La UTS/FeSProSa, junto a otros gremios y sectores, viene defendiendo a la salud de los ataques del ministro Fortuna que cuenta con el apoyo de la traidora conducción del SEP (Sindicato de Empleados Públicos). Despidos, precarización, caída de contratos, vaciamiento hospitalario y salarios de hambre son el telón de fondo de una crisis que se profundiza.
El gobierno de Schiaretti sintió el golpe de la primera marcha blanca cuando miles nos movilizamos en contra de su ajuste en el sector. Además de la justeza de nuestros reclamos, la marcha mostró la debilidad del otrora poderoso SEP y el crecimiento de otros gremios como la UTS. Acto seguido, el gobierno fortaleció su histórica alianza con el SEP, con el difícil objetivo de recomponer su imagen frente a los trabajadores de la salud. El gobierno intenta ayudar al SEP a capear su fuga de afiliados hablando contra la “dispersión sindical”. A cambio, éste mira para otro lado ante los despidos con los que el gobierno pretende atemorizar a uno de los sectores más precarizados de la planta estatal -50% de los trabajadores de la salud están contratados-.
Construyendo la segunda marcha blanca
Junto a los trabajadores que exigen la continuidad del Programa Médicos Comunitarios y a los residentes que reclaman derechos laborales, el resto de los trabajadores de la salud continuamos movilizados exigiendo una paritaria de específica de nuestra actividad, salarios dignos, el pase a planta de los 5.000 contratados y en rechazo de la reforma previsional de Schiaretti y por el 82% móvil.
Garantizar que esta nueva marcha blanca sea otro duro golpe al plan de destrucción de la salud del gobierno depende de los sectores que nos hemos movilizado y de la unidad que logremos construir.
Los que hacemos vida al interior del MST y de Alternativa Colectivo de Salud impulsamos la unidad más amplia para defender la salud pública -que como decimos- nos duele a todos.
Gastón Vacchiani