Escribe: Priscila Ottón Araneda, Secretaria electa de Nivel primario, inicial, especial y adultos, ATEN Capital
El jueves 23 fueron las elecciones de ATEN, el gremio de la educación en Neuquén, para definir la comisión directiva provincial y de cada una de las seccionales. Además de las listas para las próximas elecciones de vocalías y juntas para el Consejo de Educación (CPE) y en el ISSN (Instituto de Seguridad Social).
Entre fuertes denuncias por padrones abultados, incluyendo a funcionarios y gente que no trabaja en las escuelas, más el vuelco en “votos” de ese padrón, la conducción Celeste-TEP de Guagliardo -dirigente de ATEN y Sec. Administrativo de CTERA-, retiene la Provincial. Con 5.096 votos contra 3.974 de la oposición y un llamativo “crecimiento” de la burocracia, mientras pierden en las principales seccionales.
El Frente Multicolor, Bermellón e Independientes (FMBI) ganó en las combativas seccionales de Capital (por 1.762 a 1.299 votos), Plottier, Chañar y Picún Leufú, que representan al 50% de afiliados del sindicato. Además se espera retener Zapala que, con una burda maniobra, el TEP pretende adjudicarse por 1 voto. Mientras que en Cutral Có, con un cuestionado escrutinio, se “pierde” por apenas 5 votos y habría votado extrañamente el 92,2% del padrón.
Con Alternativa Docente somos parte activa del FMBI que enfrentó a la burocracia Celeste-TEP en ATEN. La alegría es inmensa porque con la lista unificada de la oposición se logró recuperar seccionales para la lucha, proyecto al que aportaremos desde nuestra Secretaría.
Aún sigue el festejo por los golpes a la burocracia y al gobierno que implican estos triunfos de la oposición combativa y de izquierda, en una provincia con tradición de lucha y compromiso por la escuela pública. Con un gran desafío por delante: lograr actuar en unidad, democráticamente, con el rol protagónico de la base decidiendo ante cualquier diferencia, más que en los “consensos” de los dos bloques del Frente.
Triunfo de la unidad y el sindicato que hace falta
En ese sentido y festejando esta elección, insistimos en que la clave para este resultado fue la unidad. Porque la desastrosa división en las elecciones de ATEN del 2018, fogoneada principalmente por el PTS, le permitió al TEP y a la Celeste recuperar Capital y hacer la plancha durante estos años. Un divisionismo que pagamos caro, con años muy duros para la docencia.
La unidad era el camino, con un programa correcto, superando divisiones, sectarismos y pretendidas hegemonías que no responden a la realidad y condujeron a la derrota de 2018. Esa unidad y la necesidad de ponerse a tono con las demandas de la base y el activismo, fueron claves para garantizar la derrota a la burocracia. Un logro para poder enfrentar al gobierno del MPN en la provincia, el que ajusta en consonancia con el Frente de Todos a nivel nacional.
El TEP paga también el costo de no convocar casi a asambleas, con la pandemia como excusa. Y por abandonar a la docencia que soportó un ajuste brutal, con centenares de compañeres desocupados y debiendo enfrentar la virtualidad sin recursos. Llegaron al colmo de no apoyar la lucha de la salud, que le torció el brazo al gobierno de Gutiérrez, conquistando un aumento salarial de más del 50% que luego se extendió a estatales.
Ahora es fundamental avanzar en un nuevo modelo sindical, realmente democrático y de lucha. Que se juegue por nacionalizar el conflicto y ponga por delante la defensa de la educación estatal que queremos. Que vaya a fondo con el programa resuelto, pero también impulse una reforma democrática del Estatuto de ATEN, donde las decisiones las tomen realmente las bases; con dos mandatos y que se vuelva al aula; con proporcionalidad de género en las listas y que éstas las encabecen compañeras.
Que luche por volver a nacionalizar la educación, en un sistema único y estatal, que elimine los subsidios a la Iglesia Católica, a las demás confesiones y a todo sector privatista. Que pelee por el aumento ya del presupuesto educativo al 10% del PBI, con recursos del no pago de la deuda al FMI y los bonistas, y de un impuesto permanente y progresivo a los ricos.
Que exija además la convocatoria a un Congreso Pedagógico donde docentes, estudiantes y familia decidamos las transformaciones que necesitan la educación de Neuquén y el país. El triunfo nos exige ese rumbo para superar experiencias anteriores. Desde este nuevo lugar de lucha, te convocamos a sumarte. Por Mónica, Carlos, Silvia y cada compañere, ¡presentes, ahora y siempre!