El caso de María tuvo alta repercusión nacional.
Su absolución fue una victoria ejemplar contra la criminalización de la pobreza y la violencia institucional hacia las mujeres.
En ese triunfo mucho tuvieron que ver la compañera Vilma Ripoll en primer lugar y también la campaña del MST, siempre en equipo con la gente de Misiones: Alicia, Muriel, Yoli, Graciela y demás compañeras del Colectivo de Acción contra las Violencias de Género, los abogados defensores Eduardo Paredes y Roxana Rivas Zelaya, la psicóloga Fanny Friedl, el psiquiatra Oscar Krimer… y perdón si omitimos a alguien.
Hay que reconocer también a Jorge Lanata y su equipo, claves en la visibilización mediática.
A los senadores y diputados nacionales, legisladores porteños, referentes de derechos humanos, artistas, dirigentes sindicales y sociales que acompañaron con su firma nuestro recurso ante el tribunal.
A las más de 26.000 personas que también lo acompañaron solidariamente.
A las organizaciones populares y de mujeres que hicieron acciones por María, en especial en Posadas y Eldorado.
A los activistas que juntaron firmas en los petitorios.
A la multitud que en todo el país siguió el caso de María, se indignó al saberla presa y se emocionó al verla libre.
María encara ahora una nueva vida.
No será fácil y seguiremos a su lado.
Sin embargo, todos sabemos que en Misiones y en toda la Argentina hay muchas Marías.
Por eso queremos poner este triunfo al servicio de seguir luchando por todas ellas, para que nunca más alguna sea criminalizada por ser pobre y ser mujer.
Y como socialistas revolucionarios, ratificar a la vez nuestro compromiso militante de pelear por un cambio social y político de fondo.
Pelear contra este sistema capitalista, injusto y patriarcal
Pelear por una nueva sociedad, justa, igualitaria, libre de toda explotación y opresión: el socialismo.