Ese grupo, socio menor del FIT, ha dedicado una página entera de su periódico (1) a atacar con una sarta de mentiras a nuestro partido, el MST-Nueva Izquierda, y a nuestra corriente internacional, con los cuales rompieron. Sectarios y escépticos, no disimulan su vocación autorreferencial y alejada de toda disputa por el movimiento de masas.
Su versión de la crisis, que los llevó a romper con nuestra corriente, es completamente falaz y plagada de calumnias. Comenzando porque nunca aceptaron la realidad de ser una minoría tanto en el plano nacional como en el internacional. Ni aceptaron apelar al debate colectivo y a la resolución democrática de la crisis con la realización de un congreso como les propusimos. Pese a nuestra política principista y a todas las garantías democráticas que les dimos y que incluyeron publicar dos periódicos del mismo partido, desarrollaron métodos fraccionales incluyendo su fallida pretensión de intentar apropiarse del nombre de nuestro partido. Como buen grupo pequeñoburgués, en lugar de poner el centro en el debate político y avenirse a resolver las diferencias mediante un método obrero, prefirieron romper.
En su nota, IS también repite sin vergüenza la calumnia de que fuimos «aliados de La Rural» durante el conflicto del campo en 2008. Lo cierto es que ellos tuvieron la misma línea que nosotros: cuestionar la Resolución 125 (que al imponer retenciones iguales para todos beneficiaba a los pools sojeros y hundía a los pequeños productores) y exigir retenciones segmentadas. La dirección de IS niega de manera vergonzante su pasado con tal de adaptarse a la dupla que conduce el FIT: el PO y el PTS.
IS abandonó la concepción revolucionaria de construir partido para disputar la dirección de sectores de masas, lo que incluye participar de alternativas más amplias. Por eso hoy quedaron reducidos a casi nada en Venezuela y Brasil, mientras que en nuestro país IS es apenas un lamentable furgón de cola del PO. Esto contrasta con el avance de nuestros partidos hermanos Marea Socialista (Venezuela) y el MES-PSOL (Brasil), así como el del MST acá.
A nivel sindical, en lugar de practicar y aceptar la democracia obrera, la conducción de IS terminó adoptando métodos burocráticos. Como muestra, basta ver lo que opinan los trabajadores del FC Sarmiento (ver carta), demostrando hasta donde este grupo se adapta a lo peor de lo peor, con tal de defender un pequeño aparato.
P. V.
1 El Socialista Nº327, 21/9/16.