La ola de refugiados que llega a Europa es un fenómeno de la barbarie del sistema mundial capitalista. Como si fueran enfermos contagiosos, la Europa imperialista les cierra las fronteras y financia al estado turco para que retenga la mayor cantidad posible en su territorio. Por otro lado la intervención de Rusia aviva la migración sumándose así a todas las potencias imperiales que intervienen agravando la situación solo para satisfacer sus intereses.