Cristina Kirchner ocupa desde hace un tiempo las paginas y pantallas de la mayoría de los medios. Más alla de los «tiroteos» electorales. ¿Cuál es el proyecto que propone el kirchnerismo? Esbozamos algunas respuestas desde la óptica socialista.
Sentada en el centro la escenografia, frente al coro de sus periodistas prefereidos y con la «barra» en la puerta del canal, Cristina se explaya en explicaciones y puntos de vista. Habla de la deuda y los precios, del 2×1 y los servicios, de propios y extraños, como si los ultimos 12 años y los ultimos 15 meses no fueran para ella más que un campo de análisis que observa desde una plataforma alejada.
Ella, la vocera de un aparato disgregado
La expresidenta elige un lugar cómodo para expresarse, más que como la candidata en campaña que mide la situación y estira hasta el ultimo momento su definición, parace estar más allá del bien y del mal.
Quizás por eso cuando le piden autocrítica resbala responsabilidades hacia sus socios de la última elección, que le votaron la mayor parte de las leyes al macrismo. Quizás por eso cuando habla del 2×1 se olvida de Milani. Quizás, como se siente intocable, disputa con CEOs gobernantes sobre cómo debe ser el verdadero capitalismo. Inclusión vía consumo, impuesto al trabajo, precios cuidados y construcción de una oposición legislativa responsable que «ayude a encausar la economia».
Entendemos que haya muchos compañeros y compañeras que ante la estrepisosa estafa del macrismo (en eso coincidimos con Cristina) vean con buenos ojos los planteos de la expresidenta. Pero nos proponemos debatir algunos ejes que ella obvia y que constituyen las claves del final de su gobierno y el triunfo electoral de Macri. Justamente por eso, en lugar de creer en el «vamos a volver» apostamos a una alternativa desde la izquierda.
La deuda es una estafa ¿Hay que pagar o no hay que pagar?
Cristina explica en la entrevista que tiene miedo que sus nietos terminen como ella (sic), desde los ’80 hasta que llegó Néstor Kirchner en movilizaciones contra la deuda y el FMI, mientras que en otro pasaje explica que en esa época no había partido politico o movilización que no pidiera terminar con la deuda. En contradicción con sus dichos, mientras durante los 80 y 90 la izquierda y muchos sectores de trabajadores nos organizábamos y movilizábamos contra el pago de la deuda, mientras Alejandro Olmos presentaba su maravillosa denuncia contra esta estafa contra el pueblo, Cristina y Néstor Kirchner gobernaban Santa Cruz de la mano de Menem, responsable de un crecimiento exponencial de la deuda externa. Su partido, el PJ, no sólo no pedía salir del FMI, ni se movilizaba, sino que fueron los responsables fundamentales del endeudamiento desde 1989 hasta 2015 (con un breve intervalo de 2 años de gobierno de De La Rúa) es decir, 24 de 26 años.
Si analizamos sólo su mandato, la deuda pagada a los organismos internacionales es la más grande de la historia, el país no salió del FMI, sino que «regularizó» su situación y volvió a recibir sus auditorías. Más allá de este dato contundente de la experiencia, Cristina tampoco nunca se pronuncia contra el pago de la deuda. Es decir, es coherente con su historial.
Servicios, tarifas y más
Haciendo una comparación poco feliz entre Recoleta y Constitución, Cristina explica que los servicios tienen que cobrarse según su consumo y no de acuerdo a la ubicación social de quien los utiliza. No compartimos para nada ese criterio, entendemos que los servicios públicos son un derecho básico y no pueden ser motivo de negocio, como lo son hoy en Argentina y lo fueron durante su gobierno. Pero además, mientras en la Recoleta o Puerto Madero durante el gobierno K la boleta del gas rondaba los 30 o 40 pesos, por un consumo equivalente, una familia neuquina (que vive al lado de un pozo de gas pero no tiene acceso a ese recurso por red) pagaba 4 veces más consumiento garrafas. Y las mineras y petroleras usan y usaron el recurso agua y energía eléctrica de manera obscena y con precios diferenciales. Es decir, lejos de un Estado del «lado de los más débiles» el Estado en la decada K permitió el enriquecimiento de sectores empresariales que lucraron con lo que es de todos.
Cualquiera que recuerde la escalada inflacionaria sabrá de sobra que los «precios cuidados» fueron más un maquillaje que un programa que permitiera cuidar el bolsillo de los trabajadores. Y la declaración de emergencia alimentaria, laboral y farmacologica que propone ahora Cristina está en manos de su bloque parlamentario, el más grande en ambas camaras. ¿Porque no lo proponen?
Por ultimo, parece una desfachatez referirse al 2×1 y a los genocidas que pueden quedar en libertad, cuando ella colocó a un genocida al frente del ejército.
Vamos a volver… a Santa Cruz
Cristina dio varios ejemplos de Santa Cruz en el marco de su extensa entrevista, lo que no dijo en ningún momento que su cuñada, Alicia, acaba de decretar la suspención del pago de los aguinaldos, no dió un peso de aumento de sueldos y no les paga los salarios a los trabajadores y trabajadoras estatales. Tampoco dice una palabra de la represión contra los descontentos con esta situación.
Por eso, si estás pensando la mejor manera para enfrentar al macrismo, te proponemos que te animes a golpear con una alternativa de izquierda, coherente y que siempre está del lado de los trabajadores. Que enfrenta al macrismo en la calle y quiere ser tambien un freno en el congreso.
Mientras la jefa del PJ reivindica la victoria del capitalismo sobre el socialismo, nosotros te proponemos creer que es posible dar vuelta todo, que lo que está demostrando que no va más es el capitalismo, que frente al gobierno de CEOs y la vuelta al pasado surge una izquierda que se une y es la mejor herramienta para pararles la mano. Animate.
Martín Carcione