1. ¿Esperar al 2020 y volver al Senado o consulta popular?
El 9S la comisión de articulación envió a todo el mailing nacional de la Campaña un texto que, entre otros debates, rechaza nuestra propuesta de una consulta popular vinculante como opción para seguir la lucha colectiva por el aborto legal.
Al revés de su chicana, que nos llama “compañeras que dicen pertenecer a la Campaña”, nuestra agrupación la integra desde que nació en 2005 y además, como parte de la colosal marea verde feminista y disidente, es de las que más le puso el cuerpo a la lucha en Congreso y en todo el país.
Articulación rechaza la consulta por tres motivos: 1) porque “no parece posible que este Senado, que acaba de rechazar la ley IVE, con la composición actual, la aprobara”; 2) porque, de aprobarse la consulta, “nos someterían a una guerra de aparatos de partidos, medios, iglesias y corporaciones”, y 3) porque “los derechos humanos no se plebiscitan ni se consultan”. Respondemos sus objeciones.
1) Como siempre, arrancarles una ley a Diputados y más aún al Senado es una lucha. Pero es obvio que una consulta popular es mucho menos difícil de lograr que la ley de aborto. ¿Con qué argumento serio la negarían senadorxs que votaron contra el aborto legal por “la opinión del pueblo” de sus provincias?
2) Aparte de ser un gran logro democrático e inédito en el país, si se aprobara una ley de consulta popular habría más debate sobre el tema aborto. Si es por “guerra de aparatos de partidos, medios, iglesias y corporaciones”, ¿no la hubo de marzo a agosto? No tenemos miedo de las que vengan. Y además, ¿por qué la Campaña insta a todos los partidos a incluir la IVE en su plataforma para 2019(1), pero articulación rechaza hacer campaña por dicha ley ahora?
3) En general, los derechos humanos no se plebiscitan. Pero aquí hay una situación particular, muy distinta: el 8A el Senado nos rechazó la ley y encima su composición no cambia hasta marzo de 2020. No proponer nada concreto hasta esa fecha es, de hecho, paralizar la lucha. Por eso planteamos una consulta: para no frenar la ola verde y así buscar por otra vía que nuestro derecho al aborto sea ley. Y tampoco con la consulta ponemos en riesgo un derecho ya conquistado para las mujeres y demás cuerpos gestantes. Es al revés: no tenemos nada que perder, sino todo por ganar.
Además, en el balance del 8A la propia Campaña afirma que “logramos la despenalización social del aborto”, que “en las calles el aborto ya sea ley” y que “representa a la mayoría de la población del país”(2). Coincidimos. Si la mayoría está a favor, ¿entonces por qué no consultarla? ¿Por qué esperar hasta 2020 en vez de hacer una consulta popular ahora para que todo el país debata y vote sí o no a la ley que ya aprobó Diputados? ¿Por qué articulación considera válida la opinión institucional del Senado, una cámara retrógrada por naturaleza, pero no la opinión democrática de las mujeres y todo el pueblo?
Insistimos, compañeras: la alternativa hoy para ir por nuestra ley es una consulta popular vinculante.
2. Con vetos sólo hay pensamiento único
Macri pretende cerrar el debate sobre el aborto. El Papa, la Iglesia, los evangelistas y el PJ, también. Pero no se los tenemos que permitir. Día por medio se nos sigue muriendo una mujer por aborto clandestino. Por eso la ola verde debe seguir y la Campaña debe darle un cauce efectivo. Nosotres planteamos una consulta popular, pero si hubiera una propuesta superadora la podemos debatir y construir entre todes la mejor estrategia.
El problema es que articulación no acepta el debate y adelanta posición en vez de dejar abierta la estrategia a la plenaria nacional del 15S en Rosario. Por eso en la plenaria de la regional CABA “inhabilitó” a nuestras compañeras a participar en Rosario. Aparte de cambiar el criterio histórico de elegir a las compañeras más activistas, como lo son, las vetó por pensar distinto. La excusa fue que durante la lucha y después nuestra agrupación hizo propuestas alternativas y críticas a articulación, primero dentro de la Campaña y luego públicas.
Las propuestas nuestras que articulación rechazó fueron hacer pañuelazos a todos los anti-derechos: a Macri en Olivos, a las catedrales, al Senado y a la UCR por su postura mayoritaria contra la ley, a Larreta que nos negó mayor espacio en Congreso, así como cortar el Puente Pueyrredón en el “puentazo”, exigirle a la CTA Autónoma que postergue su elección del 8A para no obstaculizar la movilización y poner el escenario central ese día en Congreso para presionar realmente y no a diez cuadras como se hizo.
Todo balance debe servir para sacar conclusiones y mejorar. Pero omitir la reflexión sobre el accionar propio siempre lleva a reiterar errores. ¿O acaso se hizo todo bien? Y si se hizo todo bien, ¿por qué perdimos en el Senado? Y si los celestes avanzaban, ¿por qué articulación no les quiso responder acorde radicalizando la movilización y los pañuelazos?
En nuestro último volante decimos que “algunas organizaciones que integran la conducción de la Campaña priorizaron su relación con el Vaticano y contribuyeron a planchar el movimiento ascendente después del 13J”. Lamentablemente, es así. ¿O no sabe articulación que el PCR, la CTEP, Barrios de Pie, las CTA y el Evita elogian al Papa, líder de los anti-derechos? ¿O no sabe que sus senadorxs amigxs les pedían “calma”? ¿O no sabe que marcharon el 7A a San Cayetano, hasta con vírgenes y cintas celestes, hecho que usó la Iglesia a su favor? ¿O no recuerdan que todos ellos, más la CGT y las CTA, borraron el aborto legal de las demandas del 8M acordadas por unanimidad? Articulación no puede ignorar todo esto, porque hay compañeras que pertenecen a varias de esas organizaciones.
3. Unidad en la diversidad para fortalecer la lucha
Como siempre, el debate político se vincula al de funcionamiento. Y no deben ser para un grupo selecto, sino para todes. Ya hubo y hay problemas en la Campaña: articulación y cabildeo tomaron decisiones sin consultar y hay regionales que no llaman a asambleas y digitan las delegaciones.
La Campaña es un espacio de encuentro, de activistas y de muchas organizaciones que la integramos: “una amplia y diversa alianza federal que articula y recupera parte de la historia de las luchas desarrolladas por el derecho al aborto… impulsada desde grupos feministas y del movimiento de mujeres, como así también desde mujeres pertenecientes a movimientos políticos y sociales”(3)
Construir consensos siempre requiere tiempo y debates, que deben darse con sororidad. La participación abierta, el respeto a las disidencias y la construcción del consenso son métodos clave en un espacio unitario y plural. Pero justo cuando más apertura al nuevo activismo hace falta, articulación se cierra y nos proscribe para impedir el debate. Así, el supuesto horizontalismo se vuelve verticalismo burocrático. Por ejemplo, el texto que aquí respondemos dice ser de articulación, pero al final afirma que “la Campaña rechaza expresamente la propuesta de someter a consulta popular el derecho a decidir”. ¿Eso es articular, compañeras? ¿Hablar en nombre de toda la Campaña antes de debatir las propuestas en la plenaria nacional de Rosario?
Ya para la plenaria nacional de julio pasado se censuraron participaciones, imponiendo un número arbitrario que no representa la composición real de la Campaña. Ahora se agrega el hecho destructivo del veto a compañeras nuestras en CABA. Son esos aparateos al estilo stalinista los que debilitan a la Campaña.
Consideramos muy grave censurar el debate de las divergencias. Con las jóvenes al frente, la ola verde llegó para quedarse y no podemos dejar pasar este momento histórico. Llamamos a todes les integrantes de la Campaña a reflexionar, a revertir este curso equivocado y a encarar la lucha con participación democrática, unidad genuina y movilización permanente en las calles, únicas garantías de triunfo.
11/9/2018
Juntas y a la Izquierda – MST
1. Comunicado de la Campaña, 10/8/18.
2. Ídem.
3. Web de la Campaña (¿Quiénes somos?).