El 2/9 se votan los consejos directivos nacional, provinciales y seccionales, para conducir ATE durante los próximos cuatro años. Y se harán con un panorama muy complejo: cuando más necesitamos un ATE fuerte y unido, se desarrolla una crisis profunda en nuestro sindicato.
Todos somos conscientes que van a profundizar las políticas de ajuste. Cualquiera de los “tres presidenciables” han declarado su voluntad de reducir presupuestos, masa salarial y devaluar agravando la inflación, licuando los salarios y avanzando con la precarización. Por eso necesitamos un ATE autónomo de los gobiernos, democrático y combativo que se plantee convocar a la unidad en la acción y a desarrollar el conflicto en defensa de nuestras conquistas y puestos de trabajo.
La crisis de la Lista Verde, hoy dividida en dos a nivel nacional (Verde y Verde-Blanca) y fragmentada en las provincias nos mete en una pelea de aparato ajena a nuestras necesidades, dejando de responder a los reclamos y conflictos de muchas provincias que quedan condenados al aislamiento.
ATE Nacional así no va más. Y esta dinámica no va a cambiar si el gremio sigue atado a sectores dedicados a su compulsa interna, alejados de las bases. Que ha sido vacilante en enfrentar al gobierno hasta el final y que sigue con un modelo sindical que fue borrando aquélla consigna que nos unió cuando recuperamos nuestro gremio de manos de la dictadura; hoy en ATE no manda la asamblea. El estatuto de lista completa, no sólo se parece más al modelo verticalista de la CGT, sino que pone en riesgo la división o rupturas de nuestro gremio porque el que gana se lleva todos los cargos.
Ante esta crisis y las necesidades de enfrentar el ajuste que se viene, hubiera sido positivo que se construyera una sola lista nacional opositora, amplia y con todo el activismo combativo y de izquierda como le propusimos a la Bermellón y otros sectores. Lamentablemente, el sectarismo de la Bermellón primó y dividieron a la oposición. Ante esto, desde Alternativa Estatal junto a cientos de compañeras y compañeros independientes y delegados de ATE de todo el país, lanzamos la lista Naranja-Lila convencidos de que hace falta algo nuevo, con un programa que defienda todas nuestras reivindicaciones como trabajadores estatales. Y donde sea prioritaria la lucha por los derechos de la juventud que entra al Estado a sufrir la precarización y los bajos salarios. Hicimos una lista que propone un modelo sindical combativo y democrático, basado en las asambleas y consultas a los trabajadores y trabajadoras, como expresión de una izquierda amplia y unitaria que hace falta en la vida sindical y política del país.
Recuperar ATE para los trabajadores, no sólo representa una necesidad, sino un desafío y un compromiso para quienes luchamos diariamente en todas las reparticiones. Con la convicción de que debe ser un instrumento de democracia sindical para impulsar la lucha en defensa de los intereses de los estatales, recuperar un salario digno para nuestras familias, terminar con la precarización y que todos estén en la planta permanente. Y para que los presupuestos del estado estén al servicio de las necesidades populares y no de financiar las políticas de ajuste, la deuda externa y los intereses del sector privado.
Agrupación Alternativa Estatal