La semana pasada visitó la Argentina el español José Miguel Mulet, autor de «Comer sin miedo». En él hace la defensa del modelo del agronegocio con su combinación de semillas genéticamente modificadas y uso masivo de agrotóxicos. Pasó por la Feria del Libro de CABA, por la UBA, el Ministerio de Agricultura y en Córdoba suspendió su conferencia por presuntas amenazas. En este artículo polemizamos con sus posiciones y también analizamos el sentido político de su llegada a nuestro país.
La producción mundial de comida está concentrada en muy pocas empresas transnacionales. Monsanto, Cargill, Nidera, Syngen-ta y algunas pocas más tienen el control monopólico de la producción. La comida entró en el circuito de la mercantilización capitalista con su lógica que se subordina a la rentabilidad privada, no a las necesidades sociales o ambientales de la mayoría de la gente. Este proceso que llevó décadas hoy está en debate. Organizaciones sociales de todo el mundo se movilizan cuestionando el parámetro que organiza la actual producción y que tiene derivas terribles en materia de salud. Visto este avance crítico, las corporaciones intentan disputar en el terreno de la hegemonía ideología con su verdad interesada a favor del agronegocio. La estrategia es desprestigiar con operaciones distraccionistas a los portavoces de las más duras críticas del modelo dominante.
Mulet o el Fukuyama del modelo Monsanto
Hace unos años, después de la caída del Muro de Berlín, el politólogo yanqui de origen japonés Francis Fukuyama escribió el libro «El fin de la historia y el último hombre». En él desarrolla una tesis: el capitalismo tiene muchos problemas, pero es el único sistema posible, por lo tanto es casi un destino inexorable. De la misma manera, el libro de Mulet «Comer sin Miedo» aplica la misma tesis de la «inevitabilidad» al modelo del agronegocio: la matriz basada en los transgénicos usa glifosato en escala masiva, es cierto que tiene consecuencias en la salud, pero no se puede producir comida sin eso. Hay que aceptarlo y el que lo critica es un «fanático ideologizado». Ese es el esquema argumental. Entonces, resulta ser que la propuesta de agroecología es «inviable», no garantiza «comida al mundo entero» y no puede prescindir de agroquímicos como el glifosato, que por otra parte no es más dañino «que el mate» (Mulet dixit). Con estas posiciones e invitado por MAIZAR la cámara que nuclea a las principales semilleras del país- y después de reunirse con el ministro de agricultura nacional, el español motorizó una campaña mediática para victimizarse por presuntas amenazas. En sus presentaciones fue increpado por militantes socioambientales, sin que en ningún caso se pasara a mayores. Antes de su llegada a Córdoba, por las redes sociales parte de ese activismo se organizó para ir a polemizar personalmente con Mulet. En ese movimiento participó Sofía Gatica, referente de las Madres de Ituzaingó y ejemplo de lucha contra Monsanto. Mulet entonces, utilizó esa movida en las redes para montar una escandalosa victimización profusamente difundida por el principal multi-medios cordobés. Típica opereta de un provocador explícito. Nuestra solidaridad con Gatica. Pero ahora expliquemos nuestra posición antagónica a la de este escritor.
Liberar la comida del secuestro del capital: soberanía alimentaria
El modelo de producción actual causa desastres en el campesinado y en poblaciones fumigadas con agrotóxicos. Por lo tanto, hay alternativa y de hecho hace falta frente al modelo actual. Tiene que garantizar varios objetivos: el derecho a la alimentación de la mayoría; recuperar el control sobre lo que comemos y cuidar la salud y el medio ambiente del impacto de esa producción. En concreto:
Reforma agraria, recolonización del campo con incorporación intensiva de mano de obra humana
Agricultura de proximidad. Que la comida no viaje miles de kilómetros. Producción local de estación y comercialización directa en las ciudades. Sortear la intermediación que especula y encarece. Control fitosanitario por los productores y consumidores bajo amparo estatal
Prohibir el uso del glifosato y todo agroquímico lesivo para la salud humana
No a la privatización de las semillas
No a la transgénesis en manos de las corporaciones del agronegocio. Uso de la ciencia y la tecnología para beneficio del 99 % de la gente y no para el 1 % de los capitalistas
Mariano Rosa, coordinador de la Red Ecosocialista
VIERNES 5 DE JUNIO 9 A 17:30 hs JORNADAS NACIONALES E INTERNACIONALES DEL COLECTIVO SANITARIO «ANDRÉS CARRASCO»
INTEGRANTE DE ALAMES
- Salón del Consejo, Facultad de Medicina uba Paraguay 2155 1º piso
- 9:00hs – Apertura – Jorge Yabkowski – Pte. de FESPROSA
9:30hs – Mesa 1
El modelo sojero – Impacto de los agrotóxicos en la salud humana (una visión desde los trabajadores de la salud) –
Medardo Avila Vázquez – Médicos de Pueblos Fumigados –
Patricia Vigna – Médica Generalista – Red de Salud Socioambiental – FAMG-
Ingeniero Claudio Lowy – RENACE – Red Nacional Ecologista
Coordina: María Fernada Boriotti – SIPRUS – Santa Fe
11:15hs – Mesa 2
Extractivismo y Salud en América Latina – Erika Arteaga ALAMES Ecuador-
Moderador – Damián Verzeñassi – Universidad Nacional de Rosario
12:45 hs – Presentación de la Campaña Nacional – SI A LA VIDA – NO AL GLIFOSATO – PROHIBICIÓN YA
13:00hs – Almuerzo
14:00hs – Mesa 3
La gobernanza global en salud ¿ Derechos o Plutocracia? – Nicoletta Dentico Directora de Health Innovation in Practice – Ginebra – Vpta. del Observatorio Italiano de salud Global-
Modera Viviana García – CICOP – Buenos Aires
15:30hs – Mesa 4
Medicamentos y políticas públicas de salud – Potencialidades y límites de la Producción Pública –
Medicamentos huérfanos – Noemí Alemany -SISPROSAPUNE Neuquén-Marcelo Beltrán – CICOP-Buenos Aires –
Misoprostol y APS – Viviana Mazur – AMG –
Cooordina Gonzalo Moyano – Red de Medicamentos de ALAMES-
17:15 – Plan de Trabajo del Colectivo Andrés Carrasco –
17:30 – Cierre del Encuentro
Campaña. No al glifosato, sí a la vida
Los abajo firmantes convocamos a toda la comunidad, a sus organizaciones sociales políticas y sindicales, a los defensores del medio ambiente y la salud a desarrollar una campaña nacional por la prohibición del glifosato. Hace pocas semanas la OMS declaró al glifosato potencialmente cancerígeno… Esta declaración confirma las investigaciones del investigador y luchador argentino Andrés Carrasco y corrobora las denuncias de diversas ONG entre ellas Médicos de Pueblos Fumigados. El glifosato es parte del paquete tecnológico promovido por Monsanto y otras multinacionales que incluye la soja, el maíz y otros cultivos transgénicos. Si bien no es el unico herbicida de alta toxicidad (existen otros como el Endosulfan o el Paration, por ejemplo) por su volumen y extensión es el mas peligroso para al salud de los argentinos. 320 millones de litros anuales vertidos sobre campos y poblaciones es una cifra de por si escalofriante. Es necesario que unamos todas nuestras fuerzas para lograr la prohibición del glifosato, abriendo un amplio debate sobre la necesaria reconversión de nuestros agronegocios. Éste es el sentido y la finalidad de esta campaña nacional, la que por su envergadura debe ser capaz de interpelar a los poderes públicos nacionales y provinciales.
Sí a la vida, no al glifosato ¡prohibición ya !