El 13 de diciembre se realizaron las elecciones para la junta interna municipal de ATE y delegados por sector. Estuvieron plagadas de irregularidades por parte de la lista Verde oficialista, para perjudicar a la única lista de oposición, la lista Multicolor que impulsamos desde Alternativa Estatal. En Periodismo de Izquierda relatamos el escandaloso fraude cometido. En esta nota vamos a las causas del salto burocrático de la conducción del sindicato con métodos ya similares a los de la CGT.
Codo a codo con la patronal
Es conocido por todxs que la conducción del gremio se identifica y colabora con la actual gestión municipal del Frente de Todos (Movimiento Evita / PJ) lo que lleva al sindicato a perder todo rasgo de independencia. Buscando cerrar filas, unos pocos días antes de la elección gremial, la Verde auspició un asado organizado por la intendenta Mariel Fernández para los trabajadores municipales. Nuestra agrupación exigió: aumento salarial para poder comer asado en nuestras casas, con nuestras familias. La campaña de difamación montada luego del fraude, contra nuestro compañero Pablo Lopardo, referente de Alternativa Estatal y concejal electo por el Frente de Izquierda – Unidad va en ese sentido. Se cuidan las espaldas. La Verde no lucha por salario, ni por el pase a planta ni otras reivindicaciones porque está integrada al gobierno municipal, es decir, a la patronal. Esta alianza debilitó peligrosamente al sindicato, que perdió toda gimnasia de lucha y se achica día a día.
Acá sí que no se lucha
Los últimos dos años fueron de inactividad total por parte de la conducción del sindicato. Los sectores están completamente desmovilizados y hay un malestar generalizado. La devaluación de los salarios municipales, ya de por sí bajos, fue brutal. A esto se suma el abandono de cada una de las reivindicaciones, como el respeto de los convenios de trabajo, el pase a planta, o por condiciones dignas de trabajo, lo que provoca una fuerte tendencia a la desafiliación que comprobamos durante las recorridas. Las últimas medidas de lucha del gremio fueron arrancadas por nuestra agrupación en asambleas que la verde debió cumplir oportunamente para evitar un costo político mayor en las elecciones. Pese a todo, no tuvo pudor en cancelar el último plan de lucha y proponer «continuarlo el año que viene». Su rol hoy es el de contener, y garantizarle la paz social a Mariel Fernández. Porque las demandas de lxs municipales «pueden esperar».
Maniobras para no perder la conducción
El salto burocrático es una necesidad para preservarse frente a la crisis que provocó la inmovilidad del sindicato durante los últimos años. Frente al fuerte repudio de los compañerxs municipales la Verde se jugó a celebrar comicios con la menor participación posible, donde pudiera imponerse movilizando su aparato clientelar. Además de las maniobras e irregularidades inéditas que, por lo explícitas, pusieron en evidencia la preocupación que tenían por perder la conducción. En algunos sectores, llegaron a repartir boletas con dinero entre los compañeros. Pese a todo la participación fue muy baja. La bronca se expresó con el voto a nuestra Multicolor, pero también con la abstención y la desafiliación. Ahora mismo estamos agotando todas las instancias posibles para impugnar la elección y que se vuelva a realizar, sin trampas.
Desde Alternativa Estatal nos proponemos redoblar esfuerzos para poder recuperar el gremio para lxs municipales. Tenemos planteado pegar un salto en la acumulación y construcción de nuestra agrupación. Nos preparamos para encarar las próximas elecciones mucho más fortalecidos. Invitamos a todxs lxs compañerxs a sumarse a ayudarnos.
Alternativa Estatal, ANCLA Moreno