El rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) es afín al gobierno macrista: integra el Consejo Presidencial Argentina 2030, un grupo de intelectuales que elabora fundamentos para avalar las políticas oficiales y avanzar en la privatización educativa.
La reforma del rector Juri es la prueba de ensayo de un plan más general que, en caso de resultar exitoso, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) intentará imponer al resto de las universidades nacionales.
Vienen por la autonomía universitaria
La reforma de Juri busca profundizar la injerencia de las empresas en la universidad, incorporando al Consejo Superior el flamante Consejo Social Consultivo, integrado por representantes de las cámaras empresariales de Córdoba, ONGs y la burocracia sindical de la CGT. Con la excusa de buscar fuentes de financiamiento, profundizaría los convenios con sectores privados -como el fallido acuerdo del decano de Agronomía con Monsanto-, en un franco atentado contra la autonomía universitaria.
Por otro lado, el rector apoyado por Franja Morada intenta maniobrar para que, aun otorgando la elección directa de autoridades, las camarillas que controlan la UNC mantengan su poder. Para esto, pretende dividir a la comunidad universitaria en ciudadanos de primera y de segunda. Propone un sistema de elección directo con ponderación simple donde se necesitarían 20 votos de estudiantes para igualar 1 voto docente. Una posición anti democrática, versión universitaria del voto calificado.
Lxs dueños del pabellón
En oposición a esta reforma, lxs estudiantes tomamos el pabellón Argentina, donde debía sesionar la asamblea universitaria que aprobaría este proyecto. Sobre la base del rechazo al Consejo Social Consultivo y a la ponderación simple de Juri, se conquistó un primer triunfo: impedir que la asamblea se realice. Hace años venimos impulsando los debates necesarios para conquistar una verdadera democratización de la UNC. La elección directa de autoridades unipersonales, reclamo histórico que venimos levantando lxs estudiantes, sería un primer paso.
En este punto, se abre un debate necesario: ¿Qué modelo de democracia universitaria queremos? Hoy existen dos posiciones claras. Por un lado, la del grupo de decanos K -que durante 9 años prometieron la elección directa y no cumplieron- junto a La Bisagra y La Mella/Patria Grande. Proponen una doble ponderación según la cual el valor de los votos no sólo dependería del lugar que se ocupe en la “jerarquía académica”, sino también, de la facultad a la cual pertenezcan los votantes. Bajo el supuesto de que lxs estudiantes de las facultades mayoritarias votarían a la derecha y tomando como modelo las instituciones más reaccionarias de nuestro país, como el Senado, sostienen una propuesta que profundiza la lógica pregonada por la LES: que lxs estudiantes no tenemos la misma capacidad que alguien que ya obtuvo un título universitario para elegir un proyecto político/académico. En la práctica, esta propuesta significa que el voto de un docente de trabajo social, por ejemplo, equivaldría a 17 votos de estudiantes de la misma carrera y a ¡108 votos de estudiantes de medicina!
Por otro lado, desde la Juventud Socialista, entendemos que, como decían los reformistas del ‘18, lxs estudiantes somos el pueblo de la universidad y como tal tenemos el derecho de elegir nuestro propio gobierno. Por eso, proponemos la elección directa de autoridades donde cada miembro de la UNC valga un voto, independientemente del claustro y la facultad a la que pertenezcan. Para que el debate sobre el modelo de universidad que queremos se deje de dar entre cuatro paredes y comience a darse en toda la comunidad universitaria.
La democracia no se pacta, se construye
Estamos convencidos de que si todxs estudiamos, todxs decidimos, por eso en la asamblea interfacultades, desde la JS del MST impulsamos exigirle al rector que el método de elección de autoridades se resuelva a través de un plebiscito vinculante donde participe toda la comunidad universitaria. Garantizando que en cada unidad académica se abran todos los canales democráticos de participación para que se conozcan a fondo los proyectos de reforma que existen.
Esta propuesta contó con el apoyo de la mayoría de la asamblea, demostrando que es el mejor camino para construir la democracia que hace falta en la UNC y terminar con la rosca y los acuerdos entre camarillas.
El próximo 15 de diciembre tenemos un nuevo desafío. Impedir la asamblea universitaria que Juri ha convocado, por primera vez en décadas, fuera de la ciudad de Córdoba.
Si le frenamos la mano a Juri y a Macri, estaremos en mejores condiciones de conquistar un modelo de universidad sin injerencia empresarial, donde todxs podamos decidir qué educación queremos y avanzar en el camino de poner el conocimiento que producimos al servicio de las necesidades sociales.
Lina Ávila