Venimos de protagonizar una fuerte lucha que logró derrotar la política del gobierno de Arcioni y el plan ajustador de Macri y el FMI.
Chubut mostró que se les puede ganar, dejando abierto el escenario de más reclamos, como así también la necesidad de construir otro proyecto político para la provincia y el país desde y para lxs trabajadorxs.
Laboratorio del ajuste de Macri y el FMI
Como fuimos planteando en distintos artículos y declaraciones políticas durante todo el conflicto, la situación que vivimos en la provincia concentra elementos centrales del ajuste que Macri y sus cómplices pretenden descargar contra el pueblo. Hoy, conociendo los condicionamientos del acuerdo con el FMI, el plan de Cambiemos de “coparticipar” con las provincias el 50% del ajuste y teniendo presente la respuesta de nuestro pueblo, estamos convencidos que el Chubutazo que protagonizamos anticipa, por sus rasgos y dinámica, más confrontaciones que se desarrollarán en todo el país.
Un provincia en crisis
La corrupción de toda la casta dirigente, una deuda que atenta directamente contra el salario de lxs trabajadorxs y el desarrollo genuino, la tasa más alta de desocupación dentro de las principales ciudades del país, sumado a la presión del gobierno nacional para aplicar el ajuste mediante el pacto fiscal y la entrega del territorio, configuraron el escenario perfecto para la confrontación y una nueva embestida minera. Pero este marco de ajuste, que también se dio en las provincias patagónicas de Tierra del Fuego y Santa Cruz donde pese a la resistencia, tuvo de ganadores a las corporaciones, las gobernadoras cómplices y el ajuste macrista en Chubut no se ha podido aplicar.
Unidad de lxs trabajadorxs
Las razones por las que no han podido avanzar están dadas por varios factores: por un lado, una coyuntura nacional con un gobierno macrista que no logra avanzar como quisiera, sumado a la ilegitimidad del gobierno provincial, más la acumulación de la bronca de los sectores populares que sufrimos el ajuste cotidiano, predispuso a lxs trabajadorxs y al pueblo en su conjunto a salir a luchar.
Fueron más de cuatro meses en los que lucharon el conjunto de lxs trabajadorxs de la administración pública, educación, salud, viales, brigadistas de incendios forestales, auxiliares de educación, entre otros sectores, unificados en el marco de la conformada Mesa de Unidad Sindical y el desarrollo de espacios autoconvocados.
Una cuestión estratégica que se planteó junto a la “unidad de lxs trabajadorxs” en toda la extensa geografía provincial, fue la unión de la lucha sindical a la lucha ambiental (las asambleas ambientales apoyando a los trabajadores y viceversa). Unidad fundamental para frenar la nueva embestida minera en el territorio provincial que, como ya lo dijimos, no es la salida.
Organización y lucha
El elemento decisivo del triunfo fue la movilización y auto-organización de las bases que obligó a las conducciones sindicales burocráticas a ponerse al frente del plan de lucha. Desde cada sector se constituyeron asambleas de base por donde pasó el motor del conflicto, la discusión de medidas y pasos a seguir. Los paros escalonados iniciales con movilizaciones regionales y provinciales, hasta los acampes y ocupaciones de edificios públicos en el marco del paro por tiempo indeterminado, plantearon el escenario de una provincia paralizada que arrinconó al gobierno y logró superar el cerco político y mediático nacional, conquistando la solidaridad de todo el país con la lucha y contra la represión. Y un aspecto no menor es que lxs protagonistas fueron cientos de activistas jóvenes estatales y docentes que son la base de un potencial relevo generacional a escala sindical en la provincia.
La crisis no la vamos a pagar lxs de abajo
La lucha y la movilización hicieron que el gobierno encontrara los recursos que decía no tener. Plata hay, Chubut es una provincia literalmente rica, posee pesca, energía, petróleo, turismo, una de las empresas de aluminio más grande de Sudamérica, etc. y cuenta con una población de solo 560 mil habitantes, pero la matriz productiva se concentra en muy pocas manos y hay un esquema de pagos de deuda externa hasta el 2026.
En el plano nacional, sucede lo mismo: un país rico en manos de un puñado de corporaciones y cómplices que quieren hacernos pagar la crisis que ellos generaron, pero esta vez la consigna “que la crisis no la paguen lxs de abajo” se materializó.
Por la construcción de un nuevo proyecto político
El proceso que vivimos nos deja una enseñanza y una tarea pendiente. La primera es que lo que conquistamos a fuerza de largos meses de lucha no está asegurado como derecho permanente mientras se mantenga esta estructura política y económica, que es servil a una casta política y a las corporaciones. Por eso es la tarea que tenemos pendiente, de poner en pie una alternativa política que se construya desde las bases, reflejando los intereses de la clase obrera, del movimiento de mujeres, de quienes luchan contra la contaminación y el saqueo y de la juventud. Un proyecto político que sea el motor de los cambios de fondo para la provincia, empezando por implementar un proyecto económico alternativo, que destine el presupuesto necesario para salud y educación, con aumento general de salarios y jubilaciones acordes al costo de vida real, aplicando una reforma impositiva donde paguen más los que más tienen, dejando de beneficiar a las corporaciones; destinando el presupuesto a la ley de emergencia en violencia de género y seguir impulsando la pelea por el aborto legal seguro y gratuito junto a todos los reclamos del movimiento feminista y disidente. Nuestra organización, se plantea ese horizonte: nuclear y contribuir a una confluencia unitaria de todxs lxs que acuerden con esta perspectiva.
MST Chubut