Mientras en el Senado de la Nación preparan nuevas trampas, el movimiento feminista y disidente necesita profundizar la movilización como única garantía de lograr el aborto legal. En la plenaria nacional de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, realizada en Buenos Aires el 7 y 8 de julio, no faltaron polémicas al respecto.
Faltan muy pocas semanas para que la ley con media sanción de Diputados se trate en la cámara alta, el Senado. La poderosa marea verde en la Argentina, que forma parte de esta cuarta ola feminista mundial, nos lleva, por primera vez, ante la posibilidad concreta de conquistar este derecho básico tan ansiado para las mujeres y demás cuerpos con capacidad de gestar.
En ese contexto de tensión creciente, la plenaria nacional de la Campaña, cuya concurrencia lamentablemente fue restringida e incluso en parte digitada por la conducción, expresó debates que es preciso profundizar para asumir con toda la responsabilidad que hace falta la recta final de esta lucha histórica. Lo mismo sucedió en la plenaria metropolitana del 14 de julio.
Contra el celeste, más verde
En la vereda de enfrente, entre otres, están Michetti, Vidal y sectores del PJ, neonazis como los de Bandera Vecinal y también las iglesias evangélicas, que preparan una marcha para el 4 de agosto. El Papa y la Iglesia Católica comandan esa contraofensiva que, después de su “sorpresiva” derrota en Diputados, endureció su discurso y multiplicó las presiones anti-derechos.
Frente a esa cruzada medieval, desde que el proyecto de ley de IVE entró en tratamiento en el Congreso empujado por el contundente pañuelazo del 19F, la única herramienta certera que nos permitió avanzar ha sido la movilización masiva. No fue magia: fue ocupar el espacio público, poner juntas nuestros cuerpos en las calles. Así fue la aprobación en Diputados: con la vigilia multitudinaria. Así fue la aclaración de la CGT sobre sus “poco claras” declaraciones: a fuerza de pañuelazo. Y únicamente así será también nuestro triunfo: con un tsunami verde rodeando el Senado hasta que aprueben la ley.
La responsabilidad crucial de las organizaciones y activistas que integramos la Campaña es llevar a cada lugar donde actuamos, trabajo, colegio, facu y barrio, el mayor impulso posible a la movilización permanente feminista y disidente para garantizar nuestro poder más efectivo.
Son preocupantes, entonces, posturas de compañeras de la Campaña que priorizan el “cabildeo” por sobre las iniciativas de acción, que justifican no cortar el Puente Pueyrredón el 24 de julio -día previsto para el puentazo nacional- o que hasta impiden el debate democrático sobre pedirle a la conducción de la CTA Autónoma que postergue sus elecciones del 8 de agosto -día de la votación en el Senado- para potenciar la movilización. Y por supuesto, no es un debate entre posiciones “personales” de referentes u otras compañeras de la Campaña, sino que reflejan la postura de los respectivos partidos o agrupaciones a las que pertenecen, que por acción u omisión les dan la espalda a las movilizaciones que necesitamos construir en unidad.
Concesiones que debilitan
Un debate que interpela de manera directa a tales referentes de la Campaña son las elecciones de la CTA-Perón, bajo la dirección de Cachorro Godoy y Unidad Popular, a realizarse el mismo 8ª. Dicha central está integrada esencialmente por sindicatos docentes y estatales en donde las mujeres somos mayoría.
Pero en la plenaria de la Campaña se impidió un debate democrático sobre la fecha y su respuesta por lo bajo es que las elecciones las van a garantizar los varones que tienen los cargos centrales. Las referentes de UP, el PCR y el Movimiento Evita que participaron de la plenaria justifican la no postergación, que sin duda entorpece la movilización de las compañeras el 8A tanto en las provincias -para venir a la caravana federal- como en la CABA y el conurbano -por las tareas de esa elección.
Otro debate similar que hoy se nos plantea es la marcha por Tierra, Techo y Trabajo el próximo 7A, día de San Cayetano, de la que participan el Movimiento Evita, Libres del Sur-Barrios de Pie- MuMaLa, el PCR-CCC y la CETP-Patria Grande-Mala Junta-Movimiento Popular La Dignidad. Como en los últimos tedeums, seguramente la Iglesia buscará utilizar ese hecho en favor de su campaña anti-derechos. Esto no se resuelve marchando allí con el pañuelo verde.
Juntas, a las calles
El movimiento feminista sacudió nuestro país en el 2015, al grito de “Ni una menos”. Las mujeres fuimos las primeras en hacerle un paro a Macri el 8M de 2017 y lo repetimos este año, como parte del paro internacional. Con las jóvenes como vanguardia, llevamos a cada rincón del país el pañuelo verde. Nos acompaña el movimiento disidente, que hace ocho años le arrancó a esta democracia limitada la ley de matrimonio igualitario, luego la ley de identidad de género y va por el cupo laboral trans.
“Educación sexual para decidir. Anticonceptivos para no abortar. Aborto legal, seguro y gratuito para no morir” es el lema sostenido durante años por la Campaña, con unidad en la diversidad, y apropiado hoy masivamente. Desde Juntas y a la Izquierda, Libre Diversidad y el MST vamos a seguir peleando por construir junto a la Campaña y a todo el activismo la mayor unidad en las calles hasta ganar. Sumate a nuestras asambleas feministas y disidentes en todo el país, a participar de cada martes verde con nosotres y a hacer una enorme marea verde el 1A, día del dictamen, y sobre todo el 8A. Así ganaremos el último round y el aborto legal será ley.
Jeanette Cisneros