En casi tres años de gobierno, Macri aumentó exponencialmente el endeudamiento externo de la Argentina. El acuerdo con el Fondo sella la entrega e hipoteca nuestro futuro. Para empezar a salir de la crisis no hay que pagar ni un peso más.
Con la excusa de tener que arreglar los problemas que dejó el kirchnerismo, este gobierno, a falta de llegada de inversiones genuinas, basó gran parte de su plan en tomar deuda de acreedores externos, fundamentalmente deuda Pública del Estado pero también ocurrió en bancos y particulares (deuda privada). De manera que, luego de dos años y medio de ajuste brutal sobre las masas, el endeudamiento a que nos ha llevado Macri y los suyos es de más de U$S 94.000 millones, sin contar todavía el stand by del FMI: ¡Esto es más de U$S 166 millones diarios!
Como el déficit no baja a pesar de tarifazos y ajuste, los inversores externos están muy preocupados por la capacidad (en realidad incapacidad) de pago de Argentina. Y por eso el riesgo país en estos días se fue a las nubes, lo que implica que todo crédito o refinanciación de la deuda será más caro, con intereses cada vez más usurarios. Lo paradójico del caso es que, supuestamente Cambiemos venía con la intención de “normalizar” el país, de hacer bajar la inflación, estabilizar el dólar y acabar con la pobreza. Por supuesto nada de eso pasó como todos sabemos, sino que ha puesto al país otra vez a las puertas de un nuevo Argentinazo, palabra que suena en todos lados por más que gobierno y burguesía traten de ocultarla por todos los medios.
La única salida es no pagar la deuda: El kirchnerismo se declaró “pagador compulsivo” y terminó financiando el déficit y la deuda pública con emisión monetaria récord que aceleró el espiral inflacionario. Este gobierrno, de manera más clásica, salió a colocar deuda aprovechando el visto bueno de los buitres financieros mundiales. Pero el final es el mismo: la deuda siguió creciendo, de U$S 167.000 millones en 2014 a U$S 181.000 en 2015 y a más de U$S 252.000 a mediados del 2018. Como siempre dijimos, no sólo es una usura completa, también es impagable.
Debido a esto es que desde el Movimiento Socialista de los Trabajadores venimos insistiendo desde hace décadas que hay que dejar de pagar esta estafa monumental y empezar a pagar la deuda interna con los trabajadores y el pueblo. Esta necesidad es más urgente hoy que nunca.
Ni hablemos de lo que se podría hacer con más de 250.000 millones de dólares porque no los tenemos ya, pero sí podemos decir concretamente qué se podría hacer con lo que debemos pagar tan solo de intereses y vencimientos de capital por los próximos 5 años. Pocos saben que esta cifra ronda los U$S 25.000 millones anuales bajando a menos de U$S 20.000 recién en 2023.
Por sólo dar una idea de lo monumental de este robo anual que sufrimos, digamos que se podrían construir 1.000.000 de viviendas populares a U$S 25.000 dólares cada una (las casas del FONAVI y los IPVs provinciales tienen un costo aún menor), y para eliminar el déficit habitacional de toda la Argentina en 4 años, dando trabajo a millones hoy desocupados. En tan sólo un año, y con la décima parte de lo que se paga de intereses, se podrían construir 80 hospitales de 11 pisos y de alta complejidad que tienen un costo aproximado a los $ 900 millones (datos aportados por las prepagas que construyen sus propios Sanatorios). Y también con la décima parte de lo que se paga anualmente se podrían solventar de urgencia, mientras superamos la crisis y ponemos en marcha realmente al país, unos 4.000.000 millones de planes sociales a $ 13.000 mensuales cada uno.
Y así podríamos seguir enumerando la enorme lista de necesidades populares que podrían ser cubiertas con esta sangría que día a día, mes a mes se nos va en pagar la ilegítima y fraudulenta deuda.
En lugar de esto el gobierno sigue intentando contener el dólar, vendiendo reservas del BCRA que luego se volverán a fugar del país por parte de los mismos que más tarde nos prestarán con condiciones cada vez más leoninas.
Repetimos una vez más no hay salida a la crisis por el camino de Macri, que beneficia a los ricos con baja de impuestos y retenciones y pago de la deuda externa, mientras ajusta a los de abajo. Si los trabajadores y el pueblo queremos salir de la crisis hay que hacer lo opuesto, dejar de pagarla, nacionalizar la banca y el comercio exterior y ajustar a los de arriba y los de afuera.
Gerardo Uceda