Las elecciones en SUTEBA despertaron expectativa en un sector, preocuparon a la burocracia y al gobierno y fue seguida con interés ya que nunca tuvo tanta prensa la disputa entre la Celeste de Baradel y la opositora Multicolor. 

En un calco de elecciones anteriores, la Celeste fraguó cifras para hablar de un supuesto «triunfo por más del 70%…». Pero, pese a esos indicios fuertes de fraude, lo cierto es que los miles de fiscales y docentes que hicimos campaña por la Multicolor no logramos revertirlo y desbancar a la Celeste en más distritos ni disputar provincialmente.

El freno al conflicto condicionó la elección

La traición al conflicto y el planchazo impuesto por la burocracia limitó a la Multicolor, pudiendo retener sólo 8 de las 9 Seccionales disidentes, sumar una pequeña como Madariaga y ver cuestionado el resultado en el estratégico SUTEBA La Plata (ver nota), ante un total de 112 distritos. La entrega de una lucha tan importante generó desánimo y desmoralización, sobre todo en los que más pararon. Eso explica la baja participación y caída de votos a la Multicolor en distritos claves.
A diferencia del 2013, la Multicolor no fue un fenómeno ni vista por el conjunto como opción para reemplazar a la burocracia. La bronca a Baradel por su tregua con el PRO se expresó en desafiliación, descreimiento hacia SUTEBA y baja participación pues casi la mitad de los afiliados no fue a votar.
En ese marco se retienen las Seccionales Matanza, Quilmes, Tigre, Berazategui, Bahía Blanca, Ensenada, Escobar y Marcos Paz. Y se suma Madariaga, distrito pequeño donde votaron poco más de 100 afiliados (la Multicolor ganó 70 a 41). También hubo buenas votaciones en Lanús, San Isidro, Avellaneda, Gral. Sarmiento, San Fernando, Moreno, Merlo, 9 de Julio y Mar del Plata, aunque no alcanzaron para ganar.

La oposición gana 9 distritos y La Plata

Hay un sabor amargo en La Plata, segundo distrito Multicolor en importancia, con 2.500 afiliados. La Celeste dice haber ganado por 6 votos (793 a 787 votos), pero desde la Multicolor impugnamos urnas donde montaron una adulteración fraudulenta del padrón al incorporar 252 personas ajenas a la docencia.
Con estudiantes universitarios, del Fines, funcionarios y militantes afines al PJ-FPV que nunca trabajaron como docentes. Por eso se pide una nueva elección con padrón depurado. Lo que pase no es menor porque el «avance de la Multicolor» que dice ver PO no será tal si la burocracia vuelve a hacerse de La Plata.
Además, hubo importantes votaciones de la Multicolor, pero en 35 distritos que incluyen las Seccionales del conurbano, otras Multicolor, más Gral. Rodríguez donde dirigió la oposición y Mar del Plata, hubo un leve incremento del 5% en los votos de la Multicolor y del 15,5% para la Celeste. La diferencia, a favor de la Celeste, subió de 828 votos en 2013 a 2.550 votos este año.
Esto significa que, en esas Seccionales que concentran el 73% del padrón de SUTEBA, en 2013 la Multicolor casi empardó a la Celeste. Pero ahora la brecha se estira al 53% a la Celeste y 47% a la Multicolor, sobre 35 distritos que concentran las 3/4 partes de afiliados a SUTEBA.
Esto es así porque la Multicolor sacó menos votos que en 2013 en 10 de esos distritos, entre ellos Quilmes, Bahía Blanca, La Plata y Marcos Paz; además de Lomas, Varela, Lanús, Pilar, San Isidro y Vicente López. De las Seccionales que conduce, la Multicolor bajó más en Quilmes (con 224 votos menos que en 2013, se perdió el 19% de los votos) y en Bahía Blanca, donde bajó casi el 8% de los votos (72 menos fueron a votar a la Multicolor), mientras la Celeste aumento 24% respecto del 2013, siendo Bahía el distrito con más bajo nivel de participación. A su vez, la Multicolor mantuvo casi igual votación en otras 3 de esas 35 seccionales.

La necesidad de la unidad y postular a la Multicolor

Esto surge de un análisis más reflexivo que el triunfalismo con que Tribuna Docente-PO busca justificar el resultado. Sobre todo cuando definieron a esta elección como «oportunidad histórica». Eso era así por la bronca con el gobierno; por la extraordinaria instalación mediática como la lista que aspiraba a «destronar a Baradel»; por el desastre al que llevó la Celeste; porque hubo lista única de oposición y más listas Seccionales, yendo esta vez dividida la Celeste en algunos distritos.
Pero para dar un salto y capitalizar, había que postular a la Multicolor y, como alertamos aspirando a corregir, eso no se hizo. Quienes encabezaron la Multicolor, en particular Tribuna-PO, no postularon a los SUTEBA Multicolor como alternativa para superar las agachadas y limitaciones de la burocracia en el conflicto (ver nota).
Para ganar se requería también valorar la unidad, pero PO dejó correr la idea de una campaña exclusiva y personalizada en su referente, sin desmentir a la prensa hegemónica. PO quiso el monopolio de la unidad y no fue bien visto. El relato sobre la «lista de PO» sirvió a la Celeste para fidelizar su base y sectores en disputa. Para ganar más Seccionales y un gremio como SUTEBA la clave es destacar la unidad y pluralismo de la Multicolor, pero se hizo lo opuesto y jugó en contra.

Te invitamos a sumarte

Se dio una gran pelea a un aparato millonario, con prebendas, padrones inflados y maniobras de todo tipo como ubicar a sus votantes y cambiar a los de la Multicolor para que no voten. Por eso agradecemos el compromiso y participación de todxs los que colaboraran y votaron por otro SUTEBA, que represente a las y los docentes, que luche por el salario y la escuela pública, independiente de todos los gobiernos.
Un importante sector tiene en la Multicolor una referencia. Debemos profundizarlo con mayor democracia, iniciativa y postulación, ante una burocracia con 30 años de entregas. A vos y a los cientos de fiscales y activistas de la campaña que desplegamos juntos, los invitamos a sumarse para eso.

Alternativa Docente, SUTEBA Multicolor