En la segunda semana de marzo de 2023 tendrá lugar un nuevo Congreso de la Liga Internacional Socialista. La cita será en Barcelona, España. Delegados e invitados de todos los continentes debatiremos durante una semana la situación actual de la lucha de clases a nivel mundial, los importantes cambios que se han producido desde nuestro anterior Congreso, realizado a fines del año pasado, los últimos avances de la LIS y nos prepararemos para llevar adelante una serie de tareas para seguir fortaleciendo este proyecto que se ha demostrado dinámico y apasionante.
Escribe: Alejandro Bodart
A los pocos meses de terminado nuestro anterior congreso la invasión de Rusia a Ucrania provocó cambios enormes en el panorama internacional y dividió a la izquierda en todo el mundo. La guerra, cuando aun el mundo no había logrado recuperarse de las consecuencias de la Pandemia, agudizó la crisis económica, produjo un salto en las penurias de las masas a nivel mundial y volvió a poner en vilo a la humanidad por la posibilidad de que la agresión escalara a una confrontación abierta entre las distintas alas del imperialismo.
La incomprensión del doble carácter de la guerra, que combinó desde el inicio una lucha justa del pueblo ucraniano contra la invasión de una potencia extranjera con ansias imperiales como Rusia por un lado y la utilización del conflicto por parte de EEUU y la OTAN para intentar ampliar su influencia en la región, provocaron una intensificación de los roces interimperialistas como no se veía desde el fin de la II guerra mundial por el otro, creó una confusión enorme en una parte de la izquierda. En vez de apoyar la resistencia del pueblo ucraniano, pedir la retirada de las tropas rusas de Ucrania y de la OTAN del este europeo, un sector de la izquierda se alineó con Rusia, desconociendo su carácter imperialista.
Como suele suceder al calor de grandes hechos de la lucha de clases, al interior de nuestra organización internacional surgieron matices con compañeros de Turquía que con el correr de los acontecimientos se transformaron en diferencias importantes en relación a la guerra y la política que debíamos llevar adelante los revolucionarios.
Ser la única organización con una sección en Ucrania nos permitió realizar un debate profundo, además de participar directamente de los acontecimientos a través de nuestros compañeros de la Liga Socialista Ucraniana.
En el congreso, además de analizar los cambios que la guerra ha producido en la situación mundial, debatiremos en profundidad la caracterización y el rol de los imperialismos emergentes, no solo de Rusia sino principalmente de China y la dinámica que puede tomar la cada vez más caliente “guerra fría” de estos con EEUU y la Unión Europea.
Derechas y nuevas rebeliones
Un tema que no estará ausente en las deliberaciones será el surgimiento y dinamismo que vienen tomando distintas formaciones de extrema derecha en prácticamente todas las regiones del mundo. Este fenómeno, que no puede ser menospreciado, ni tampoco sobrevalorado de manera superficial, nos obliga a estudiarlo en profundidad. Estas derechas neofascistas en muchos países están llegando al gobierno o se están fortaleciendo como alternativas de gobierno. Lo que nos obliga a los revolucionarios a elaborar la mejor política para combatirlos, rechazando al mismo tiempo la orientación de sectores reformistas que apoyándose en esta realidad impulsan y generan expectativas en salidas frentepopulistas, como estamos viendo en Francia o en Brasil.
Evidentemente el mundo vive una polarización política y social extrema. De lo que se intenta hablar poco es del otro polo de la situación, que tiene a la clase obrera y popular protagonizando rebeliones y revoluciones en cada vez más países y regiones, como estamos viendo estos días en Irán o Perú, pero que han sido precedidas por grandes levantamientos en Sri Lanka, Chile, Colombia, Ecuador, Haití, Líbano, el propio EEUU y luchas sindicales de magnitud en Inglaterra y otros países de Europa y Asia.
En esos procesos sigue siendo la ausencia de dirección revolucionaria la debilidad que impide triunfos categóricos, al mismo tiempo que la profundidad que han ido adquiriendo estos acontecimientos abren condiciones para empezar a pegar saltos en su construcción, debate que será crucial desarrollar en nuestro evento.
PSOL y NPA
La política frente a los distintos Partidos Amplios que surgieron en el presente siglo, algunos más, otros menos anticapitalistas y donde han convivido reformistas con algunas formaciones revolucionarias, ha sido un debate muy importante estos años. Syriza en Grecia fue el que despertó tal vez más expectativas y también el que más frustración produjo. Mas allá del balance de esa y otras experiencias, que tenemos que seguir debatiendo para sacar conclusiones, en la actualidad se está produciendo una crisis aguda en dos experiencias amplias en las que estamos involucrados.
En Francia se acaba de partir en dos el NPA. El sector mandelista provocó la ruptura para allanar su cambio hacia la NUPES, la formación de centroizquierda que comanda Melanchón. Pero el otro sector, un reagrupamiento de distintas tendencias de extrema izquierda, se ha decidido a poner en pie un nuevo partido socialista y revolucionario, abriendo una nueva oportunidad para la izquierda.
En Brasil, la dirección del PSOL, aunque por ahora no ha logrado los votos para integrarse con funcionarios al nuevo gobierno de Lula, acaba de votar en su última reunión, casi por unanimidad, que apoyará al gobierno “desde afuera”, iniciando un curso liquidacionista de un proyecto que logró agrupar a una amplia vanguardia cuando rompió con el PT e inicio una política independiente de las variantes patronales y reformistas.
En nuestro congreso uno de los temas importantes será el debate sobre la política y orientación de nuestra internacional para acompañar al nuevo partido que está naciendo en Francia y el apoyo a nuestros compañeros de Brasil en la difícil disputa contra el curso acelerado hacia la debacle que está tomando el PSOL.
Un paso atrás, varios adelante, muchos desafíos
La LIS tiene por delante muchos desafíos. Lamentablemente un grupo fundador de nuestro proyecto, el SEP de Turquía, a partir de los desacuerdos con la guerra, decidió desvincularse de la internacional en vez de apostar al debate y la búsqueda de consensos. Haremos el balance de esta experiencia y seguramente sacaremos conclusiones útiles hacia el futuro.
Pero el debate central de nuestro Congreso, además de los que ya hemos planteado y de las definiciones teóricas y políticas que discutiremos, será cómo aprovechar las enormes oportunidades que se nos han abierto a partir de las distintas incorporaciones y presencia de nuestra internacional en prácticamente todos los continentes.
Venimos de realizar una campaña muy exitosa en apoyo a los presos y perseguidos en Nicaragua por la dictadura de Ortega. Esto nos permitió empalmar con el PRT de Costa Rica, un partido de tradición que acaba de pedir el ingreso a la LIS. Con ellos, nuestra sección nicaragüense y compañeros en otros países de la región tenemos el desafío de extendernos a toda Centroamérica.
Esta en marcha el proceso de unificación de nuestro grupo juvenil colombiano con los compañeros del GTS, de larga tradición y estructuración entre los trabajadores. En Brasil ya tiene fecha la conferencia de unificación entre Alternativa Socialista y Lucha Socialista, que nos permitirá dar con mucha más fuerza la pelea contra el curso liquidacionista de la dirección del PSOL y ofrecerle una alternativa a la vanguardia que rechaza este curso.
En Argentina el MST tiene el desafío de seguir desarrollándose en una situación política donde la izquierda a través del FITU puede transformarse en una alternativa de masas en el próximo periodo.
En África, nuestros compañeros de Kenia, recientemente incorporados a nuestra internacional, han construido una importante organización y pueden transformarse en un polo de atracción para grupos de otros países de la región con los que tienen relaciones cada vez más fluidas.
En Ucrania y todo el Este un desenlace favorable de la guerra, que no podemos descartar, puede abrir una situación revolucionaria y permitirnos saltos importantes en varios países.
En Asia el desarrollo de The Struggle, nuestra sección paquistaní, nos abre la perspectiva de construirnos en un futuro próximo en la India y más allá del subcontinente.
Las relaciones fraternales que mantenemos con los compañeros de Australia, que vienen de un éxito electoral muy importante, con compañeros de EEUU y de Francia, inmersos en la construcción de un nuevo partido, nos amplían el panorama y enriquecen nuestra elaboración.
Todas estas oportunidades y las que tenemos planteadas en otros países, hacen de nuestro Congreso un evento de gran importancia, para elaborar colectivamente y delinear orientaciones que nos permitan estar a la altura de la situación que nos toca vivir y de las oportunidades que tenemos por delante. La LIS es todavía una organización pequeña y muy joven, pero con un futuro enorme si nos mantenemos firmes en el camino que hemos decidido transitar.