La fábrica textil Sport Tech de la localidad de Villa Lynch, partido de San Martín, es una de las tantas empresas que con el arranque del 2019 anuncian cierres, quiebras, procedimientos de crisis y despidos. Con el aval del gobierno nacional y de su ministerio de Trabajo, varias fábricas del parque Industrial de Pilar, empresas como Pilkington, Cresta Roja, Aceites Legítimo, Deutz, Puma, Mabe y muchísimas otras, despiden o directamente cierran sus puertas.
Sport Tech entra en conflicto el 8 de enero del 2019 ante la amenaza de cierre por parte del dueño, que ya había cerrado otra sucursal en la ciudad de Luján, dejando a 80 trabajadorxs en la calle. Ante esto, convocan a una asamblea donde deciden ocupar la fábrica para evitar el vaciamiento por parte de la patronal. Esto se suma a que no percibieron los salarios del mes de diciembre del 2018, ni el bono de fin de año ni el aguinaldo. Lxs 120 trabajadorxs que conforman Sport Tech San Martín se declaran en asamblea permanente y de forma unánime deciden tomar la fábrica con un grupo de trabajadores adentro y otro afuera para difundir la lucha.
Una batalla dura pero con lxs trabajadorxs muy unidxs
La semana pasada logran la intervención de los sindicatos nucleados en la CGT y la CTA A, y se abre una instancia de negociación con el Ministerio de Trabajo, donde lxs trabajadorxs dejan en claro su posición. Los sindicatos cercanos a la CGT llaman a desmovilizar y a levantar la toma, jugando claramente un rol cercano a la patronal.
Desde el inicio de la lucha, nos hicimos presentes con nuestra corriente sindical ANCLA y delegaciones del MST de San Martín y de Tres de Febrero, y con nuestras compañeras Vilma Ripoll y Cele Fierro que llevaron la solidaridad y el apoyo del MST. También la CTA A acompañó la lucha y las acciones de lxs trabajadorxs.
El conflicto se desarrolla en medio de la feria judicial y en un año electoral, donde el gobierno nacional aprovecha las vacaciones para seguir aplicando el ajuste y su plan de flexibilización laboral a la orden del FMI. No podemos dejar de señalar el rol lamentable del PJ local y también de sectores del kirchnerismo que solo aparecen para las fotos.
Lxs trabajadorxs saben que enfrentan una lucha dura y difícil, pero están muy unidxs y tienen la firme convicción de no perder la fuente de trabajo.
La lucha continuó en dos instancias: primero dentro de la fábrica, bancando la toma y con compañerxs afuera que difunden la lucha. La otra es movilizando y exigiendo al Ministerio de Trabajo que obligue a las marcas de ropa para las que producían, que paguen lo adeudado.
En las negociaciones en el Ministerio solamente se habló del dinero en efectivo que iban a depositar Nike y Puma, pero nunca se comprometieron a garantizar la continuidad de los puestos de trabajo. La patronal alude no tener planta y la justicia da lugar a un pedido de desalojo de la fábrica por parte del dueño, que se logró frenar por una acción del abogado de la CTA A, pero la clave fue el apoyo de la movilización y la fuerza misma de lxs trabajadorxs de Sport Tech.
Enfrentar el pedido de quiebra y posible desalojo
El 21/1 la justicia da lugar al pedido de quiebra por parte del dueño Sport Tech, aún sabiendo que se trata de una maniobra fraudulenta, porque la fábrica se encontraba produciendo de forma normal antes del comienzo del conflicto. Vuelve a tomar fuerza el rumor del desalojo de la fábrica por parte de la fuerza pública.
El 22/1 marchamos por tercera vez al Ministerio de Trabajo de San Martin, con una importante movilización, para poder lograr destrabar el dinero adeudado. Un grupo de trabajadorxs se queda aguantando en la fábrica y otro marcha al Ministerio. En una nueva reunión, ahora son notificados que dependen de un liquidador (llamado síndico) que va a entrar a la fábrica y hará un inventario (que ya había hecho el Ministerio el 16/1). Después de ese inventario, la justicia puede ordenar el desalojo.
El pedido de quiebra y un posible desalojo, son las mejores instancias que encontraron los dueños de Sport Tech para atacar la fuente de trabajo de las compañeras y compañeros. Por eso tenemos que enfrentarlos manteniendo la unidad, manteniendo la ocupación de la planta, redoblando la solidaridad y el apoyo de todos los sectores sindicales, sociales y políticos, y seguir exigiendo el pago inmediato de todo lo adeudado, pero también la continuidad laboral. Si los dueños se retiran, lxs trabajadorxs pueden asumir el control de la fábrica y ponerla a producir. El municipio de San Martín puede municipalizar la empresa y garantizar la continuidad laboral porque la fábrica puede producir para hospitales, escuelas y organizaciones sociales de todo San Martín. No se puede perder ni un solo puesto de trabajo. Sport Tech al igual que otras empresas exigen el paro general ya de la CGT y las CTA. En esa lucha estaremos como hasta hoy, codo a codo con lxs trabajadorxs de Sport Tech.
Héctor Flores y Raúl Laguna