Delegaciones de casi todo el país de ATE-SAF viajaron a Buenos Aires a pedir una reunión con el ministro Buryaile. Hicieron tres días de acampe en la puerta del Ministerio. Resistieron aunque la Federal amenazó con aplicar el protocolo y reprimir. Recibieron la solidaridad de numerosas organizaciones sindicales y políticas, entre ellas delegados y activistas de Alternativa Estatal y el MST.
Lamentablemente, los dirigentes de la Junta Interna de ATE Agroindustria no apoyaron el acampe ni hicieron una campaña de apoyo activo entre los trabajadores del Ministerio. Sus intereses burocráticos y la disputa interna de ATE primaron sobre las necesidades de los compañeros despedidos.
El lunes 14, Buryaile recibió al secretario general de ATE Nacional, Hugo Godoy. La fuerza de la lucha logró reincorporar a tres delegadas de Jujuy que habían sido despedidas. Se les garantizó la continuidad del organismo y de los más de 1.300 contratados, hasta fin de año. También se conformará una mesa de negociación por los 13 despedidos restantes. Es un paso adelante y una muestra clara de que el ajuste macrista se enfrenta con unidad, organización y lucha.