Después de las tomas de colegios porteños y los debates sobre el aborto legal en Diputados, Ofelia ganó protagonismo por su juventud y su tono rebelde. Pero su rol de candidata en la lista del Frente de Todos merece un debate, ya que nos parece funcional a un proyecto político que incluye a anti-derechos y no enfrenta a las iglesias ni al imperialismo.
Las luchas contra el ajuste de Macri-FMI nos encontraron junto a un activismo valioso. Esa camada incluye a jóvenes como Ofelia, una referente feminista que ahora se postula a legisladora porteña por el frente kirchnerismo-PJ. Su integración a dicha lista genera algunas dudas como: ¿qué significa hacer política para esta nueva generación? y ¿qué política hay que hacer?
En estos años ha surgido una nueva camada rebelde. Sabemos que este sistema capitalista y patriarcal no nos ofrece nada positivo. Les jóvenes nos comprometemos y nos organizamos para defender nuestro hoy y nuestro mañana. Miles enfrentamos la reforma anti-educativa de la “escuela del futuro”. Y como parte de la ola global, también somos miles las luchadoras feministas. Ante los femicidios y el aborto clandestino gritamos que nuestras vidas valen. La pelea por la ESI y los protocolos anti-violencia de género marcaron a nuestros centros de estudiantes y federaciones.
Enfrentar a la burguesía o vivir con la c… seca
En octubre de 2018, cuando se lanzó el Frente Patria Grande, Ofelia dijo “somos una generación dispuesta a cambiar todo lo que deba ser cambiado” y tiró una frase irreverente: “La tibieza de la burguesía a mí me seca la concha”.
Desde ya, compartimos lo de “cambiar todo”. El problema es definir qué incluye ese “todo” que debe ser cambiado. Su agrupación Vamos se autodefine como una postura rebelde, sorora y de la pedagogía de la sensibilidad. Y proponen unir la “gran” política con la política de todos los días, abriéndose paso en la llamada clase política…
Esas definiciones pueden sonar bien, pero no toman partido frente a los problemas estructurales. Ese “todo a ser cambiado” que dice Ofelia, ¿incluye por ejemplo el derecho al aborto, la ruptura con el FMI y las corporaciones, la separación de la Iglesia del Estado?
Para nosotres no hay ningún proyecto político que se pueda considerar mínimamente antineoliberal y progresista si no incluye esas propuestas básicas. No es el caso de las listas y el espacio político de Fernández- Fernández, donde ninguna sororidad ni sensibilidad tienen personajes anti-derechos como el gobernador tucumano Manzur (que obstaculizó el aborto no punible a una niña violada) o su par riojano Casas (que declaró pro-vida a su provincia).
Además, lo más importante: el Frente de Todos (al que también se sumó Massa) no sólo propone “renegociar” con el FMI, o sea seguir pagando el curro de la deuda externa, sino que es un proyecto claramente capitalista, de esa burguesía tibia que Ofelia critica. Entonces, más que abrirse paso, es sequedad asegurada.
¿Candidatas feministas o unidad con los celestes?
Días atrás, el hashtag #FeministasEnLasListas tuvo un fuerte impacto. Como hecho consumado, de los 24 senadores nacionales que se renuevan, salen más verdes que celestes y de todas las litas entrarían más celestes que verdes. Llamar a la juventud a votar por ese sistema de roscas descompuesto, en nombre de “crear otro lenguaje” y “representarnos nosotras mismas”, es ceder a lo que se dice querer cambiar. Después del cierre de listas, Ofelia señaló que en la sede del PJ nadie la miraba “con mega afecto”. Es que además de por ella, no tienen mega afecto por ninguna causa justa.
El candidato a presidente de Ofelia, Alberto Fernández, propone un Ministerio de la mujer y despenalizar el aborto… ¿A nosotras, que desde hace años venimos exigiendo presupuesto de emergencia para la Ley 26.485 anti-violencia? ¿A nosotras, que con la marea verde llenamos una y otra vez las calles de todo el país reclamando la legalización?
Toda compañera feminista que se considere rebelde, sorora o sensible no puede menos que enojarse ante la ultramínima propuesta de Fernández, que no da respuesta frente a los 300 femicidios y las 100 muertes por abortos clandestinos que padecemos cada año. Listas que no plantean en su plataforma el aborto legal, y que unen algunos pañuelos verdes como el de Ofelia con muchos celestes, no son para nada la salida que necesitamos.
En las urnas y en las calles, feminismo socialista
“La revolución de las hijas” puso en la agenda que somos imparables, que no tenemos nada que perder y que vamos a seguir yendo contra todas las instituciones que nos violentan. Sabemos cuánta fuerza tenemos y cuánto nos temen. Por eso es nuestra responsabilidad es construir un proyecto político que no negocie nuestros derechos y nuestro futuro con el Papa Francisco ni con el FMI.
Nuestra propuesta es enfrentar sin tregua a este sistema capitalista y patriarcal, dar vuelta todo. Somos parte de un proyecto con banderas antiimperialistas, anticapitalistas y socialistas. “Militar es la salida”, como dice Ofelia, pero militar para un proyecto así, revolucionario, no para uno de medias tintas que termina siendo más de lo mismo. Si te parece bien, te invitamos a ser parte de todas nuestras luchas y a que te sumes a la campaña electoral con Juntas y a la Izquierda, Libre Diversidad y el MST en el FIT Unidad.
Jeanette Cisneros