitual”, describió el especialista, integrante de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados.
Según la solicitud, el decano de agronomía considera que “el equipo se extralimitó en las actividades autorizadas” afirmando que “la situación se agrava por considerar que Ávila Vázquez habría difundido, anticipadamente en la comunidad e inmediatamente en los medios masivos de comunicación, los datos de la investigación de manera engañosa”.
“Durante la investigación ya me habían amenazado. Lo que nos pedían era que entregáramos los resultados al decano de la Facultad de Medicina y de lo que se nos acusa es de haber difundido la información a la población en forma anticipada”, indicó el médico.
Una vez más es evidente que cuando se hace pública una investigación que pone en duda la inocuidad para la salud humana y ambiental de los agentes químicos profusamente utilizados en el modelo de producción agropecuario predominante en nuestro país, aparecen los “supuestos guardianes” de la “rigurosidad científica” que ponen en duda y/o descalifican dichas investigaciones.
Este tipo de prácticas tendiente a “desacreditar” a los científicos que se oponen a los productos de Monsanto y advierten sobre los posibles riesgos para la salud que llevan asociados es el  “Modus Operandi” de la multinacional en todo el mundo.
En este caso ni siquiera se guardan las formas, la Facultad de Agronomía de la UNC que realiza el pedido de sumario a Ávila Vázquez tiene como Secretario General al ingeniero que firmó el informe de impacto ambiental para que se instale la planta de Monsanto en Malvinas Argentinas, Jorge Omar Dutto.
El estudio de Ávila Vázquez se suma a la evidencia recolectada en los últimos años que demuestra la relación directa que existe entre la exposición a agrotóxicos de manera sostenida con el crecimiento de casos de cáncer y otras graves enfermedades.
Mientras tanto, los gobernantes en lugar de tomar medidas continúan el modelo de desmonte y monocultivo, que va indisolublemente ligado a los agrotóxicos.
Es urgente prohibir por ley el uso de agrotóxicos y poner en marcha un plan de agricultura sustentable, que nos permita recuperar la tierra que durante años ha sido devastada por la implementación de este modelo.
Desde el MST nos estamos preparando para enfrentar y frenar la sanción al Doctor Ávila Vázquez con la movilización de la comunidad universitaria, la CTA Córdoba, la asamblea de Malvinas y muchas organizaciones ambientalistas.
Este intento de persecución pone en evidencia la pelea de fondo entre dos modelos de universidad, la que quiere el Decano de Agronomía es una Universidad al servicio de las grandes corporaciones contaminantes, mientras nosotros luchamos para que los conocimientos que se generan en una UNC abierta y democrática sean puestos al servicio de los sectores populares.

Raúl Gómez. Profesor Adjunto e Investigador de la UNC. Candidato a gobernador MST-Nueva Izquierda